Hoy viernes justo se cumplen dos meses y medio desde que los Cash aparecieron en mi vida, hace dos meses mi vida era feliz iba a estar en la universidad de mis sueños desde que tengo memoria pero ahora creo que me metí en el lugar equivocado.
Hoy cumplimos un mes de novios falsos con Aegan sii que emocionante, (nótese el sarcasmo) y que les puedo decir volvió a la misma mierda de siempre, me va a dejar y buscar a mi departamento no me habla si no es para preguntarme si comí o me eh sentido bien pero mas de eso nada y lo odio, aparte nunca le contesto así que se enoja más de lo que ya está, antes por lo menos me sonreía ahora ni siquiera me mira y yo debiera ser la que esté enojada no el y eso me enoja más. Con Driki es todo lo contrario empezamos a tener una relación "estable" si así se puede llamar, hablamos de todo y de nada a la vez y se siente bien hablar con alguien que te entiende o eso creo, estos días hemos ido a la biblioteca juntos y pasamos horas allí, se que suena aburrido pero junto a él es lo contrario, escucharlo leer es algo que deben experimentar algún día.
Es el último día de la semana, creo, realmente no sé dónde estoy parada últimamente. Jude está en mi casa, tiene una cita y yo la estoy ayudando, Adrik la había invitado a salir hace unos días y ella lloro de la emoción por horas, estaba lista pero eso no quitaba la idea de que todo su cuerpo temblaba y más cuando el timbre de mi casa sonó. Me levante rápidamente para ir abrir la puerta y allí estaba él hermoso como siempre, tenia unos vaqueros negros, una camiseta blanca encima una chaqueta de cuero negra que se veía como el típico chico malo pero moja bragas aunque ya lo sea.
- ¿no crees que vas muy guapo? - comente con una sonrisa algo coqueta
- ¿Es un cumplido? - habló él con esa hermosa sonrisa que me gusta
- tómatelo como quieras, romeo - dije guiñando mi ojo - entra - le pedí haciéndome un lado para que pase pero al parecer no venía solo.
Aegan estaba detrás de él y mi mundo se detuvo cuando sus ojos se encontraron con los míos ¿Qué está haciendo aquí y por qué no puedo moverme?, sus ojos grises me miraban de pies a cabeza y mi cuerpo temblaba, por que ahora cuando me puse mi pijama de oso ¿por que?, No tengo ni la mayor idea de lo que está haciendo frente a mi puerta pero esto no me gusta para nada.
- ¿dejaras entrar solo a Romeo o tengo que traer invitación? - hablo en tono serio.
- yo.. dijo yo... pasa. - dije en un susurró y el paso a un costado mío.
Soy de tener mi casa ordenada, tengo un problema con el desorden o las cosas mal acomodadas desde que era pequeña así que no tenía que preocuparme solo con el simple hecho de que estoy con mi pijama y tengo un moño todo desarmado por que lo hice rápido y no hablar de mis pantuflas son de unicornio.
- lindo departamento. - admitió Adrik sacándome del pequeño trance en el que me encontraba - entonces es aquí donde pasa los sábados mi hermano - yo asentí con una sonrisa forzada.
- aclare mi garganta antes de hablar - si bueno a Aleix le gusta este lugar dice que mi sillón es como una nube.
- y no miente - comento esta vez Jude - pasamos horas sentados en el sillón o viendo como Anne toca el piano y es lo mejor.
- ¿tocas el piano? - la voz de Aegan detrás mío hizo estremecer por un momento se me había olvidado que no le cerré la puerta en su cara.
- Si - conteste en seco
- eso es genial, bueno no soy amante de la música pero me encanta como suena el piano, Aegan toca pero lo hace del asco - hablo Adrik y Aegan solo se limitó a rodar sus ojos.
- te tocaría una canción pero van tarde ¿no es así Jude? - cuestione mirándola y ella asintió.
- está bien - habló él rodando los ojos - ¿nos vamos? - agregó él estirando su mano hacia Jude y ella asintió con sus mejillas sonrojadas - cuando pasaron por el lado mío Adrik me susurro - prefiero que me toques otra cosa. - rodé mis ojos
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Somos Dos Mentirosos ~ fanfic ~
FanficMí padre siempre me dijo que si yo no me podía cuidar sola nadie lo haría. Y Hoy le estoy quitando la tranquilidad al hombre que me arrebató mi inocencia, Esa inocencia que desapareció cuando decidí ir a aquella fiesta, nadie me ayudó, ni mi padre l...