― Entonces, ¿tenemos que meterle otros Otsusukis además de Momoshiki a mi hijo para que ganemos una guerra? ―pregunto Naruto algo confundido, tratando de recapitular todo lo anteriormente contado por Sasuke.
― Así es. ―confirmo Sasuke y todos los presentes se sintieron frustrados.
Sarada solo sintió algo de impotencia y negación. ― Ya de por sí controlar a Momoshiki es difícil, sellar en Boruto otros cinco es más que un peligro. ―intervino Sarada tratando de contenerse de sonar más que preocupada y seria.
― Es nuestra única salvación. ―aclaro Amado serio.
― Eso decían de Ada y está tirada en una camilla, por una simple humana. ―murmuro Kawaki.
― Eso es cierto. ―acepto el científico de cabellos blancos. ― Pero, ustedes más que nadie saben el poder que tienen los Otsusukis, y yo no me tomaría a juego la profecía que trajo Sasuke.
― Nadie se la está tomando a tranquilidad. ―aclaro Izanami. ― Pero lo que exige esa profecía para enfrentar a ese hombre es... ― Izanami miro al rubio menor. ― Una completa locura.
Hubo un silencio de minutos, pero entonces Sakura intervino.
― Nuestra prioridad ahora es sobrevivir. ―decidió seria le peli rosa. ― Y si eso requiere que llenemos a Boruto de alienígenas, pues eso haremos... ― Sakura miro a Hinata, luego a su hija y por último a Himawari, esa decisión las había hecho deprimirse... Ellas eran quienes más querían a Boruto. ― Y sé que... Es mi sobrino, tú hijo Naruto, pero... Si Boruto está dispuesto a hacer ese sacrificio, ya es un joven hecho y derecho, y debemos apoyarlo.
Boruto sonrió, ― Gracias tía Sakura. ―él se sintió apoyado. ― Yo estoy más que dispuesto a hacerlo.
Sakura asintió seria, ― En ese caso... ―la peli rosa miro a su hija mayor. ― Izanami, ya es hora de que apliques todo lo que aprendiste en Kumogakure junto a Orochimaru y Tsunade-Sama.
Izanami tomo aire, estaba nerviosa, tensa por el tema, pero asintió. ― Lo haré. ―acepto Izanami seria.
Izanami no estaba muy contenta de hacerle un daño a Boruto, pero si eso era lo que se necesitaba para salvar el mundo, pues no era como que tuviera muchas opciones.
La conversación de que hacer continúo, y cuando termino hubo tres decisiones sobre la mesa. La primera, que Boruto sería la vasija de los seis Otsusukis como la profecía lo decía y se le informaría a los Kages de este hecho. La segunda, que Izanami se encargaría de hacer los sellos, con apoyo de los dos Sanin que aún vivían y una ninja de Kumogakure que había sido llamada por su conocimiento en algunos sellos. Tercero, que cuando llegara esa entidad que se llamaba Padre solo los ninjas de élites lo enfrentarían, y que como la cuarta gran guerra ninja Shikamaru y los Kages estarían al mando de estrategias. Y cuarto, al día siguiente todas las aldeas traerían sus ejércitos a la hoja, después de todo los Otsusukis lo tenían como punto de referencia para el ataque.
― Está noche trasferiremos a Jigen del cuerpo de Kawaki, al cuerpo de Boruto y haremos que Orochimaru traiga a los otros tres Otsusukis con Kaguya. ―dijo Shikamaru serio. ― Izanami...
― Le has pedido demasiado a Izanami. ―interrumpió Hinata, aun con una mirada tímida como las que siempre estaban en sus ojos cuando era niña.
Y está se hizo nerviosa al sentir las miradas de todos sobre la Hyuga.
― Hinata-San... ―soltó sorprendida Izanami al ver como la Hyuga interrumpió a Shikamaru.
― Solo... Digo, Sakura y Tsunade también saben sellos y... ― Hinata iba a intervenir, pero Naruto le hizo señas para que se detuviera. ― Ella detuvo la omnipresencia, curo muchos civiles y mantuvo vivo a un escuadrón completo, luego de pelear con Code.
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𝓒𝓾𝓻𝓼𝓮𝓭 𝓔𝔂𝓮𝓼 |ᴋᴀᴡᴀᴋɪ ʏ sʜɪɴᴋɪ|
Fanfiction𝗠𝗶 𝘀𝗮𝗻𝗴𝗿𝗲, 𝗺𝗶𝘀 𝗼𝗷𝗼𝘀 𝗲𝗿𝗮𝗻 𝘂𝗻𝗮 𝗯𝗲𝗻𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗵𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗺𝗶𝘀 𝗼𝗷𝗼𝘀 𝗺𝗲 𝗿𝗼𝗺𝗽𝗶𝗲𝗿𝗼𝗻. 𝙇𝙖𝙨 𝙙𝙤𝙨 𝙪𝙡𝙩𝙞𝙢𝙖𝙨 𝙐𝙘𝙝𝙞𝙝𝙖𝙨, 𝙨𝙤𝙣 𝙡𝙖𝙨 𝙥𝙧𝙤𝙩𝙖𝙜𝙤𝙣𝙞𝙨𝙩𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙚𝙨𝙩𝙖 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖. �...