XIX

30 8 3
                                    

Dicen que el tiempo lo cura todo, el tiempo no lo cura, solo nosotros curamos ese dolor que sentimos día a día, solo nosotros decidimos si sana o no, el tiempo solo es un sujeto que nos ayuda a que nosotros sanemos, pero no se cierra… el tiempo nos ayuda a superar las cosas y a las personas, nos ayuda en todo, pero no es la solución.
El tiempo separa a quienes tiene que separar, pero el tiempo también se encarga de reunir, pero para esta pareja, ¿será el tiempo que los vuelva a reunir?, o simplemente el tiempo no dejará que lo hagan, tal vez el destino decida por el tiempo…

Octubre 17 de 1938, la mañana estaba hermosa, como si el cielo estuviera feliz, como si supiera que ocurrirá algo hermoso… los restaurantes estaban llenos, gracias al día, los parques repletos de niños jugando, y él, con su sonrisa, viendo lo hermoso de Busan.

Busan, su país natal, lo extrañaba demasiado, en especial a dos personas, aunque no estaba seguro si seguía una en especial, pero visitaría primero a su mejor amiga…

- Lisa – susurró el nombre para sí mismo, con una sonrisa que se amplió más al recordarla

Subió las tantas maletas al taxi que había pedido antes, lleno directo a lo que sería su nuevo hogar, pero primero pasaría al orfanato, saludaría a la madre superiora y tal vez, si la ve, a Lalisa, al llegar, le pidió amablemente al taxista que los esperara, y así, entraron al orfanato, saludando a algunos que conocía y a otros que no, hasta llegar al jardín, donde vio a una rubia de aproximadamente 20 años, no había cambiado, bueno, físicamente.

Se acercó a la rubia y cundo esta se dio la vuelta, encontrándose con el mayor, sin dudarlo, lo abrazó, abrazo que fue correspondido de inmediato, las lágrimas no se hicieron esperar, abrazados fuertemente y llorando sin filtros, se habían extrañado y mucho, eran como hermanos y ahora, estaban juntos de nuevo.

- Dios… - dice el mayor al separarse, limpiándose, ambos, sus lágrimas - …cuanto haz crecido – dijo viéndola de pies a cabeza y la rubia solo soltó una pequeña risa –

- Estás hermosa, como siempre, Lisa – alaga con una sonrisa

- Y tú sigues igual de guapo, Jin – responde de igual manera – no sabes cuánto te extrañé tonto, a la otra, me haces caso
Seokjin soltó una risa y la volvió a envolver en sus brazos

- Aquí estoy pequeña, yo no me iré a ninguna parte – desase el abrazo y la vira con detenimiento unos segundos – quiero presentarte a alguien – volteó su vista a un lado y les hizo una seña para que se acercaran, cosa que hicieron – ella es mi novia, Jessica y esta pequeña es Hyuna, mi hija

Las tres jóvenes hicieron una reverencia, se presentaron con una sonrisa, un silencio incómodo se instaló, el aire era pesado, pero Seokjin no lo notó…

- Y Lisa… ¿Dónde está la madre superiora? – la mencionada lo miró con cierto enojo y sonrió con malicia

- Está en la iglesia, planeando una boda, pero creo ya terminó, ve a verla, adiós – se marchó sin más

Seokjin parpadeó un par de veces sin entender el comportamiento de su amiga, suspiró y los tres se dirigieron a la iglesia, con una sonrisa al saber que vería a su madre, una bonita y sincera sonrisa que se borró al instante que entró a aquella iglesia, esto no le podía estar pasando. Sintió que su mundo se caía a pedazos, incluso pudo escuchar y sentir como su corazón se partía en mil pedazos, al igual que sus esperanzas, se las llevó el viento, valla que el destino era cruel.

DÓNDE ESTÁS? ~ NAMJIN (Saga: QUE NOS VOLVAMOS A VER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora