DÓNDE ESTÁS? ~ NAMJIN (Saga: QUE NOS VOLVAMOS A VER)

VIII

Amor mío, te escribo esta carta, que será la única que te envió, las otras serán entrega personalmente, no sabes lo mucho que extraño tu presencia, tu cuerpo, tus besos y caricias, simplemente te extraño y hoy te deseo un feliz cumpleaños.

Escribo esto antes, porque sé cuánto tardan en llegar las cartas, pero quiero decirte, que dejé un regalo especial en nuestro baúl, ve y ábrelo, encontraras una manta, bajo ella estarán nuestras cosas, encontraras una caja de madera y adentro de esta estará tu regalo, espero que te guste, fue sumamente difícil conseguirlo...

No veo la hora en que estés a mi lado, aunque no me guste la idea de que estés en el ejército, es el "deber", y gracias a ese "deber", volveremos a vernos mi cielo, anhelo estar en tus brazos y sentir ese calor hogareño en ti, junto con tu dulce aroma a panqueques recién horneados, estoy ansioso, aunque esa palabra se queda corta.
Quiero que sepas las razones por las que te amo, aunque creo que se me entumirá la mano de tanto escribir las razones, así que cuando te vea, te las haré saber y no con palabras, sino con hechos, solo te diré que te amo más de lo que piensas.

Lo primero que haré en cuanto te vea será besarte, porque tengo ganas de besarte, unas ganas que no te imaginas, aunque claro, no podré besarte frente a todos, tal vez te bese en los baños o en la noche encontraremos un lugar para nosotros, no sé, lo planearemos después, solo quiero disfrutar de tu compañía, compañía que extraño.

Solo quiero una cosa en esta vida, escaparme contigo y abrir ese restaurante, claro que eso no se me olvida, tus sueños siempre estarán grabados en mí, y seré yo quien lo haga realidad...

Te ama, el amor de tu vida

NOVIEMBRE / 27 / 1930

Seokjin leía la carta con una gran sonrisa, eran las nueve de la noche y día de su cumpleaños, se encontraba en su habitación del orfanato, sentado en forma de indio sobre la cama y a un lado de él se encontraba su mejor amiga, Lalisa... Lalisa es una chica tailandesa a la que abandonaron en Seúl, Corea, un años después de Seokjin, aunque ella era cuatro años menor que él, así es, Lalisa entró recen nacida... ellos dos se volvieron inseparables, a tal grado que se decían que eran hermano y así era, se sentían así, hermanos, lisa le ayudaba en muchas ocasiones en las que estaba castigado y no podía ve a Namjoon, siendo su cómplice, aunque al principio, cuando le dijo estar enamorado de un hombre, no lo entendió, después de explicarle cómo funciona el amor, lo apoyó.

Seokjin saltó sobre su cama para ponerse de pie y mirar a la rubia con una gran sonrisa.

- No piensas salir hoy por ese regalo, ¿cierto? - la gran sonrisa que le regalaba su mejor amigo, no le daba buena espina

- Lisa... - se acercó a la mencionada - ya lo hemos hecho antes - respondió con simpleza

- Pero hoy es miércoles y los miércoles el mismo padre viene a revisar - suspiró - ¿no puedes esperar a mañana? - intentó convencer y su amigo negó y ella asintió

El plan era simple, mientras que Lalisa se tapaba con las mantas de pies a cabeza de Seokjin, este iría hasta el árbol de roble, donde se encontraba un baúl, en forma de asiento de madera, para que nadie quiera abrirlo... sería fácil, ya lo habían hecho antes con la madre superiora revisando, ¿Qué podría salir mal?

Fácil lo hiso, salió del orfanato, llegando al árbol de roble y abriendo el baúl, lo mismo que su novio le había dicho y tomó la cajita de madera, con una gran sonrisa, lo vio y cerró rápidamente el baúl, no debía tardarse tanto...

Hizo lo mismo que al salir, pero no contó con algo, con su sonrisa de tonto enamorado, entró a su habitación, percatándose que las velas estaban encendidas y no solo Lisa se encontraba en su habitación...

- ¿Algo que quiera decirme señor Kim Seokjin? - el padre se encontraba enojado, con Lalisa a su lado llorando silenciosamente, mirando el suelo y jugando con sus manos y se percató de otra cosa

- Lo siento - dijo en lágrimas su mejor amiga

Seokjin tenía un nudo en la garganta, ver a Lisa llorar y al padre con la carta d cumpleaños que le había dado su novio y en ese momento, le dio la razón a Lisa por no ir al día siguiente...