𝓒𝓾𝓻𝓼𝓮𝓭 𝓔𝔂𝓮𝓼 |ᴋᴀᴡᴀᴋɪ ʏ sʜɪɴᴋɪ|

🌻 [ 𝟓𝟒 ]

Así pasaron los días, desde que  el escuadrón volvió a Konoha, Sarada estaba muy envuelta en conectar los trabajos junto con Kaminari Compañía. Revisaba informes y no dejaba nada fuera de su trabajo esforzándose el doble para sacar todo adelante. Sus padres lo notaban ya que llegaba a la casa rendida, mientras que Boruto se llenaba de misiones para ayudar a Sarada, yendo de un país a otro. En Sunagakure las cosas iban parecidas, Izanami estaba con el trabajo habitual doblándose para cumplirlo y con ayuda de Yodo, investigando las aldeas y planeando con la junta los trabajos, mientras su novio cumplía con diligencias de Kazekage y conferencias. 

La cumbre de los Kages llego y se comenzó a hablar de todo los planes, las ideas de las clínicas, las ideas de extender los trabajos y ese día los noticieros se amontonaron en las puertas para esperar la salida de los Kages con sus decisiones. Como también el rumor de que la Octava Hokkage estaba comprometida, muchas noticias estaban en vivo esperando que los 5 Kages salieran. Cuando le reunión termino los Kages salieron del lugar y las cámaras fueron hacia las preguntas pero la gran mayoría no declararon. Solo hablo la Hokkage para declarar que se discutió sobre el futuro de pequeñas aldeas y que no darían muchos detalles. ― ¡¿Es verdad que esta comprometida con el hijo del séptimo Hokkage?! ―grito uno de los periodistas del lugar. 

― ¡¿Es verdad que las alianzas fueron por el ataque terrorista?! ―pregunto otro periodista.

 La Hokkage no contesto nada y Shikadai no tardó en alejarla de los periodista, cerrando las puertas de las oficinas.

Volvieron a la oficina y Boruto ya los esperaba ahí, ― Oye Boruto... Llevamos unas semanas planeando la boda. ―comenzó con el tema Sarada. 

Boruto la miro, ― Así es, ¿sucede algo malo? ―pregunto el rubio.

― Ya le entregue unas invitaciones a los Kages... ―continúo Sarada.

― Muy bien... Y yo le entregare la invitación a Kawaki y a los chicos. ―aseguro Boruto.

Sarada asintió, ― Muy bien, solo pensé que... tengo nervios porque las fechas se acercan y por ser la Hokkage es un evento que todos esperan. ―dijo Sarada y Boruto la tomo de la mano.

― Tranquila, nadie que no sea invitado irá, y será un día donde solo puedas ser feliz. ―le prometió Boruto y siguieron con su día. 

Sarada estaba muy emocionada por probar su traje de novia que su madre había elegido y Boruto nervioso porque el día llegara.

Izanami había estado ocupada corriendo por el país del viento revisando que todo fuera bien. Con su prometido había estado en la planeación de pequeño equipos de ninjas que supervisaran la construcción de plantas para recolección de energía por el viento, con ello Izanami también estaba supervisaba que las pequeñas clínicas de las aldeas volvieran a su funcionamiento, dejando a cargo los ninjas médicos en los cuales más confiaba y que quería vivir en pequeñas aldeas. Shinki tenía a Araya quien lo ayudaba en lo que su prometida no cubría. Los planes entre la alianza era que el tren comenzara a pasar por esas naciones al ya estar en su totalidad de listas para operar. 

Esa mañana Izanami salía de una junta de la arena a punto del colapso por no a ver dormido hace días o si lo hacía era poco, cuando escucho a Shinki llamarla, ― Izanami. ―la nombro el Kazekage.

La Uchiha miro en dirección a su prometido. ― ¿Qué sucede, Shinki? ―pregunto ella y el peli negro pudo ver más detalladamente lo desgastada que estaba su prometida.

― ¿Estás- estás bien? ―pregunto preocupado el Araya, quien acompañaba Shinki en ese momento. ― No, no respondas si vas a decir que bien, porque tú cara lo dice todo.