II

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La vida es relativa, tarde o temprano vamos a morir, por eso debemos disfrutarla, vivirla, pero ¿Cómo hacerlo si estamos en una lucha continúa llamada mundo?... que cada vez que progresa, más se daña, por ejemplo, el tabaco, ahora sabemos que provoca eso llamado cáncer de pulmón y entonces... ¿Por qué lo consumen?... yo siempre he dicho que cuando te toca, te toca.

Me acordé de esa ves que pensé que iba a morir, ¿recuerdas?, yo tenía dieciocho años y tu diciente, la tormenta estaba muy enojada, yo lo único que quería era comprarte rosas, tus favoritas, pero quería rosas no rojas, ya que el rosa es tu color favorito, no me dejaste ir y como sabes como soy... no me importó tus quejas y fui por ellas...

Un rio que estaba cerca de Busan se desbordó y yo con una sonrisa, viendo la tuya, caminé, no quería correr, no había prisa ninguna, o eso creí, lo último que vi fue tu rostro preocupado mirando al izquierdo y regresar a mí, gritando mi nombre, para cundo voltee a la izquierda, ya era tarde.
El rio me llevó e intenté agarrarme de algo, pero era inútil y no aguanté mas no respirar y simplemente solté el aire que acumulaba, desmayándome por el ahogo y luego... estaba en el hospital, lo primero que vi, fue a ti, estabas llorando, en ese sofá frente a la camilla, tenías tus manos sobre tu rostro y se escuchaban tus sollozos y tu llanto que me dolían más que respirar, más que los golpes que recibí, escucharte y verte llorar me destroza y más si es por mi culpa...

Quise levantarme para abrazarte y decirte que dejes de llorar, pero en cuanto intenté, el dolor se hizo presente, tu dejaste de llorar y te fijaste en mí en cuanto solté un quejido del dolor que sentí, solo vi tus hermosos ojos, tu naricita de un color rojizo, tus labios temblaban un poco, no estabas llorando, sin embargo, tenías tus mejillas que amo besar, empapadas de esas saladas lagrimas que déjate escapar, rápidamente te acercaste y lo primero que hiciste fue besarme, no importó nada, el compás del ritmo de nuestros labios era lento, pero hermosa.
No solo percibí el rico sabor a sandia en tus labios, también lograba percibir el salado sabor de las lágrimas que dejaste salir y en segundos, sentí una gotita caer en mi mejilla y sin querer separarme de ese vaivén, abrí mis ojos y vi nuestra escena, al igual que veía que dejabas escapar de nuevo esas lágrimas y volví a cerrar mis ojos.

Intenté alzar mi mano para tomar tu mejilla para secar esas lágrimas, pero me dolió y lo único que logre fue que nos separemos abruptamente del beso por el quejido de dolor que solté, rápidamente te secaste esas lagrimas con la manga de tu camisa y solo me hiciste muchas preguntas mientras me acariciabas mi cabello y jugabas con algunos.

Si te soy sincero, ese día me gustó, no solo porque no tenía que ir a casa o porque las enfermeras me atendían día y noche, fue algo bueno porque te quedabas conmigo, el segundo día en que estaba internado, llegaste animado, diciéndome que me ibas a cuidar hasta que saliera, ya que habías pedido permiso y te lo dieron, ese sin duda, fue la mejor casi muerte de mi vida.

Ese mismo día te pedí formalmente que fueras mi pareja y aceptaste, aunque me dijiste que no era necesario pedírtelo, aún recuerdo tus exactas palabras:

"Joonie, no necesitas pedirme ser tu pareja, ya lo soy, con el simple hecho
Que estoy y estaré a tu lado para siempre, aunque tengamos
Que escondernos para amarnos"

Lo último lo habías dicho con algo de tristeza, lo sé bien, aunque tuvieras una bella sonrisa, tus ojos nunca me mienten.
A pesar de que te pedí formalmente ser mi pareja esa ves, recuerdo que, desde nuestro primer beso, nos besábamos cada que podíamos y tenías razón, no necesitaba pedírtelo, tú ya eras mi pareja, incluso antes de nuestro primer beso, porque a pesar de que es una leyenda, tu eres mi otro extremo de mi hilo rojo.

Esta vez te escribo poco, ya que no hay mucho que contar, estoy algo agotado, dormimos muy poco y el entrenamiento es duro, pero mi motivo eres tú, extraño mi mundo y mi mundo eres tú, estaño tu olor a panqueques recién hechos y tu preciosa risa que es mi droga, a veces cierro los ojos y te imagino, así es como empiezo mis días.

Te ama, Namjoon

NOVIEMBRE | 12 | 1929

DÓNDE ESTÁS? ~ NAMJIN (Saga: QUE NOS VOLVAMOS A VER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora