𝙶𝙸𝚁𝙻 𝙰𝙻𝙼𝙸𝙶𝙷𝚃𝚈 || 𝒄𝒉𝒓𝒊𝒔 𝒆𝒗𝒂𝒏𝒔

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CHAPTER TWENTY-NINE

-¡¿ES EN SERIO?! ¡¿NO ME ESTÁS MINTIENDO!?- exclamó Scott.

-No te estoy mintiendo- volví a confirmar mientras mi hermano se volvía loco.

-¡LO SABÍA! ¡Dios, esto es genial!

-¿Estás llorando, Scott?

-No... Sí- se secó las lágrimas- Estoy tan feliz por ustedes dos, era tan obvio. Sili simis imigiis. Déjenme decirles que los amigos no se miran de la manera que lo hacen ustedes dos- rodé los ojos.

-Sí... Creo que ella es la indicada- admití.

-¡Pero claro que lo es! Ah, con razón, llegaste con tanta energía- reí.

Estábamos en una cafetería. Brooke fue a ver la casa y no me dejó ir con ella con el pretexto de no dejar plantado a mi hermanito.

Para colmo se fue en taxi y no quiso llevar mi auto. A veces es tan independiente, y me encanta.

-Tierra llamando a Christopher- salí de mi trance y miré a Scott, quién me miró burlón- Ya deja de pensar en Brooklyn, enseguida llegará junto a nosotros.

-¿Es poco tiempo?

-Sí, 15 minutos- miró su reloj y yo rodé los ojos.

-No, baboso, si es en poco tiempo lo que empezamos ambos.

-Aaaahhh- soltó una risita- Chris, esto no depende del tiempo, sino, de lo que ambos sienten. Ya son más de cinco meses que estuvieron aguantándose las ganas de estar juntos.

Y tenía razón.

-Sí, lo sé.

-Sean felices, y qué les importe un carajo lo que digan los demás- sonreí.

Por la puerta de la cafetería entró Brooke con una cara no muy agradable.
Apenas nos vio, se acercó rápidamente.

-Hey- saludó sentándose a mi lado.

Alcé una ceja, observándola.

¿Dónde está?

-Ay, ¡perdón!- soltó una carcajada al verme y se acercó a darme un besito- Pensé que aún no le habías dicho a Scott.

-Mujer, por favor, el de los chismes aquí soy yo- reímos.

-¿Te gustó alguna casa?- ella negó rotundamente- ¿Ninguna?

-Todas son muy grandes. Sólo una me gustó, pero tampoco tanto- habló- Pediré un café, ya vengo.

-¿Y si...

-Ni siquiera lo pienses- lo interrumpí.

-Bien.

Minutos después volvió Brooke con su café y dos galletas de chocolate.

-¿Qué harás?- ella se encogió de brazos.

-Hay más casas, pero están más alejadas de donde quiero instalar el laboratorio- comentó sacando unos folletos de la carpeta que traía consigo.