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CHAPTER TWENTY-SEVEN

La puerta se abrió dejando ver a la madre de Chris. Claro que ya la conocía por fotos.

—¡Chris, hijo!— exclamó con emoción mientras lo abrazaba.

Hablaron un momento hasta que la mujer puso sus ojos en mi.

—Dios mío, ¡tú eres Brooklyn!— exclamó tomándome por sorpresa— No sabes lo emocionada que estaba por conocerte— me abrazó repentinamente y un poco aturdida le devolví el gesto.

—Es un gusto, señora Lisa— saludé.

—Oh, dime solo Lisa. ¡No sabes lo mucho que Chris nos ha hablado de ti!— sonreí con diversión y miré al susodicho, quién se encogió de hombros.

—Disculpe la tardanza, Chris tuvo un percance y por eso nos retrasamos— ella hizo un gesto de desinterés.

—Ni te molestes, Chris siempre llega tarde a todos lados— reímos— Adelante, pasa, pasa. ¡Gracias, corazón! No te hubieras molestado— dijo cuando le pasé las dos botellas de vino.

—¡Brookie, Brooke!— no miento cuando digo que Scott me saltó encima apenas entré a esa casa.

—Déjala, la vas a asfixiar— reprendió Chris haciéndome reír.

Saludé a sus hermanas y a su padre. Sus sobrinos se encontraban con sus padres, así que solo la familia original estaba presente.

—Hola, Brooklyn, que bueno conocerte al fin, Chris se la pasa hablando de ti— mis mejillas se encendieron cuando su padre dijo eso.

—Mucho gusto, Señor Evans.

—Llámame Robert— asentí con una sonrisa.

Lisa llamó al hombre y luego de disculparse, se retiró.

—¡Dodger, no!— di media vuelta hacia donde se había escuchado el grito.

Dodger venía corriendo hacia mi. Sólo me preparé para el impacto, pero nunca llegó nada.

Abrí mis ojos y vi como Dodger estaba sentado frente a mi.

Estiré mi mano hacia él, la olfateó unos segundos y luego reposó su cara en ella.
Sonreí triunfante y me acerqué más a él.

—Impresionante.

—Hola, Dodger, ¿cómo estás, amigo?— saludé, de un segundo a otro, el perro volvió a agitarse y fue muy tarde para impedir que se tirara encima mío, tirándome a mi también.

—¡DODGER!— el grito de Chris se habrá escuchado por todo el barrio.

Oh, la lengua de Dodger pasó por toda mi cara.

¿Había dicho que pasaría vergüenza?

—Dodger, tranquilo— murmuré y por fin Chris sacó al perro de encima mío.

Me senté en el piso un poco aturdida.

—¡No tienes que hacer eso!— reprochaba Chris al perro.

Observé a mi alrededor, sus hermanas y padres también observaban de mala manera al perro.

Y Scott... Scott estaba a punto de estallar de la risa, y lo hizo apenas me miró, contagiándome al instante.

—Por favor, no te enojes con él, solo está jugando— me levanté y me acomodé el vestido, gracias a cielo traía un short debajo.

𝙶𝙸𝚁𝙻 𝙰𝙻𝙼𝙸𝙶𝙷𝚃𝚈 || 𝒄𝒉𝒓𝒊𝒔 𝒆𝒗𝒂𝒏𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora