― Claro que conozco a alguien tan hermosa como yo. ―aseguro la peli azul con una sonrisa. ― Muchas chicas, pero llamaré a dos que me deben un favor.
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― ¿Yo modelo? ―pregunto Izanami en un suspiro de confusión, estaba hace unos minutos atendiendo la llamada de Ada.
― No es una propuesta, estoy cobrándote la vez que casi me matas. ―aclaro Ada.
― Bien merecido que te lo tenías. ―cortó Izanami.
― Ese no es el punto, Uchiha. ―aclaro sería Ada.
― ¿Y cuál es? ―pregunto Izanami.
― Que vas a ser modelo con Sumire. ―dijo Ada con una sonrisa y tono emocionado.
― Definitivamente no. ―la cortó la Uchiha.
― Te juro que no será con poca ropa, o ropa interior. ―juro Ada e Izanami lo considero unos segundos.
― ¿Me dejaras en paz, si acepto? ―pregunto la Uchiha.
― Lo prometo. ―le aseguro Ada.
Izanami suspiro. ― Bien, iré, dame fechas y... ―Ada ni siquiera la dejo terminar.
― Mañana mismo. ―le dijo ella y la Uchiha se estrelló la cabeza en el escritorio.
― Bien. ―y le cortó la llamada, suspirando, sabía que tenía que viajar esa misma noche.
🌻
Izanami Uchiha:
Luego de decirle a Shinki que viajaría a Konoha de urgencia a ver a Ada y Sumire, además de aprovechar y reunirme con mi hermana para hablar de las clínicas del país del fuego, él se despidió de mi con una sonrisa, le mencione por encima que le ayudaría a Ada con una sección de fotos, pero no fui tan directa sobre que yo sería una de las modelos. Sinceramente a mí aún no me entraba a la cabeza ese hecho, que Ada me quería para modelo.
Al llegar a Konoha eran las 2 AM, había llamado a mi madre y ella me había dejado una copia de las llaves en nuestro lugar secreto para entrar.
Al volver a mi vieja recamara, sentí la nostalgia inundarme...
¿Hace cuánto no dormía allí?
¿Tanto tiempo había pasado de que use aquel cuarto?
¿En serio me había ido con tan solo 14 años, de mi hogar?
¿Cuando había pasado tanto?, estaba casada, Code había muerto y...
Me vi en el espejo, una mujer de cabellos negros, ojos ónix hermosos, con un brillo natural, mi piel clara, mi cuerpo bien formado... Con curvas e incluso músculos por mis entrenamientos, el anillo en mi dedo anular derecho...
Y luego, mi mirada se centro en la esquina del espejo, allí colgado, el collar que me había regalado Code.
