¿Cuántas incógnitas he dejado en este punto de la historia?, Demasiadas, y justo en este punto es el momento de que las suelten porque los capítulos que se vienen son para solucionar ellas y más.
Este capítulo va para todas esas lectoras que escriben que ya quieren ver a Shinki y saber que paso con él.
ʟᴀ ᴄᴀʟᴍᴀ ᴀɴᴛᴇs ᴅᴇ ʟᴀ ᴛᴏʀᴍᴇɴᴛᴀ ᴅᴇ ᴀʀᴇɴᴀ
Dos meses y medio después de la llegada de Izanami a Konoha:
― Bienvenidos a Konoha. ―dijo en un saludo Shikamaru, a los dos Chunin de la arena frente a él, uno de ellos su sobrino. ― Veo que han crecido demasiado, de la última vez que los vi.
Los dos ninjas miraron al Octavo Hokkage serios, la muchacha de cabellos rubios había crecido en una altura bastante distinguible, con su gran mechón de pelo que cae sobre su frente, exactamente igual que cuando era una niña. Sus ojos de color azul aún mantenían esa mirada fría y cautelosa, que la distinguía de muchas chicas de su edad, aun eran acentuados por marcas rojas alrededor de sus ojos, además de un lápiz labial rosa en sus labios. Su vestimenta no había cambiado demasiado, un top morado oscuro que le cubre el pecho, bajo una chaqueta de color lavanda con capucha, audífonos, pantalones oscuros y guantes negros.
― Personas de pocas palabras, eh. ―suspiro Konohamaru con una sonrisa nerviosa. ― Seguro se llevarán increíble con nuestros Chunins.
Yodo los ignoró, comenzando a caminar por donde sabía estaba su hotel. ― Agradezco que al menos tú vinieras de Sunagakure para mejorar los aspectos que ambas aldeas necesitan. ― dijo Shikamaru a su sobrino.
Shinki mantuvo su mirada en la aldea de Konoha, ― También va a venir mi tío Kankuro. ―dijo Shinki en su habitual tono serio y frío. ― Pero siempre es... agradable poder ayudar a la familia.
Familia, ese termino antes no lo usaba su sobrino, de eso estaba seguro Shikamaru. Porque en esos 17 años que lo conocía, como su tío, él solo se refería a Gaara como su familia, a duras penas le decía tío a Kankuro, y a su esposa ―Temari― solo la llamaba Temari-San, ni hablar de él, prácticamente lo ignoraba, así que lo primero que paso por la mente de Shikamaru fueron sus propias palabras y el recuerdo de la carta de Gaara, de hace un año ―que iba a su esposa, pero por lo feliz que estaba se lo contó a él―.
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― No sabes lo feliz que está Gaara. ―le dijo su esposa, a Shikamaru con una sonrisa.
Ambos estaban en su cuarto matrimonial, preparándose para irse a dormir. ― ¿En serio?, me alegra que por lo menos en otras aldeas la paz se mantengan. ―dijo Shikamaru con una sonrisa, después de todo, su esposa a veces pasaba días triste, preocupada por todo lo que podía pasar en el mundo ninja, a su hijo, esposo...
