🌑 [ 𝟔𝟗 ]

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― Una mujer casada no debería... ―Nikki hizo una pausa nerviosa. ― O eso creo yo... ―aclaro antes de continuar. ― No debería posar en una sección de fotos vestida...

― Vestida tan llamativamente, por no decir vulgar. ―completo Izanami con una mirada seria, claro que ella no lo veía así, pero su enfermera en jefe del área de rayo x había puesto el tema sobre la mesa. ― ¿En serio piensas eso?

― Un poco... ―admitió la enfermera. ― Más porque es la esposa del Kazekage... ―ella desvió la mirada. ― Y tiene hijos.

― Entiendo tus razones. ―aseguro la peli negra. ― Pero dejemos el tema, tenemos trabajo, nos vemos, Nikki. ―se despidió la Uchiha antes de seguir con su camino (de la sala donde se reunía a descansar el personal a su oficina).

Izanami lo decía pero se quedó pensando en aquellas palabras, «Claro que soy madre de cinco niños y que amo a mi esposo, pero... disfruto de modelar, así sea de vez en cuando», pensó Izanami mientras caminaba devuelta a casa, al llegar cuando abrió la puerta de la casa, que hace un año había comprado con Shinki ―ya que el apartamento donde solían vivir de novios, ya estaba quedando pequeños con tantas personas en casa―, se encontró con Izumi dormida en el regazo de Koji, estando ambos sentados en el sillón.

Izanami sintió un recuerdo inundar su mente, Shinki y ella, iguales cuando recién llegó a la arena...

Koji la miro, estaba avergonzado, nervioso. ― Bu-buenas noches, Izanami-Sama... ―él estaba sonrojado.

Izanami levanto la mano en señal de saludo, no quería despertar a su hija y mucho menos poner tan tensó al chico, sabía que ese tipo de mensajes eran bonitos.

Izanami Uchiha:

Camine hacia la segunda planta de la casa, sus dos hijos mayores ―Kenichi y Takeshi― estaban en la biblioteca de la casa, leyendo unos libros ―Kenichi leía muy concentrado uno sobre romanticismo, mientras que Takeshi leía uno sobre plantas―, cuando vi que me miraron les sonreí, diciéndoles con la mirada que siguieran tranquilos, Kenichi lo hizo, pero Takeshi dejo su libro y camino hacia mí, me abrazo y me llevó hasta el cuarto donde dormían los tres.

Jiro estaba en su cama jugando videojuegos con Fuu, en su computador. ― Han pasado así toda la tarde, y cuando intentamos entrar Fuu usa su arena. ―me explico mi hijo y yo suspire.

― Fuu. ―alcé mi voz para regañarla cuando Take estuvo lejos de la puerta, para que entre ellos no fueran a discutir después. 

La arena fue hacia mí, pero me case con Shinki, ya estaba acostumbrada a esquivar arena e incluso a lograr atacar al manipulador de esta.

Y no tardé en llegar hasta Fuu ―era una niña de a penas seis años, era obvio su bajo control de la arena―.

Ella cerró los ojos como si eso la fuera a hacer invisible.

― Fue mi idea. ―susurro con miedo Jiro, antes de que yo pudiera hablar.

Arquee una ceja, no hable.

― Le dije que así podríamos jugar videojuegos todo el día, no queríamos que te enojarás. ―me dijo mi hijo y yo mire a Fuu. ― Si alguien debe pagar debo ser yo, mamá...

Sonreí, ellos habían aprendido tan bien a ser honestos...

― Mañana entrenarás conmigo, ahora terminen de hacer sus tareas de hoy, que iré a hacer la cena. ―dije y ellos asintieron. ― Los videojuegos, los quiero en mi escritorio lo que queda de la semana.

― Si señora. ―me dijeron y yo baje las escaleras, mire hacia la sala y vi a Izumi ya despierta hablando con Koji, sonreí y luego camine a la cocina.

𝓒𝓾𝓻𝓼𝓮𝓭 𝓔𝔂𝓮𝓼 |ᴋᴀᴡᴀᴋɪ ʏ sʜɪɴᴋɪ|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora