𝙶𝙸𝚁𝙻 𝙰𝙻𝙼𝙸𝙶𝙷𝚃𝚈 || 𝒄𝒉𝒓𝒊𝒔 𝒆𝒗𝒂𝒏𝒔

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CHAPTER THIRTY-TWO

—Aquí tiene sus papeles, señorita Coleman— el supervisor me pasó la carpeta con los papeles que debía buscar en la Universidad.

—Muchísimas gracias, ha sido muy amable— agradecí mientras me ponía de pie y estrechaba la mano del hombre.

Salí de la Universidad y caminé por las hermosas calles de Oxford.

Kayla había viajado a Francia con su novio, Zac había ido de mal tercio. Así que me encontraba sola. Tenía más amigos, sí, pero mi grupito de tres no se compara con nada.

Entré a mi cafetería favorita en la ciudad, pronto el delicioso olor a café se hizo presente.

Tomé asiento luego de pedir un café y saqué mi celular, tenía unos mensajes de parte de Chris.

Hace dos semanas que no nos veíamos, yo tuve que venir por el tema de los papeleos finales. Él ya había comenzado con el rodaje de Knives Out.

Fun fact: Mi padre era el director de la película.

Sonreí al ver la foto que me había mandado junto a Dodger, le respondí enseguida. Levanté la vista al sentir que alguien tomaba asiento junto a mi.

—¡Tom!— exclamé al ver a Holland.

El soltó una risita y se levantó para saludarme con un abrazo.

—¿Cómo estás, Brooke? Aunque por lo que sé, bastante bien— sentí mis mejillas calentarse.

—Que gracioso, Holland. Sí, estoy bien. ¿Y tú?

Y así pasamos toda la mañana hablando de casi cualquier tema. Tuve un ataque de risa cuando me contó que le había preguntado a Chris si yo estaba por Inglaterra, así podía visitarme y Chris le dio un rotundo no.

Apenas salimos de la cafetería, unas fanáticas del inglés llegaron junto a nosotros.

—¡Tú eres Brooklyn!— exclamó una mientras me señalaba.

—Oye, no la señales, es de mala educación— le reprendió otra de ellas.

—Lo siento— se disculpó.

—No te preocupes— minimizé la situación.

—No eres tan linda en persona— apareció otra detrás— No sé que tw habrá visto Chris.

Alcé ambas cejas.

¿Me dijo fea?

—Bueno, tú no has tenido sexo conmigo— me encogí de hombros y luego, me di cuenta de lo que había dicho.

Holland se tentó y las otras chicas abrieron sus bocas sorprendidas.

—¡La amo!

—¡Já! ¿Que pasó, Amy? ¿Te comió la lengua un ratón?

Miré alarmada a Tom, vaya mi manera de defenderme. En fin, este todavía estaba tentadísimo.

—Te pido disculpas en nombre de mi hermana, a veces se desubica y habla sin pensar— habló otra chica y yo sonreí.

—No te preocupes, lamento mi forma de contestar, me ha sorprendido hasta a mi.

De un momento a otro, me di cuenta de que toda la atención estaba sobre mi y no sobre el actor.

—Como sea, las dejo junto a Tom, yo tengo que irme— traté de zafar.

—¡También queremos fotos contigo!