(Missing) Puzzle Piece | | NORENMIN

Así que quizá debía irme

-Perfecto -el paso de los días no hacía más que confirmar mis sospechas. Entre esos dos pasaba algo y claramente ninguno había tenido la delicadeza de contarme ¿Por qué la sonrisa se había quedado congelada en mis labios, si no me sentía feliz en absoluto? Hubo un portazo de Jeno furioso, por dentro, pues no iba a demostrarlo de forma explicita. Vamos, quien debería estar molesto era yo.

-Creo que lo dejaremos aquí por hoy, también yo estoy cansado. Prepárate para grabar mañana "Puzzle Piece" -la verdad era que cada vez podía sentir menos, como si mis emociones fueran empañadas por una capa espesa de vapor, así que ni yo sabía con certeza si estaba decepcionado con Jeno, enojado con Renjun, triste por ambos. Creo que más pronto que tarde estaba cayendo en una depresión aguda. Y no podía más que sonreír, no quería que nadie viniera a tratar de ayudarme.

-¿Necesitas algo? -clavé mis ojos en los suyos, que no tenían una mínima pista de todo lo que estaba pasando por mi mente en ese momento. Era más difícil mantenerme alejado de él teniéndole tan cerca como si de un poderoso imán se tratase, que desde hace semanas intentaba atraerme sin siquiera saberlo.

-No, es sólo que... nada -'Carajo' dilo de una vez para que pueda gritarte, odiarte, o besarte. Sin que el castaño lo notara, ya estaba a pocos centímetros de su rostro, pero yo era demasiado sutil o él en serio estaba demasiado preocupado por ser descubierto. No, no iba a decir nada, estaba aterrado.

-Estás preocupado... ¿por la grabación? -Renjun suspiró creyendo pasar desapercibido, me incliné un poco más creando un ambiente íntimo 'Por el amor al cielo, sólo dilo ya'. De nuevo, quería llorar, mordí la parte interna de mi mejilla aguantando la rabia ¿O era desconsuelo? No podía ser simple enojo.

-Sí, un poco. Es la primera vez que haré esto -me rompía saber lo fácil que salían las mentiras de sus labios, tan humanos, tan egoístas, pero en fin, tan lindos. Era capaz hasta de perdonarle en el momento en que confesara todo ¿Bajo qué clase de hechizo me tenía Huang Renjun? Y claro, no solamente a mí, Jeno estaba peor.

-No te preocupes, aquí estaremos Jeno y yo para disipar tus dudas. -¿Qué estaba sucediendo en mi cabeza en ese justo instante? ¿Estaba loco? Una parte de mí quería abofetearme por bajar la guardia así ¿pero que estoy diciendo? Mi guardia se murió, estaba completamente indefenso ante Renjun cada vez que lo tenía enfrente ¿Por qué?

De nuevo sonreí hacia él, y él hizo lo mismo. A pesar de que las comisuras de sus labios se alzaban, esa mueca no era una de esas sonrisas genuinas que me regalaba antes. Esta estaba cargada de culpa. Anhelaba quitársela, decirle que nada importaba y que podía ser feliz conmigo, con Jeno, o con ambos si lo deseaba ¡a la mierda todo!

Me acerqué otro medio centímetro y casi relamí mis labios pero, estaba partido en dos, y una parte racional de mí que no sabía que seguía funcionando me recordaba que Renjun sabía exactamente lo que estaba haciéndome, y aún así no pensaba decir nada.

Si lograba salvar la distancia entre nosotros, tal vez esa irritante voz en mi cabeza se callaría y disfrutaría también los dulces labios del pequeño castaño. Sin embargo, quería que fuera Renjun quien lo hiciera, necesitaba saber que le gustaba así como él gustaba de Jeno o como yo gustaba de él.

Estaba casi seduciéndolo con cada mirada y miraba directo a aquellos labios que anhelaba. Pero Renjun no veía nada, estaba cegado por sus propios problemas. Pensando sólo en él, como siempre.

-Gracias.

Se fue sin más, dejándome en medio de un desolado estudio vacío.

Pensé en aquella canción que estaba dando tanto problema. No sabía que la "pieza faltante" en mi rompecabezas podía tener nombre, y apellido incluso. Cuando caminó tras esa puerta y la cerró, fácilmente podía decir que se llevaba esa pieza consigo.

***

Eres mi pieza faltante del rompecabezas
Finalmente lo resolví
Llenaste cada parte de mi corazón incluso la parte cicatrizada hacia el máximo
Y de alguna manera, te has convertido en mi todo...

El gesto de Jeno permanecía impacible, fijo en la consola con ese aire de fastidio que había mantenido por días. Mi oído era endulzado por la blanca voz del chico castaño dentro de la cabina. Era irónico escucharlo articular frases tan bonitas, cuando él mismo nos había desarmado a ambos desde que llegó. Lo cuál no fue su culpa, pero la herida de la traición seguía abierta en mi pecho, y la tensión que se acumulaba cada vez que estábamos los tres juntos no ayudaba para nada.

Mi pieza faltante del rompecabezas...

No pudo con más, tan rápido cómo su afectado juicio le permitió, Renjun salió corriendo del lugar con la escusa de tener que ir al baño. Pasé por alto sus ojos repletos de lágrimas a punto de resbalar por sus mejillas y simplemente lo dejé ir. Odiaba verlo así, odiaba tener que pasar tanto por alto y ni siquiera sabía por qué lo seguía haciendo. Es más, odiaba a Jeno por no voltear a ver a Renjun ni un instante aún cuando él lo buscó antes de huir del lugar.

'¡¿Qué mierda te sucede?!' estuve a punto de gritarle al pelinegro que seguía con la vista clavada en la consola ¿Qué tan lejos tenía que llegar esto para que pensara siquiera en decirme lo que sucedía? ¿Qué tan bajo estaban ambos dispuestos a caer?

Ojalá nunca me hubiera hecho esa pregunta. Después del incidente de ese día, todo se deslizó muy lejos con mucha rapidez.

Primero me enteré por Chenle y Jisung que Renjun había tomado la decisión de no firmar ningún contrato posterior al sencillo... Ese día Jeno llegó a casa tarde, y desaliñado, no me preguntaba por qué pues lo sabía, su humor se había aligerado notablemente también.

Luego de eso rraté de enfocarme en mi evento favorito del año: El show navideño, mientras fingía no tener idea de dónde se encontraban y haciendo qué mi amoroso novio y el adorable castaño cada vez que no podía hallar a ninguno de los dos, lo que pasaba descaradamente a menudo. Intenté permanecer ocupado como forma de ahogar el constante coctel de sensaciones que iban desde la rabia hasta la profunda tristeza cuando por fin veía a Jeno doblando la esquina de regreso de alguna de sus escabullidas con una gran sonrisa, semblante acalorado y labios de color encendido a causa del intenso intercambio de besos con Renjun.

No sé cómo me atreví a soportar todo esto con tanta calma, o bueno, con aparente calma. Estaba volviéndome loco por completo y a pesar de todo lo que ignoré de forma consciente, eso no lo hacía más llevadero, por supuesto. No comía bien, no dormía bien, no estaba bien en lo absoluto. Comencé a pensar que Jeno y Renjun sabían que yo sabía algo, estaba hecho una miseria. Pero no, no sabían nada y yo era la menor de sus preocupaciones.

Así que quizá debía irme.