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JOAQUÍN.

Algún tiempo después todos se van a casa. Elsa quería pasar la noche, pero últimamente ha pasado mucho tiempo conmigo y puedo decir que Aiden no se divierte, así que la envié a casa y le dije que necesitaba tiempo con Kir.
Y lo hago.
Hablamos durante lo que parecen horas y él me cuenta todo acerca de las nuevas cartas que recibió y que podría considerar responder a una de ellas.
Mi hermanito crecerá hasta convertirse en un rompecorazones.
Se duerme tan pronto como me acuesto a su lado, después de hacerme prometerle que nunca más lo dejaré por mucho tiempo.
Hago esa promesa y, a diferencia de la otra vez, creo firmemente que la cumpliré.
Después de arroparlo y besarle las mejillas y la frente, desenredo su pequeño brazo alrededor de mi cintura y salgo de su habitación.
Como en piloto automático, me encuentro bajando las escaleras y de pie frente a la gran ventana que da a la mansión de los Osorio. Carter tenía razón, es un impulso y no se puede detener.
Mis dedos se arrastran hacia mi cicatriz, palpando el vendaje. ¿Por qué siento que los tendones rotos no son tan malos como el dolor que se arrastra debajo de mi piel?
Es lento y casi invisible, pero seguramente me romperá el corazón.

Estoy aguantando la respiración por el momento, esperando contra toda esperanza que no me vuelva a arruinar de una vez por todas.

-Aquí estás, ángel.

Le sonrío a papá cuando me pasa una taza de té Lady Gray, luego toma un sorbo del suyo, su aroma de bergamota llena el aire en poco tiempo. Papá es un fanático del té, británico de principio a fin.
Por un minuto, solo nos quedamos allí sorbiendo nuestro té y observando la casa frente a nosotros.

-Emilio dijo algo esa noche, ¿no? -pregunta papá. Me detengo a mitad de sorbo, tragando el líquido como si fuera veneno.

-¿Cómo lo sabes?

-Estabas mostrando signos de mejora antes de que él entrara. Además, no has dejado de vigilar su casa desde que llegamos aquí.

Miro a papá, incapaz de entender cómo sabe tanto sobre mí, a pesar de que no es mi verdadero padre.
No, él no es mi padre biológico.
Calvin Bondoni es mi verdadero padre y el único padre que tendré.
Es por eso que no quiero lastimarlo al revelar la aventura de Jeanine, o peor, al revelar que no soy su hijo biológico. Probablemente esté ayudándome con mi desastre porque es mi padre. Una vez que se dé cuenta de que no lo es y no compartimos lazos familiares, me echará.
Mi pecho se aprieta ante la idea y tomo un gran sorbo de té en un intento impotente de esconderlo.
Prefiero sufrir en silencio que perder a mi papá.

-Te estás escondiendo de nuevo, ángel, ¿No estuvimos de acuerdo en que me contarías todo?

Mantengo mi boca en la taza, sin querer mirarlo a los ojos. Me estoy escondiendo para no perderte.
Lewis está bien, supongo, pero él no es mi padre. Él no es el que me ha estado cuidando desde que era un bebé.
No soy su ángel.

-Espera. -Hace una pausa y me mira atentamente-. ¿Emilio mencionó algún vínculo familiar por casualidad?
Toso en el té, algunas gotas salpicando mis manos. Papá me palmea la espalda y me dice que me lo tome con calma.

-Cómo... -Respiro, luego me aclaro la garganta-. ¿Cómo lo sabes?

-Siempre lo supe. -Su ceño se frunce-. Solo me sorprende que Emilio lo sepa. ¿Dijo cómo o cuándo lo descubrió?

Ya no hay forma de que pueda mantenerlo adentro. Le cuento todo sobre ese incidente hace siete años y lo que Emilio escuchó de la conversación de mamá y Lewis.

-¿Por qué hizo eso, papá? -Mi voz es quebradiza-. ¿Por qué nos hizo eso a ti y a mí? ¿Cómo puede ella hacer de Emi mi hermano? No quiero que sea mi hermano. Por favor, dime que de alguna manera lo escuchó mal.

-Desafortunadamente, todo es verdad. -Papá me lleva al sofá y toma la taza de mi mano para colocarla sobre la mesa-. De hecho eres el hijo biológico de Lewis.

Las lágrimas que he estado conteniendo desde el hospital me corren por las mejillas y la barbilla y empapan el borde de mi camiseta.

-No llores, ángel. Me rompe el corazón cuando lo haces. -Saca pañuelos y limpia debajo de mis ojos.

-¿Cómo puedes cuidarme tanto cuando sabes que no soy tu hijo?

-En el momento en que vi tus hermosos ojos, decidí que eras mi hijo. No me importa lo que diga el mundo. El ADN no hace una familia, ángel. Jeanine es un excelente ejemplo de eso. -Se necesita de todo para no arrojarme a él en un abrazo y arruinar su suéter de rebeca.

-Tú también eres el único papá para mí. -Se aclara la garganta.

-Lewis tampoco está mal.

-¿Cómo puedes defenderlo? Mamá tuvo una aventura con él.

-Jeanine le mintió, dando pruebas de que Samantha y yo tuvimos una aventura primero. -Mis labios se separan.

-¿S-Samantha Osorio? -Asiente.

-Tuvimos una aventura antes de nuestros matrimonios, pero eso fue todo, una aventura. Terminó antes de nuestros respectivos matrimonios y cada uno de nosotros tomó caminos diferentes. Nos hicimos vecinos, pero Samantha y yo seguimos siendo platónicos. Jeanine le hizo creer a Lewis que era algo que aun sucedía y exigió venganza. Tenían su propia aventura, pero solo duró hasta que descubrió que estaba embarazada de Lewis. Después de que él descubrió los hechos sobre mí, su aventura llegó a su fin. -Me retuerzo en mi asiento, pero me las arreglo para preguntar:

-¿Entonces todos saben que soy el hijo biológico de Lewis? ¿Tía Samantha incluida?

-Sí.

¿Cómo podía ser tan amable conmigo, sabiendo que soy el hijo de su marido por una aventura?

-Todos también saben que Lewis no es el padre biológico de Emilio. -Si mi mandíbula pudiera tocar el suelo, lo haría.

-E-entonces, ¿quién es?

-Soy yo. -Sonríe un poco-. Él es el resultado de esa aventura con Samantha. Lewis lo sabía desde el principio y tomamos la decisión de que él y Samantha lo criarían como su hijo. Al igual que tomamos la decisión de que Jeanine y yo te criaríamos como nuestro.

Mi cabeza da vueltas con la cantidad de información disparada en mi dirección de una vez.
Emi es el hijo de papá. Soy el hijo de Lewis
Pero hemos cambiado de padres. Me duele la cabeza.

-Entonces, ¿de quién es hijo Kir? -Sonríe.

-Es mío y de Jeanine. No hay nada allí.

-Ah, está bien.

-Sé que esto es demasiado para soportar, ángel, y lamento que hayas tenido que averiguarlo de esta manera, pero no quiero que mates tu felicidad por los errores de los adultos. -Me acaricia la mano-. Vives en el presente, ¿de acuerdo?

Ya he cometido muchos errores.
Sobre todo, escondiéndome y permitiendo que la niebla me trague por completo.

-Entonces... -Trago saliva, la pregunta ardiendo en el fondo de mi garganta-. ¿Entonces eso significa que Emilio no es mi hermano?

-De ningún modo.

Sonrío mientras le doy a papá el abrazo que he querido.

-Te quiero mucho, papi. Emilio no es mi hermano. De ningún modo.













Hey, hola! ¿Cómo están?

Perdón por la demora pero ham sido unos días pesados pero bueno acá les traigo el capítulo.

¿Se esperaban que Calvin fuera el padre biológico de Emilio o también se sorprendieron?

Gracias por seguir leyendo, comentando y votando :3

Sean fuertes y un abrazo, Nos leemos en el siguiente capítulo :)

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