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Era temprano, un día donde honraban a los caídos de la cuarta gran guerra ninja. Sakura-San y Sarada me habían hablado de ello, así que las acompañe a honrar a los caídos. Podría pasar por la tumba de mi padre al final de la ceremonia, así lo hice, la ceremonia termino y camine hacia la tumba que decía: Uchiha Itachi. Le coloque unas flores con agua y me senté frente a ella. ― Hola papá. ― Dije en voz alta en saludo. ― Volví de mi misión, conocí a un loco obsesionado con tu compañero de Akatsuki, que decía que volviéramos a ser una pareja como ustedes. ― La Uchiha cerro sus ojos y dijo en un tono presumido característico de los Uchiha ― Es una pena que yo no sea una miembro de Akatsuki y me alié con peces. ― Solté una carcajada divertida ― Pero bueno quien te culpa de ser amigo de un salmón. Muy talentoso de lo que se. ― Miro la tumba de su padre ― Te quiero papá. Lamento no venir tan seguido. Pronto tendré una misión de infiltración en una organización. Cruza los dedos por mi. ― Dije mientras sonreía ― Prometo traerte flores cuando regrese, tal vez... No es nada, te quiero. ― Dije levantándome acomodando las flores y yéndome sonriendo.
Nuestra misión era infiltrarnos en una reunión de un miembro interno de Kara. Nuestro equipo fue el seleccionado para esta misión, además que el séptimo era amigo cercano de la señora que fue invitada, y su hija no quería ir así que yo la remplazaría. Según la mujer yo era exactamente igual a su hija. Así estaba por salir a una misión, donde debía usar unas gafas sin vidrios para tomar fotos de criminales que asistieran a esa fiesta. Mis compañeros iría trasformados de guardaespaldas y Yuki vigilaría con la maestra. Así llego el día con Sarada nos despedimos ya que ella tendría una misión fuera en el país del silencio. Nos deseamos suerte y con el equipo partimos a nuestra misión. Llegamos a la casa donde vivía la mujer y nos presentaron, era muy amable y su hija era de salir poco, así que estuvo a gusto con el plan. Me dieron que vestir y me cambie, me entregaron los lentes, había pasado días memorizando caras de libros bingo y mafias. Me vestí con un vestido que la señora me presto y dijo que me lucía genial, no era mi gusto los vestidos me sentía patética incluso Kento y Yuki se burlaron: ― Te vez tan princesita. ― Dijo Kento. ― De seguro consigues galán. ― Dijo Yuki. ― Muy gracioso. ― Dije molesta. Llegamos al lugar. ― Papá, Sasuke-San sobre protege a Sarada de los chicos y se pone celoso de que salga con algunos, ¿Tu serías igual?, ¿Te daría algo al verme vestida así?, ¿acaso me seguirías para que ningún chico me coqueteo?, sería lindo que me vieras ahora. ― Pensaba.
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