Incluso Después De La Muerte --(Tsukasa y tu)

01- mejores amigos -

Cuando esto empezó yo tenía 10 años, mi hermano mayor iba a la escuela kamome, en último año y yo aún ni salía de primaria, entonces lo esperé en la entrada para que me llevara a casa, eso fue cuando recién nos mudábamos a esa ciudad...

- ¿no estas muy sola pequeña? - alguien se sentó a mi lado, noté que era algo trasparente y froté mis ojos negando, mi imaginación seguro.

Lo miré intrigada, era un chico mayor que yo, llevaba un uniforme antiguo y algo gastado, posiblemente era de un club de teatro, o eso creía yo, intentando dar lógica a lo que veía.

- s-si... Estoy esperando a mi hermano, ¿tu estudias aquí? - pregunté.

- algo así. - Me sonrió divertido por mi pregunta. - nee~ ¿quieres jugar a algo?, estoy algo aburrido, si me diviertes te voy a dar algo.

- ¿okey?

Esa vez inocentemente jugué con él a las traes, perdiéndome en el edificio completamente, hasta que llegué a un cuarto que aprecia ser de radio fusión, ahí lo encontré de nuevo, pero noté... Que él flotaba.

- ¡¿qué es?! - grité cayendo al piso.

Fue la primera vez que nos vimos a los ojos, y noté sus ojos ámbar, la primera de muchas veces que venían en el futuro.

- bueno pequeña, no me aburriste, dime dime ¿qué deseas? - preguntó oscureciendo la mirada, me acorraló en la pared.

Era amenazante pero... Por alguna razón me sentía tranquila entonces, ¿lo que deseaba?, si... Yo solo deseaba una cosa, quizás fue la oportunidad que tenía o lo sola que me sentía.

- quiero alguien que se quede conmigo y nunca me deje... porque... todos me dejan atrás y además... quiero que me protejan de... Alguien... pero no...- hablé bajo, tan bajo que creí que no me iba a escuchar, pero...

- wow, ¡que lindo deseo! - rió alejándose y dando una sonrisa con su cara relajada. - bueno bueno pequeña. - hizo aparecer un anillo.

¿un anillo?, entonces fue la primera pregunta de mi cabeza, no entendía porque...

- uno para ti y otro para mi, pero te advierto, me ayudara a saber donde estas siempre, tu deseo puede traer cosas peligrosas... Jaja como sea no puedes retractarte. - sonrió enormemente. - podemos ser amigos, así que espero que no te incomode.

Me lo puse sin saber en realidad que hacia pero así sin siquiera ser consiente completamente, mi alma y la suya quedaron atadas...

- tsukasa.

- ¿he?

- ese es mi nombre, llámame por mi nombre, porque somos mejores amigos ahora. - dijo emocionado. - ¿y tu como te llamas?.

- y-yo me llamo _____....

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- ¡haaa!, ¡tsukasa son las 8:30!, ¡debía estar allí a las 8:00!. -le lloriqueé.

- tranquila, es más divertido quedarse aquí -me sonrió dándome un abrazo desde mi cintura.

- ¿sabes?, tuve un horrible sueño. -lo miré molesta separándome de él.

- ¿he?, ¿de que fue?, puedo matar a todos los que hicieron que tuvieras un mal sueño. - hizo un ademán con sus manos aplastando algo.

- ¿enserio? Porque soñé contigo. - aclaré.

- ¡awww!~ ¡me quieres tanto que sueñas conmigo! -lo miré mal.

- cállate y ordena tus juguetes, no quiero recoger las cartas de nuevo ni tus golosinas, se supone que ya voy demasiado tarde. - le dije molesta.

- ¡eres una malvada! - lloriqueó. - ¡esos juguetes viven allí!, ¡les estas quitando sus casas!.

- no, no creo que vivan en el baño, por cierto, ¿qué mierda te pasa por la cabeza para echar las cartas al escusado de nuevo? - pregunte molesta.

- es que me ganó

- ¿con quién jugabas?

- conmigo mismo.

El silencio fue obvio, puse una mano en mi cien algo irritada, de nuevo hacia lo mismo, ahora él se estaba riendo de mi por burlarse de como iba a tener que recoger sus cosas, y lo peor, es la tercera baraja de la semana, a este paso mi mesada se irá en sus cartas, suspiré y lo eché de la habitación para vestirme.

Cuando hice el trato con él de tener a alguien, ¡no me refería a alguien tan irresponsable e infantil como tsukasa!.

- bien, espero que todo... - hice contacto visual con él de nuevo, me sonrió inocente mientras esparcía...

¡la sangre de un ave que habia cazado como si fuera un gato!, la habia esparcido por toda la alfombra.

- ¿por qué no puedes hacer cosas normales?, bien, ya que te crees gato entonces te vamos a llevar en una cajita para mascotas. - le dije obviamente de broma, pero era la amenaza perfecta porque ahora me miraba asustado.

- ¡no!, ¡no podrás atraparme! - salió corriendo. - ¡me iré!, ¡no podrás alcanzarme!, ¡aleja la cajita de mi! - chillo mientras lo perseguía.

- ¡limpia tu desastre y no te meto! - grité enojada.

- ¡lo haré! - fingió llorar. - eres mala conmigo ____-chan ~

- deberías controlar tu lengua mientras la cajita esté aquí, dijo que podías caber perfectamente. - agité la caja y él saltó.

- ¡mentira la caja no habla! - gritó asustado.

- ¿quieres comprobar si dice la verdad? - ambos nos volvimos a mirar y este tragó saliva mirando la caja asustado.

- limpiaré mis cosas. - dijo desanimado flotando lejos.

La misma pelea, cada mañana era algo diferente pero esto era mi maldita mañana normal, tsukasa se traumó cuando vio como llevamos a castrar al gato luego de meterlo en esa caja, por eso chillaba tanto.

Luego por fin partí a la escuela, mi primer día en la escuela kamome, hubo un tiempo donde estuve en otra escuela, pero ahora por fin iba a la misma que mi hermano mayor fue, primer año de secundaria, allí voy.

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Hola, esta no es mi primera historia pero igualmente es especial para mi así que espero que lo disfruten.

Gracias por leer, cuidense y nos vemos en otra publicación (❁´◡'❁)*✲ﾟ*