MIA STEIN
- Mamá...- susurró Heist.
Mi pecho se apretó.
- Ma...- susurré - no, no, no.
Mayne maldijo y la arrancó de los brazos de Rhett para sostenerla con cuidado, acariciando su rostro una y otra vez.
- Bonita...
Caí sentada de lleno y apreté la nieve a mis costados. Lagrimas rodaban por mis mejillas sin control y no me importaba, mi madre yacía muerta en los brazos de mi padre. Habíamos llegado tarde... no habíamos podido salvarla... no...
- ¡¿Donde está?!- le gritó Heist a Rhett.
Sabía a quien se refería, me paré al instante. Poniéndome al lado de Heist.
- Se ha ido...
Rhett se puso de pie y se dirigió a Peerce y a Valter. Me dirigí a Mayne y besé la mano de mi madre.
Siempre estaré aquí para ti sin importar que, lo sabes, ¿no?.- dijo mamá cuando yo tan solo tenía diez años.
Me adentré en la mansión carbonizada, en busca del cuerpo de ese maldito enfermo.
Tenía una daga y un arma, que mis padres me habían dado por si al momento de entrar a la mansión las necesitáramos.
Seguía caminando y se me nublaba la vista, sorprendentemente llegué al patio trasero donde se encontraba el cuerpo de Heiner.
Agarré mi daga y me arrodillé frente a él, la ira me invadió por completo.
Clavé la daga en su pecho y todo su cuerpo, muchas veces.
- Te odio, te odio, te odio, te odio- repetía sin cesar y con lagrimas en los ojos mientras seguía clavándole la daga en el pecho.
- Te odio, te odio, te odio - alguien me cogió por detrás para tratar de separarme del cuerpo de Heiner - te- te odio- murmuré con la respiración agitada.
Luché para liberarme, quería descargar todo mi odio.
Cuando por fin me calmé, vi que me estaba sosteniendo Peerce, sin pensar, lo abracé, un abrazo que el no correspondió pero aun así se sintió cálido. Ahí bajo los brazos de uno de mis padre me quebré.
<<Ahora sabes que el mundo no es color de rosa. A la más mínima posibilidad de ser feliz, te la arrebata, acaba con todas tus ilusiones y sueños>> (Kylie)
***
MIA STEIN
El dolor no se iba, tampoco sentía que se iría en algún momento.
Cuando me encontré de pie en un parque de una ciudad pequeña de Canadá con mis padres sosteniendo la urna con las cenizas de mi madre, no dije nada, lloraba en silencio. Mamá siempre había expresado que quería ser cremada después de su muerte y que sus cenizas fueran esparcidas en este parque donde tenía recuerdos con Peerce. Y ya que estábamos en Canadá, decidimos hacerlo antes de volver a Wilson. Esperamos que cayera la noche y que el parque quedara vacío. Todos estábamos de negro, de luto, asimilando el hecho de que el pilar de este hogar se había ido. Kaia lloraba a mi lado, Valter abrazándola desde el otro lado. Frey estaba frente a mi a unos cuantos pasos, sus ojos enrojecidos, su expresión decaída. Mayne y Peerce estaban del otro lado, sus trajes negros con una corbata roja, la favorita de mamá. Ambos lucían como estatuas, rígidas, mandíbulas tensas y miradas heladas. Y no me esperaba menos de ellos, la máxima demostración de emociones que pudieron dar la dieron en el momento que encontramos a mi madre muerta. Sin embargo, no era necesario verlos llorar para saber que también estaban sufriendo, ellos solo tenían una forma diferente de demostrarlo. Rhett fue el último en llegar con su brazo vendado y un cabestrillo para que no lo moviera. Me sorprendió que llegara solo porque se suponía que la chica Fleming vendría con él, ella había escuchado las últimas palabras de mi madre. Rhett vio la pregunta en nuestras expresiones y sacó un papel con su mano libre.
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Ein Monster - Frey Stein
FanfictionMia/Kylie Stein con Trastorno de identidad disociativo debido de haber crecido en un entorno tan disfuncional como la familia Stein. Frey siente que su hermana es su salvación, y no se siente culpable por sentir algo tan fuerte y profundo hacia su...