🌸 [ 𝟔𝟖 ]

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― Quiero escuchar la historia de tú desaparición por tres días. ―pidió una pequeña niña de cabellos rojos con una sonrisa dulce e inocente.

Shinki asintió. ― Fuu, ya conoces esa historia de pies a cabeza, te la cuenta desde siempre. ―dijo Izumi y su hermana le hizo una mueca. 

― Es mi favorita. ―aclaro la niña.

― ¡Pero la hemos escuchado más de 6 veces! ―se quejo Izumi mientras mostraba en su cara, la poca paciencia que le tenía a su hermana.

― Tú le has pedido a papá contarte la historia de como le pidió a mamá ser su novia. ―contraataco la hermana menor de Izumi.

― Tranquilas las dos. ―las calmo Shinki. ― Izumi, le contaré la historia a tú hermana y luego prometo que te contaré la que tú quieras.

― ¿La que yo quiera? ―pregunto de nuevo Izumi y el hombre de cabellos negros asintió.

― La que tú quieras. Ahora bien, Fuu... ―Shinki miro a su hija menor. ― Todo comenzó un día que Izanami y yo peleamos por falta de dedicarnos tiempo. Ese día habíamos salido de casa enojados entre ambos.

― Y nunca debemos estar enojados entre nosotros antes de salir de casa porque no sabes si volveremos. ―dijo Fuu y Shinki asintió.

Izanami estaba en su oficina muy tranquila, revisando mucho de su papeleo, cuando su teléfono sonó y al contestar, la voz de una preocupada. ― Izanami-San, es solicitada en una cirugía urgente... ―la mujer hizo una pausa, como si las palabras se le atascarán en la garganta. ― Acaba de llegar una mujer muy golpeada. Baje por favor.

Izanami no dudo en bajar y al llegar a urgencias quedó espantada. La mujer no estaba solo golpeada, tenía su cara irreconocible por quemaduras y golpes, su cuerpo estaba igual o peor.

La Uchiha se contuvo unos segundos, tenía mucho asco.

Pero luego fue hacia la sala. ― Costillas rotas, lecciones por todo el cuerpo, quemaduras de primer y segundo grado... ―una enfermera la informaba de todo lo que esa mujer estaba pasando.

― ¿Por dónde comenzamos, Izanami-San? ―pregunto otra. 

― Quemaduras... ―respondió Izanami y la operación / tratamiento comenzó.

Por parte de Shinki llevaba todo el día en reuniones de la junta cuando fue hora de almorzar él pensó en llevarle algo de comer a su esposa, en señal de arrepentimiento por aquella pelea, pero al llegar al hospital ―a las dos de la tarde, conociendo a su esposa, que ese era su horario habitual de salir a darse un descanso― se encontró con que ella estaba en una cirugía hace más de seis horas, tratando a una paciente que había llegado al borde de la muerte.

― No puede entrar Kazekage-Sama. ―le negó de inmediato uno de los enfermeros, que estaba de turno en urgencias.

― Entonces sáquenla de allí. ―dijo Shinki. ― Ya van a ser siete horas...

― Ella está en la cabeza de las operaciones e intervenciones. ―me dijo el enfermero serio.

― Son siete horas. ―repitió Shinki, tratando de forcejear con el otro hombre.

― Kazekage, por favor, no interrumpa el procedimiento. ―dijo el enfermero. ― Entienda que usted está lleno de bacterias que pueden afectar a la paciente...

― No me pida que no me preocupe por mi esposa, que debe estar experimentando un gran desgaste. ―repitió el Kazekage serio, pero está vez mientras forcejeaba con el enfermero, debajo de la puerta de operaciones envió arena de hierro ―suficiente para hacer su técnica de ojo espía y un poco más―.

𝓒𝓾𝓻𝓼𝓮𝓭 𝓔𝔂𝓮𝓼 |ᴋᴀᴡᴀᴋɪ ʏ sʜɪɴᴋɪ|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora