― Izanami... Mi pecho siempre estará para cuando necesites refugiarte en el de tus miedos... —dijo Shinki acariciando el cabello de la Uchiha. ― Pero mañana necesitaré que estés bien... Izanami no contesto, siguió acurrucada en el pecho del ninja de la arena.― ¿Y sabes por qué? Porque si tú no te levantas esa cosa, que se dice llamar Padre, vendrá a matarnos a todos y sé que si sigues así te asesinara en segundos... Y yo... Yo no quiero que uno de mis mayores miedos suceda... ―confeso Shinki, pero no obtuvo ninguna reacción por parte de la Uchiha. ― Izanami... yo te amo... Quiero pasar el resto de mis días a tu lado... Cada maldito día que viva, lo quiero vivir a tu lado... Pero primero tengo que... Que enfrentar esta guerra y luego me permitiré pensar en esa hermosa vida que podríamos tener... ―dijo Shinki. ― Luchemos por ese futuro... Por el futuro de nuestras aldeas... Juntos.
Izanami sintió algo de vida volver a nacer dentro de ella, latir... Aún no miro al ninja de la arena, aún estaba aterrada, aturdida por lo pasado esos últimos días pero... Pero aún lo tenía a él, a Sarada, a Kawaki, a sus padres, a su aldea... Así que... «Aún tengo porque luchar... y porque volverme a levantarme a luchar...», pensó Izanami antes de levantar la mirada y conectarla con la de Shinki.
― ¿Prometes poner ese maldito anillo en mi dedo después de ganar la guerra? ―pregunto la Uchiha en un tono más animado y seguro de si misma, mientras secaba sus lágrimas.
Shinki sonrió, e incluso algunas lágrimas salieron de sus ojos, ― Claro que lo prometo, Izanami... ―prometió el peli negro. ― Nada me haría más feliz...
Unos minutos de silencio inundaron la carpa, Shinki e Izanami disfrutaban de esos minutos mientras se abrazaban, después de todo no sabrían si podrían hacerlo después...
Por primera vez en años, nadie sabría si al día siguiente estarían vivos.
― Shinki. ― Izanami lo nombro en un tono algo vacío, después de todo parte de ella estaba divagando con sus pensamientos.
― ¿Qué sucede? ―pregunto Shinki.
― Quiero deshacer la omnipresencia de Ada sola... ―dijo la Uchiha, aún medio perdida en sus pensamientos.
― No creo que puedas hacerlo con ayuda de alguien, siendo honesto... ―dijo Shinki, pero la Uchiha lo miro.
― Me refiero a que... Quiero estar sola mientras sucede. ―dijo Izanami mientras se levantaba, para seguido meterse a la boca dos píldoras alimenticias ninjas.
― Izanami. ―Shinki iba a regañarla por comer tantas píldoras, pero luego vio que ella estaba seria, había pensado como cumplir la orden que su tío le había dado.
― Volveré cuando termine... ―dijo Izanami mientras se recogía el cabello. ― Quizás malgaste mi última noche tranquila, en cumplir ordenes, pero... Si no se quita de una vez la omnipresencia no podremos pelear al 100. ―dijo Izanami seria.
― Está es nuestra última noche en los campamentos, aún tendremos una antes de que llegue Orochimaru al refugio. ―recordó Shinki.
― Pero cada uno la pasará con su familia. ―también recordó Izanami.
Shinki la miro, serio, pero decidido. ― Con gusto me escaparía del cuarto con Shikadai, por verte una última noche. ―dijo Shinki e Izanami le sonrió, con dulzura y bondad, justo como antes de todo ese caos, como cuando pasaron esa última noche en Suna juntos.
― Quizás, yo también me escape un rato de Sarada... ―dijo Izanami antes de salir de la carpa y caminar fuera de la barrera, lejos.
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𝓒𝓾𝓻𝓼𝓮𝓭 𝓔𝔂𝓮𝓼 |ᴋᴀᴡᴀᴋɪ ʏ sʜɪɴᴋɪ|
Fanfiction𝗠𝗶 𝘀𝗮𝗻𝗴𝗿𝗲, 𝗺𝗶𝘀 𝗼𝗷𝗼𝘀 𝗲𝗿𝗮𝗻 𝘂𝗻𝗮 𝗯𝗲𝗻𝗱𝗶𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗵𝗮𝘀𝘁𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗺𝗶𝘀 𝗼𝗷𝗼𝘀 𝗺𝗲 𝗿𝗼𝗺𝗽𝗶𝗲𝗿𝗼𝗻. 𝙇𝙖𝙨 𝙙𝙤𝙨 𝙪𝙡𝙩𝙞𝙢𝙖𝙨 𝙐𝙘𝙝𝙞𝙝𝙖𝙨, 𝙨𝙤𝙣 𝙡𝙖𝙨 𝙥𝙧𝙤𝙩𝙖𝙜𝙤𝙣𝙞𝙨𝙩𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙚𝙨𝙩𝙖 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖. �...