Haikyuu X Tú

Yamaguchi

Era de noche y ___ caminaba sola.

Se sentía observada y escuchaba los pasos a su espalda.

Aceleró su caminar con un poco de angustia y sintió que la otra persona hacia exactamente lo mismo.

Ahora era seguro, la estaban siguiendo. Y probablemente no era para nada bueno.

Pensó en un lugar seguro antes de ponerse a correr. Su casa aún estaba muy lejos como para ser una opción y lo mismo ocurría con la escuela. Su única opción era ese mini supermercado que estaba a unas dos cuadras de ahí.

___ se concentró para escapar. Ahora era el momento en que lamentaba haber escogido el club de música en vez del de atletismo.

La chica corrió con todas sus fuerzas hasta que logró oir el característico sonido de un balón golpeando la pared.

Sintiendo un poco de alivio se relajo y justo en ese momento sintió como una mano agarraba su hombro y la tiraba al piso. Soltó un grito de susto antes de que la figura desconocida se abalanzara encima de ella.

___ trató de forcejear. Pero, su enemigo era muy fuerte. Ya casi se había rendido cuando su salvador llegó.

-¿___-san? -(cuestionó la preocupada voz de su amigo) -¿Qué pasa?

Estaba tan oscuro que no sabía dónde se encontraba la chica. Sin embargo, al escuchar la voz del muchacho el atacante se levantó y se largo corriendo.

-Maldito... -(gruño ___ angustiada en el piso)

-___-san.-(llamó Yamaguchi a la vez que la tomaba por los hombros y la ayudaba a pararse) -¿Estás herida? ¿Deberíamos ir a un doctor? ¿Llamo a la policía?

___ bajo la cabeza deprimida.

-Estoy bien. -(murmuro mientras sus manos temblaban) -Estoy... Bien...

El chico la miro dudoso antes de quitarse la chaqueta y ponersela alrededor de los hombros. Con delicadeza la llevó hasta donde el practicaba sus lanzamientos.

-¿Puedes esperar aquí un poco? -

La joven solo asintió en silencio. Pasaron unos cinco minutos y Tadashi volvió lleno de cosas.

-¿Para qué es todo eso? -(preguntó sorprendida)

-Para ti... -(contestó un poco nervioso)

Le había traído un conejo de peluche, una tarta de chocolate, un helado, un libro y otras tantas cosas.

-Pensé... -(comenzó inseguro) -Que tal vez esto... Te ayudaría... A sentirte mejor...

___ se puso a llorar con fuerza mientras apretaba el conejo de peluche.

-Muchas gracias, Tadashi. -(expresó con fuerza) -De verdad, eres mi salvador.

-Lamento no poder hacer más... -(replicó con tristeza)

Cuando se calmó, la muchacha se dió cuenta de que su amigo se veía muy deprimido.

-¿Qué pasó? -(interrogó con curiosidad) -Te ves con ganas de saltar de un puente.

-Yo... Simplemente... Pensaba que soy bastante incompetente... -(explicó con una sonrisa forzada)

-¿Te refieres a lo que me pasó? Literalmente me salvaste y además me consolaste exitosamente. -(reprochó ___ con el ceño fruncido) -No deberías ser tan duro contigo mismo.

-Bueno... Es eso en parte.. -(repuso soltando un suspiro) -Pero, me siento así, porque lo arruine en mi partido con el Aoba Josai... Perdí mi oportunidad.