- entonces no llegarás hasta el lunes - Adrik asintió- las cosas en casa no son las mejores y Aleix no es el mejor calmando a Aegan creeme - escuchar su nombre hizo que mi cuerpo temblara.
- claro, te voy a extrañar- el sonrió, desde la última vez que trago cosas a casa no ha pisado su departamento y no lo culpo quien sabe las cosas que estén pasando allí teniendo un caos familiar las veinticuatro horas del día.
Adrik no llegará hasta el lunes y es viernes así que decidí darme una pequeña ducha y acostarme debajo de mis sábanas. no he dormido bien estos días así que un poco de silencio no me viene mal para nada aunque ya me acostumbre a tenerlo cerca y sus ruidos molestosos las 24 horas del día, me metí debajo de mis sábanas luego de salir del baño y luego de unos minutos había caído en un sueño profundo o bueno no por mucho ya que la puerta sonaba una y otra vez así que maldije entre mis sabanas para luego ponerme una bata encima de mi pijama y acercarme a la puerta
- los golpes no paraban y al parecer no pararan rodé los ojos y corrí hacia la puerta para abrirla - quiere deja de... - al levantar mi vista mi corazón latió a mil por hora, estaba todo desarmado literalmente, su camisa estaba mal abrochado y su corbata pasaba por su cuello como una cuerda y ni hablar de su largo cabello, diría que venía recién despertando pero el olor a alcohol se siente desde aquí- ¿Regan qué haces aquí?
- deberías ser más educada - sugirió él mientras entraba a mi casa sin pedir permiso.
- no tengo por que ser educada contigo ahora muévete y no, nono levántate de mi sillón - dije luego de cerrar la puerta para acercarme a él, se las cosas que pueden llegar hacer los borrachos
- ven siéntate- pidió mientras palmeaba al costado de el, vacile un poco antes de llegar junto a él y sentarme - eres muy linda - murmuró con una sonrisa y yo rodé los ojos
- si ya me lo habían dicho, muchas veces - dije luego de sentarme y cruzar mis brazos - que es lo que quieres
-necesito que salgas de mi cabeza puedes hacerlo - pidió mirándome y yo lo mire extrañada
-a que te... - antes de decir algo puso un dedo en mis labios haciendo que mi corazón se detuviera
- shuuu hablas mucho princesa -murmuró él mientras pasaba su otra mano por su pelo - tienes un severo problema aquí cada vez que intento hacer algo estás tú realmente estoy pensando en clavarte un cuchillo en tu corazón, hoy era mi día feliz, feliz día y lo has arruinado porque no mejor tomas tus cosas y sales de mi cabeza - dijo el y mi respiración era pesada y entrecortada estábamos muy cerca y sus palabras de borracho me hacen perder la cordura, significa que piensa en mí y eso hace que mi corazón se acelere y lo odio
- y-yo no tengo la culpa Regan yo... -antes de decir algo sus labios estaban contra los míos quedándome sin aliento, Regan cash me está besando, oh por dios algo va a salir mal de todo esto y más si sus manos están sobre mis mejillas, me rendí y no es que me negara sus labios eran como algodones suaves y deliciosos
le seguí el beso y cada vez era más intenso nuestros labios no se despegaba ni un poco apenas tomábamos aire y en ese momento no me importaba, sus manos eran delicadas, cada paso que hacía "puedo" en un susurro entre mis labios cuando sus manos llegaron a mi camiseta susurro y yo asentí, estaba perdida pero lo único que quería era más necesitaba más, levantó mi camiseta lentamente dejándome solo el sujetador haciendo que nos mirábamos a los ojos por un largo tiempo y sus besos fueron bajando lentamente, desde mi boca, mejillas, cuello, clavícula hasta mis pechos y me perdí a mi misma
Mi pecho subía y bajaba rápidamente y la tensión entre nosotros era cada vez peor, el aire era pesado y me costaba respirar pero me fascina el ambiente, pasó sus manos por toda mi espalda hasta llegar al cierre del sujetador y volvió a mirarme para susurrarme "puedo" entre mis labios y yo solo lo bese como respuesta.
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Somos Dos Mentirosos ~ fanfic ~
FanfictionMí padre siempre me dijo que si yo no me podía cuidar sola nadie lo haría. Y Hoy le estoy quitando la tranquilidad al hombre que me arrebató mi inocencia, Esa inocencia que desapareció cuando decidí ir a aquella fiesta, nadie me ayudó, ni mi padre l...