🌸 [ 𝟔𝟐 ]

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Ella suspiro con un gran desgaste, otro largo día de trabajo y tendría que llevarse algunos trabajos a casa para tenerlos listo para el día siguiente.

Al llegar a casa se dio cuenta que el departamento estaba vacío, completamente, la Uchiha no tardó en quitarse algunas prendas formales y quedar en una licra de short negra con su brasier, estaba cómoda y decidió dejar algo sencillo de comer listo.

Camino hacia su celular, no tardó en abrir Youtube y colocar un ritmo sensual de fondo, para cocinar y bailar mientras hacía aquello.

No tardó en estar moviendo la cadera al ritmo de las canciones que sonaban mientras hacía algunos sándwiches, y en medio de aquel momento ―donde la Uchiha parecía estar en una burbuja de felicidad― el umbral de la cocina fue atravesado por un peli negro que veía atento los movimientos de cadera de la muchacha.

La canción aumento la velocidad el bit inicial, y la Uchiha bajó lentamente hacia el suelo, disfrutando la canción.

Y entonces el peli negro la atrajo hacia él, causando que la cola de la chica chocará con el miembro del muchacho de cabellos negros.

La peli negra sintió los nervios invadirla, dejando de bailar de repente. ― Shinki, Dios, que susto. ―comento la Uchiha sobresalta al sentir el cuerpo de su pareja.

Shinki no dejo que se alejará ni unos centímetros. ― Pues ya has visto que soy yo, el susto sobra. ―dijo el peli negro y la Uchiha sintió sus mejillas arder. ― No tienes porque parar...

Izanami sonrió coqueta. ― Shinki. ―ella lo miro con algo de excitación.

― Sigue, hasta si quieres báilame sin nada. ―susurro en el oído de la Uchiha.

Algunos días después, Shinki estaba caminando por el pasillo del hospital a la oficina de su prometida, en su mano izquierda llevaba una caja en forma de corazón ―un regalo para su esposa, llena de sus chocolates favoritos y un poema que le había ...

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Algunos días después, Shinki estaba caminando por el pasillo del hospital a la oficina de su prometida, en su mano izquierda llevaba una caja en forma de corazón ―un regalo para su esposa, llena de sus chocolates favoritos y un poema que le había recordado a ella―, pero antes de poder cruzar la esquina del final del pasillo hacia la oficina de su prometida freno en seco al escuchar un fuerte ruido.

Una discusión.

― ¡Usted!, ¡usted!, maldita desgraciado. ―le grito una chica de cabellos rubios, en un tono lo bastante alto a la Uchiha, en medio del pasillo del hospital, llamando bastante la atención de algunos miembros del personal médico.

Izanami no dijo nada, miro con una mirada bastante neutral a la muchacha.

― ¡Asesina! ―le grito la rubia, y la Uchiha no mostró expresión alguna, silencio. ― Hija de la gran puta, ha dejado morir a mi padre...

Izanami vio la mirada llena de rabia de la muchacha, la podría matar si no conociera su reputación, estaba segura que no se le había tirado encima porque todo Sunagakure sabia que más de una excelente médico era la sombra a la que el Kazekage llamaba a la hora de enfrentarse a enemigos formidables por su rapidez de matar.

𝓒𝓾𝓻𝓼𝓮𝓭 𝓔𝔂𝓮𝓼 |ᴋᴀᴡᴀᴋɪ ʏ sʜɪɴᴋɪ|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora