Izanami estaba haciendo hace un buen rato pereza, envuelta entre cobijas y sabanas de la cama de Shinki, del hotel. Con una sonrisa tímida recordando la noche anterior, sus mejillas estaban sonrojadas, cuando Shinki la atrajo hacia sí.
― Cuando bebimos el afrodisiaco hable con Kawaki. ―Shinki rompió el silencio, pacifico, que se sentía en el cuarto con aquel comentario.
Izanami dejo de sonreír de inmediato, levantándose de golpe. ― No tenías porque. ―aclaro ella.
― Lo vi, Kawaki estaba enojado y preocupado por ti, porque te habías bebido ese afrodisiaco. ―dijo Shinki serio.
― Shinki no quiero discutir luego de...
― Izanami, no quise preguntártelo hasta anoche pero...
― Fuiste mi primera vez, Shinki, o por lo menos por voluntad propia. ―dijo Izanami interrumpiendo al Kazekage.
― ¿Amaste a Kawaki?
«No busques respuestas que no quieras escuchar», pensaron ambos, mirándose directo a los ojos.
― No puedo decir que lo ame, porque siento que conocí ese concepto contigo, Shinki. ―dijo muy seria la Uchiha. ― Pero no niego que con él sucedieron muchos momentos, y hubo una atracción entre los dos.
Shinki mantuvo el silencio unos segundos y cuando Izanami se comenzaba a poner su ropa, la detuvo tomándola de la mano. ― Déjalo Shinki. ―le pidió algo molesta la Uchiha, pero el peli negro no la soltó.
― Quería escucharlo. ―confeso él. ― Quería ver tus ojos y saber que...
― Esa etapa ya había concluido. ―concluyó la Uchiha seria. ― ¿Verme hablando con Kawaki anoche te hizo pensar otra cosa?
― Puede ser...
Izanami le sonrió con dulzura a su novio, acercándose a él y comenzando un abrazo. Ambos lo mantuvieron unos minutos más, mientras hablaban sobre como se sentía la estabilidad de su emoción y como no había porque preocuparse... Y así pasaron una hora hasta que Izanami le dijo que tenía que irse, porque tenía una reunión con su hermana, y Shinki le informo que esa noche partiría a Sunagakure para prepararse para una cumbre que pronto se daría. Pero que luego de está solicitaría tanto a Konoha como a ella que se quedará en Sunagakure por un largo período de tiempo.
Y entonces Izanami intervino, diciéndole que no se iría a Sunagakure sin cenar con sus padres y Boruto, porque llevaba posponiendo esa cena desde antes de la guerra. Le dio un beso en los labios a su novio con cariño y luego le dijo que buscará que ponerse para esa noche, que después ella lo acompañaría a la estación, y fue justo en ese momento cuando Shinki sintió su sangre helarse un poco.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
― Con esas gafas pareces, Tsunade-Sama. ―dijo en saludo con una sonrisa, la Uchiha mayor a su hermana menor.
― Y tú mamá con esa bata de hospital. ―dijo Sarada con una sonrisa divertida.
