Aquella noche, una noche antes de que toda una guerra estuviera apunto de estudiar, un peli negro de ojos verdes, se encontraba caminando por los pasillos del refugio de Konoha, directo hacia un cuarto ―que había visto con su ojo hecho de arena, al investigar el lugar― que estaba completamente vacío.
Al entra pudo ver la misma cantidad de camas, que los demás ―cuatro camas―, unas paredes de piedra, un armario de madera y algunos otros muebles que ayudaban a llenar un poco el cuarto. Luego apareció por la puerta una chica de cabellos negros, largos y algunas ondas. Un uniforme ninja que dejaba resaltar las curvas y bien trabajado tiempo.
― Shinki. ―su nombre fue dicho en un saludo, antes de que la peli negra abrazará con una sonrisa al ninja de la arena. En medio del abrazo, deslizo sus manos por el cabello del peli negro, hasta que llego al cuello y se permitió colgarse de él.
― Valió la pena escaparme de mi padre y primo, por verte... ―dijo Shinki con una sonrisa antes de besar a la chica.
Aquí todos los que estábamos dudando de la identidad de la chica, teorías antes de leer si Shinki le fue infiel a Izanami o era ella.
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Shinki sonrió con emoción, al sentir el contacto entre los labios de la Uchiha, quizás no pasaban días sin besarse, pero él había extrañado tanto esa privacidad... Poder estar en el mismo cuarto, protegidos por las cuatro paredes de un material duro como la piedra, que protegiera aunque fuera un poco de los oídos ajenos, de los ojos juzgones o chismosos. Y luego de separarse del beso, Shinki cerró la puerta del cuarto con su arena de hierro, se llevo a la Uchiha a una de las camas, y se dejo caer con ella en el colchón.
Y silencio.
La noche a penas comenzaba, pero ya él sentía que sería larga. Comenzando por esos primeros minutos de silencio, ambos analizando que decir, que era lo mejor... Y como siempre ella dijo lo que ningún quería.
― ¿Te irás a Sunagakure, antes de que la guerra estalle, no es así? ―pregunto Izanami mientras se acomodaba en el pecho de su novio, con una expresión pensativa y algo desanimada.
Shinki acarició el cabello de la Uchiha, ― Mi padre quiere que yo proteja la aldea mientras el lucha en el campo de batalla. ―comenzó a decir Shinki en un tono serio, pero sin dejar de mostrar su afecto con la caricia. ― Pero me niego a que él se enfrente solo a esas bestias, y también me niego a dejarte sola luego de lo que paso con Code.
Izanami desvió la mirada, aunque el peli negro no podría verlo. ― Ya estoy con mi familia, Shinki. ―dijo ella como si eso cambiará algo.
― Izanami, eso no cambia el peligro que esos aliens representan. ―recordó serio el peli negro.
― Somos prácticamente descendientes directos de esos marcianos... ―Izanami iba a excusarse, pero el peli negro la subió aún más sobre su pecho, para mirarla a los ojos.
