𝙶𝙸𝚁𝙻 𝙰𝙻𝙼𝙸𝙶𝙷𝚃𝚈 || 𝒄𝒉𝒓𝒊𝒔 𝒆𝒗𝒂𝒏𝒔

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CHAPTER THIRTY-SEVEN

Revisé nuevamente el chat con Chris y de nuevo estaba solo en recibido. Se lo había mandado en la mañana apenas me desperté, quería saber como estaba.

Ya eran las siete de la tarde y ya habían salido de las grabaciones. Lo sé porque papá vino un rato a casa para verme y preguntarme porqué no había ido hoy al set. Acaricié a Thor quién dormía plácidamente en la cama.

No voy a mentir, estoy desanimada. ¿Estoy celosa? Sí, lo estoy.

En otras circunstancias no lo hubiera estado, pero ayer prácticamente desaparecí del mapa cuando Camila apareció. Lo que más me dolió fue la actitud de Chris, siguiéndole la corriente en todo.

Capaz estoy exagerando pero ni siquiera me presentó como su novia, por más de que yo le haya dicho que no me gustaban las etiquetas. Ella se le tiró encima y él aceptó gustoso, ¿qué puedo hacer yo contra eso?

Gracias a papá pude salir de ahí, porque era obvio quién sobraba ahí.

Estoy triste y decepcionada. Encima ella tiene el tupé de denigrar mi profesión, ahora me arrepiento de no haberle arrancado ese cabello.

Y lo peor de todo es que, ni un mensaje, ni una llamada, nada. Estoy por mandar a la mierda todos los preparativos que hice para su fiesta de cumpleaños sorpresa. Puse lo último de mis ahorros en esa fiesta y es mañana.

Vendrían algunos de sus compañeros de elenco y su familia. Papá dijo que volvería a Los Ángeles así que no estoy preocupado por eso.

Mi celular vibró y me tiré encima de él para revisarlo, despertando a Thor, quién me gruñó. Pronto me arrepentí.

chris ❤

estoy bien, brooke 07:15 pm
camila está conmigo 07:15 pm

No respondí a sus mensajes, solo quedé acostada en la cama mientras los observaba.

Suspiré y mordí mi labio inferior. No puedo creer que me haya tratado así. De un día para otro dejé de ser su novia.

El timbre de la casa sonó y me levanté a abrir.

—¿Ana?

—Dime, ¡por qué demonios esa idiota estaba allí y tú no!— entró en mi casa— ¡Katherine, apúrate!

—Sí, ya, ya. Brooke, ¿que sucedió?

Langford también entró bruscamente a mi casa.

—¡Encima se cree la última Coca Cola del mundo! ¡No la soporto!— se quejó Ana yendo de un lado para otro.

—¡Fue un suplicio aguantarla todo el día!

—¡Y el idiota de Chris estaba como perrito detrás de ella!

Sentí una punzada en el pecho pero no dije nada.

El timbre de la casa volvió a sonar y fui de nuevo abrir.

—¿Jamie?

De la misma manera que entraron las otras dos, tambien entró ella.

—¡Es una irrespetuosa!