(Missing) Puzzle Piece | | NORENMIN

Especial: Shh

Jeno POV

Una nueva mañana, no como cualquiera que hubiese vivido.

Como de costumbre en un día así, no quería dejar la cama. Deseaba prolongar esto por todo el tiempo posible, aunque esta vez no era para refugiarme de una infeliz vida y turbulenta relación. Simplemente me sentía en tanta calma.

Un brazo se removió en algún lado de las sábanas, al otro lado de la mullida superficie donde Jaemin seguía durmiendo plácido y bello. Aproximé mis dedos a su suave piel con cuidado de no despertarle.

Recorrí con mis yemas la textura de su brazo, una cicatriz que no estaba allí el último sábado que compartí con él ahora hacía lo posible por cerrarse por completo. No pude evitar morder mi labio inferior con remordimiento.

Era imposible que no me sintiese culpable cada pocos minutos ¿Cómo pude haberlo hecho de nuevo? Sabía lo delicada que era la estabilidad de Jaemin después de aquella vez y aún así lo hice.

—Amor ¿Por qué me miras de ese modo?

—¿"De ese modo" cómo?

—Como si fuera una responsabilidad más, como si fuera tu compañero de trabajo.

—Pues, lo eres.

No pensé lo que decía, carajo, ni siquiera reflexioné en ello después. Simplemente lo dije. Nana sólo había sonreído un tanto y vuelto a lo suyo. Todo parecía ir bien, o todo parecía ir normal. Hasta que no lo fue.

Fue hasta después de que pasara horas sosteniendo su mano casi helada sobre la camilla de hospital preguntándole en su inconsciencia, preguntándome "¿Por qué?"; y hasta que finalmente despertara, cuando obtuve una respuesta.

—No quería ser una responsabilidad más.

—¿Pero de qué estás hablando?

—Dijiste que lo era.

No entendía que Jaemin no era como yo. No sabía el eco que producía en él una sola cosa que yo dijera. Aún así, después de eso seguí subestimándole como si no me importara.

Por pura suerte seguíamos, seguía él aquí. Ni siquiera lo merezco.

A pesar de mi toque suave, sus ojos se abrieron de pronto para encontrarse con los míos.

—¿Ahora qué haces? —susurró en una voz muy tenue.

—Nada —devolví en el mismo volumen bajo, no queriendo molestarlo con mis patéticas ideas.

—Lee Jeno, sabes que te conozco muy bien —sonrió medio adormilado manteniendo el intercambio en susurros mientras rozaba mi brazo con las puntas de sus dedos así como yo lo hacía con el suyo, dándome a entender que comprendía lo que estaba pensando—, no fue tu culpa.

—Sí lo fue, siempre termino haciéndote daño ¿Por qué no me dejaste?

—Porque creo en las segundas oportunidades, al igual que tú ¿O no recuerdas aquella vez?

—¿Qué "vez"?

—La fiesta de último año de preparatoria. El chico del equipo de básquetbol y yo...

—Vamos, acabábamos de comenzar a salir, ni siquiera era algo serio aún. Y estabas muy borracho.

—Y me perdonaste sin más, yo no habría reaccionado de la manera en que lo hiciste... —negué aún sin sentirme convencido—. Seguiste confiando en mí cada díabluego de eso, incluso sabiendo que podría volver a hacerlo ¿No es así? Simplemente estoy haciendo lo mismo. Pero cinco años después.

—¿Así sin más?

—Así sin más.

—Pero no lo entiendo, yo... —sin querer subí la voz más de la cuenta, y aunque Jaemin me hizo un gesto para que bajara el volumen seguido de un "shh", una pequeña figura en medio de ambos comenzó a revolver también las sábanas.

—Demasiado tarde, ya estoy despierto... —con una voz algo ronca, naturalmente, Renjun parpadeó un par de veces acostumbrándose a la luz del día luego de dormir como si no tuviera ningún pecado del cuál arrepentirse. Hasta lo envidiaba— ¿De qué hablaban?

—De que tienes el sueño pesado —bromeó Nana recostándose sobre su costado desde su lado de la cama para tener una mejor vista de los dos chicos frente a él, a quienes miraba como si fueran lo mejor del mundo.

—... Y de segundas oportunidades —no quería arruinar el momento, pero quería saber que tendría que decir Renjun al respecto.

—Bueno, Jaemin me dio una a mí, también una a ti al igual que yo te la di y tú a nosotros ¿Qué más quieres saber? Disfrútala. No son infinitas.

—El sabio habló —este asombroso remate por parte de Nana cerró la conversación.

Y nos fuimos al comedor a tomar el desayuno.