⌛ ʟᴀ ʜᴇʀᴇᴅᴇʀᴀ ᴅᴇ ʟᴀ ᴀʀᴇɴᴀ ᴄᴀʀᴍᴇsɪ́. 🌑

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Una pequeña niña de cabellos rojizos, vestía un vestido típico de Sunagakure ―una falda larga y amplía, decorada con apliques, cintas y con un bolero en la parte inferior. La blusa era una con hombros descubiertos y las mangas abultadas―, la niña tenía entre los 9 a 10 años, con un micrófono en su oído, que se extendía hasta sus labios.

La pequeña, sonreía, extendiendo sus manos hacia los lados, agarradas con los pliegues de su vestido, lista para dar un show, en la mitad de aquella plaza, sobre la tarima de madera que se paraba ―acompañada por una banda con instrumentos acústicos―. 

La banda comenzó a tocar, ― Uyyy. Va subiendo la corriente... ―cantó la niña, antes de reírse nerviosa por unos cortos segundos. ― La canoa de bareque

Para llegar a la playa...

Va subiendo la corriente
Con chinchorro y atarraya
La canoa de bareque
Para llegar a la playa. ―los coristas con instrumentos hicieron unos ritmos al ritmo del tambor.

― El pescador, habla con la luna

El pescador, habla con la playa
El pescador, no tiene fortuna
Sólo su atarraya

El pescador, habla con la luna
El pescador, habla con la playa
El pescador, no tiene fortuna
Sólo su atarraya. ―cantó la niña, y cuando termino ese coro, se dio una vuelta al ritmo de los tambores.

― Regresan los pescadores

Con su carga pa' vender
Al puerto de sus amores
Donde tienen su querer. ―canto la niña moviendo un poco los pliegues de su falda al ritmo de la canción.

― Regresan los pescadores

Con su carga pa' vender
Al puerto de sus amores
Donde tienen su querer. El pescador, habla con la luna
El pescador, habla con la playa
El pescador, no tiene fortuna
Sólo su atarraya. ―y el último verso lo cantó, finalizándolo con una nota alta.

Los aplausos estallaron en la plaza, pero la niña solo se fijo en los de un hombre de cabellos negros y una mujer con una bata médica. 

Sus padres.

La niña hizo una reverencia y bajo del escenario a toda prisa, corriendo hacia los dos adultos ―ninjas― que vieron el show.

Y salto a los brazos del peli negro. ― ¡Papá! ―chilló de felicidad la niña mientras su padre la levantaba y le daba un beso en la mejilla.

― Mi pequeña llama de fuego. ―la saludo el Sexto Kazekage mientras la médico se acercaba y recibía a la niña en brazos.

― ¡Mami! ―la saludo la pelirroja con una sonrisa mientras la mujer la levantaba por los aires.

― Cantaste hermoso, mi niña. ―la felicito la médico de cabellos negros, con una sonrisa dulce, más habitual en sus labios que nada.

― Lo aprendí de ti. ―le aseguro la niña y la mujer de cabellos negros se sonrojo.

― Es cierto. ―le aseguro Shinki mientras se acercaba a las dos. ― También el baile.

Izanami se puso aún más roja. ― Shinki, basta. ―le pidió ella y Shinki sonrió divertido.

― Me voy a bajar. ―aviso la niña, mientras se soltaba de los brazos de su madre, sabiendo que esos dos se iban a abrazar o demostrar con contacto físico su cariño.

Izanami dejo que el peli negro la acercará y después que la besará, con el mismo amor y atracción que cuando tenían 16 años.

― Parecen recién casados. ―les dijo Izumi, su hija mayor, a sus padres mientras ponía sus ojos en blanco.

𝓒𝓾𝓻𝓼𝓮𝓭 𝓔𝔂𝓮𝓼 |ᴋᴀᴡᴀᴋɪ ʏ sʜɪɴᴋɪ|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora