🌑 [ 𝟔𝟕 ]

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Izumi no Sabaku:

Suspiré pesadamente, definitivamente admiraba a mamá de poder quedarse hasta tarde en el hospital y levantarse al día siguiente con energía a esforzarse por todos en casa. Camine a mi baño, suspirando, me mire en el espejo y al ver mi cabello corto y despeinado con ondas muy visibles, desvíe la mirada frustrada, ¿Por qué no había heredado el pelo lacio de mamá y en lugar había heredado los crespos de algún familiar que quien sabe quién era?, me pregunte mientras me quitaba la ropa, tome mi celular ―no tarde en colocar la playlist denominada clásicos― y entraba a la ducha. Me di una ducha de aproximadamente 14 minutos, lavando mi cabello y mi cuerpo. Al salir de la ducha, me envolví en la toalla de color lila, salí del baño y me puse mi ropa ninja y mientras me cepillaba el cabello, mirándome directo en el espejo escuche tres golpes en la ventana de mi cuarto, al abrirla, me encontré con Koji ―el hijo del mejor amigo de papá, y casi como un tío, Araya-San―.

― Izumi. ―me saludo y vi que había trepa al segundo piso de mi casa con ayuda de su control de Chakra.

Sonreí al verlo. ― Koji. ―salude y él entró por la ventana de mi cuarto.

― Siento interrumpir en tú cuarto tan de repente. ―dijo él en un tono sereno, pero después vi como con la mirada notó el cabello mojado de la chica. ― ¿Te-te estabas bañando? ―me pregunto algo nervioso.

Mire mi cabello mojado. ― Oh, sí, pero tranquilo ya me he vestido. ―dije con una sonrisa amable, aunque sabía que mis mejillas estaban ardiendo en color carmesí.

― Disculpa... ―por dos segundos sentí que él se iba a alejar.

Y me cuerpo solo se impulso a tomar su mano, mientras un recuerdo inundaba mi mente.

Mamá me había enviado a entregarle el almuerzo a papá, y al llegar a su oficina él no estaba, pero sí el tío Araya, la tía Zafiro y Koji, hablando...

― Izumi es... muy dulce y... ―Zafiro interrumpió a su hijo.

― Y la hija de Shinki.

― Zafiro. ―Araya trato de detenerla.

― Es la hija del Kazekage y la primera dama, no una niña cualquiera de por allí. ―continúo Zafiro.

Pude escuchar como ella se agachaba para mirar a los ojos a mi mejor amigo.

― Koji, tú debes velar por su seguridad, nada más. ―le dijo su madre y yo sentí la frustración recorrerme.

No soy solo la hija de papá.

No soy solo la posible heredera de un clan.

Soy una humana, que siente, que ama...

― Zafiro. ―la regaño Araya.

― No puedes decir nada Araya, tú has pasado toda tú vida protegiendo a Shinki. ―dijo Zafiro seria. ― Encargado por Kankuro-San...

― Pero Koji es diferente. ―dijo Araya. ―Koji si quieres a Izumi como tú amiga, no tienes que verla como tú madre te ha dicho. Yo dejé hace años de ver a Shinki así...

Volví a la realidad cuando escuche la puerta de mi cuarto abrirse y mi hermano, Kenichi, entró con su habitual cara aburrida.

― Hey Izu, mamá dice que bajes a... ―miro a Koji y mi mano unida con la suya.

― No es lo que piensas, Ken... ―susurre y él pareció listo para salir del cuarto.

― Koji esta en tú cuarto y tú cabello esta mojado, Izu, ¿qué va a decir papá? ―pregunto mi hermano y yo suspire, pero no quería soltar la mano de Koji, muy por dentro me daba tranquilidad y seguridad.

Pero tenía que encontrar una solución a todo.

Pero tenía que encontrar una solución a todo

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Narrador omnipresente:

― Izumi, Kenichi, ¡bajen a desayunar! ―grito desde la cocina del departamento la Uchiha.

Kenichi miro a su hermana y ella negó con la cabeza.

― ¡Ya vamos mamá! ―grito en respuesta Izumi, mientras veía a su hermano mirarlos.

― Te juro que solo venía a ver a tú hermana. ―le juro Koji.

― Existe algo llamado puerta, y se usa para entrar a las casas. ―dijo Kenichi. ― Y si ya conoces la ventana de mi hermana, pienso que no es la primera vez...

― Koji venía por mí, y sabe como es papá. ―se excuso Izumi, como si estuvieran en una batalla.

― Sé como es papá, pero no por eso Nikki entra por mi ventana. ―argumento Kenichi. ― Izumi...

― Te lo juro Kenichi. ―ella miro a su hermano seria. ― Koji no ha hecho nada, y fue una mala coincidencia que entrará por mi ventana mientras yo me secaba el cabello.

Kenichi lo pensó unos segundos más, la imagen de cuando eran niños ―pequeños― atraviesa su mente, las veces que habían hechos destrozos juntos, y se cubrieron mutuamente.

― ¡Mamá, Izumi se estaba tomando mucho tiempo para elegir su peinado, ya bajo yo! ―grito el hermano mayor de la familia antes de mirar a su hermana y al peli castaño.

Ella le sonrió, ― Gracias. ―susurro la pequeña peli negra y su hermano solo se va, en silencio, cerrando la puerta.

Koji y ella se rieron en voz baja, y entonces notaron que aún seguían tomado de la mano.

Ambos niños se sonrojaron y entonces Izumi miro a los ojos al peli castaño.

― Es mejor... es mejor que bajes y uses la puerta. ―dijo con un leve sonrojo en sus mejillas Izumi.

― Sí... es mejor. ―afirmo Koji, pero no se alejo de la peli negra.

― Koji... ―ella sintió que en ese momento la tensión se podría cortar con unas tijeras, estaba tan cerca de él.

Y entonces... ― ¡Izumi, contaré hasta cinco para que bajes, y voy en tres! ―grito su madre y ella se alejo de Koji asustada.

― Te veo en un rato... ―susurro antes de abrir la puerta de su cuarto y salir corriendo.

𝓒𝓾𝓻𝓼𝓮𝓭 𝓔𝔂𝓮𝓼 |ᴋᴀᴡᴀᴋɪ ʏ sʜɪɴᴋɪ|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora