𝙶𝙸𝚁𝙻 𝙰𝙻𝙼𝙸𝙶𝙷𝚃𝚈 || 𝒄𝒉𝒓𝒊𝒔 𝒆𝒗𝒂𝒏𝒔

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CHAPTER THIRTY-EIGHT

Llegamos a la casa de Lisa unos minutos antes, todos ya se encontraban en la casa. Ana y Kat habían venido, me dijeron Jamie no pudo porque le surgió un contratiempo.

—Hola, Brookie— me saludó Seb con un abrazo.

No lo solté por un rato, no me sentía bien.

—¿Sucedió algo?— preguntó y negué mientras me separaba de él.

Coordinando algunas cosas más, llegó la hora de que Chris llegue a la casa.

—¡Cállense!

—¡Mamá, ya llegué!— se escuchó la puerta abrirse.

—¡Sorpresa!— gritamos todos haciéndole pegar un salto.

Sus familiares lo abrazaron fuertemente y sonreí.

—¡Chris, feliz cumpleaños!— su voz me descolocó cuando apareció de la nada y se lanzó de nuevo sobre él.

—¡Camila! ¿Tú organizaste esto? ¡No podía esperar menos de ti! ¡Eres la mejor de todas!

Mi cara debió haber sido un poema porque todos se quedaron viéndome.

Con la poca dignidad que me quedaba, pasé por su lado, directo hacia la puerta. No sin antes haber dejado su regalo sobre la mesa.

Las lágrimas comenzaron a resbalar desenfrenadamente por mis mejillas. Cerré la puerta y comencé a caminar rápidamente.

El dolor en mi pecho crecía cada vez más, y las lágrimas no paraban de salir.

Cuando llegué al parque más cercano, me senté en uno de los bancos y me descargué.

(...)

Sebastian

En silencio vimos como Brooke salía de la casa de la mamá de Chris, mientras tanto él seguía teniendo a la chica como un koala en su cuerpo.

—¡Muchas gracias por estar aquí!— agradeció él mirándonos— Oh, ¿dónde está Brooke?

—Debió haber ido por algo— dijo la chica.

—Eres un idiota, Christopher, un grandísimo idiota— espetó su hermana Carly.

—Fuera de mi casa— dijo de repente la madre de Chris, dirigiéndose a la azabache— ¡FUERA DE MI CASA!

—¡Mamá, no le hables así!

—¡Que te largues!

La mujer salió rápidamente, todos observábamos atónitos la escena.

—¿Mamá, qué te sucede?

—¿Qué que me sucede? ¡Para tu información, la mujer que creo es tu novia, fue la que preparó toda esta fiesta!

—¿Y tú que haces, Christopher?— se metió Scott— ¡La dejas de lado por una chica que jamás ha estado para ti!