Haikyuu X Tú

Kageyama

-¡___-senpai!-(gritó el pelinegro con fuerza mientras hacía una reverencia)-¡Me gustas! ¡Sal conmigo, por favor!

Ella lo observó extrañada. Era guapo y tenía un lindo físico, pero estaba segura de no haberlo visto antes. Se acordaría de alguien así.

-Lo siento, pero no estoy segura de conocerte.....-(contestó incómoda)

Él se puso rojo y comenzó a tartamudear.

-Ka....kageyama....To....bio....-(logró decir avergonzado)-Soy de primer año y me encanta el voleibol.

___ soltó una exclamación de sorpresa.

-¡Tú eres el que no le dejaba rematar a Shoyo!-(comentó entre risas)-Con que eras su amigo, debiste haberlo dicho antes.

Kageyama se aguantó una frase de disgusto. Hinata y él.....amigos.....dudoso. Altamente dudoso.

-Lo siento Kageyama-kun.-(terminó por decir ___)-Ya sabes, en verdad no sé mucho sobre ti y no eres mi tipo. Me gustan los hombres mayores que yo y con mucho dinero.

Él frunció el ceño.

-Podemos conocernos.-(insistió el armador mi con la voz serena)-Y puedo ser mejor que tú tipo.

Ella alzó una ceja. Si que era terco el muchacho. Normalmente cuando rechazaba a alguien, ellos se iban corriendo lejos.

-Bueno, no es malo tener confianza.-(repuso titubeante)-Pero no te ilusiones. Yo no puedo prometerte nada.

Él asintió conforme.

La enamoraría. Lograría que estuviera loca por él. Cambiaría su tipo. Le demostraría que la necesitaba.

Ella estaba completamente escéptica. No creía en el amor, solo conocía la atracción. Atracción física y por dinero.

Kageyama.....era muy devoto.

Le dedicó todo su tiempo libre. Le compró su comida favorita, sus libros preferidos y la acompañó a casa todos los días.

-Shoyo....¿Cómo sabía Tobio todo lo que me gustaba?-(cuestionó desconfiada a su amigo pelinaranja)

Él hizo un puchero.

-Me dijo que si se lo decía me dejaría rematar.-(confesó con cara de culpabilidad)

-No lo ayudes.-(pidió ___ con brusquedad)-Él no puede salir conmigo. Soy una mala influencia, lo terminaré arruinando.

Hinata la miró con ojos triste.

Su amiga hace tiempo que había adquirido una actitud autodestructiva.

Solía salir de fiesta los días de semana, llegaba emborrachada a altas horas de la madrugada y solían acompañarla sujetos desconocidos.

No faltaba a la escuela, pero eso era únicamente para evitar la soledad. No sé aguantaba a sí misma. No soportaba el silencio de su habitación.

Así que a veces iba a clases con una resaca horripilante, que provocaba una gran baja en sus calificaciones. Ella estaba en último año, por lo que todos a su alrededor estaban preocupados.

¿Qué debía hacer?

-___-senpai.-(la llamó un día Tobio en la salida del instituto)-¿Quisieras ir conmigo a algún lugar?

Ella estaba a punto de rechazarlo cuando una mujer embarazada se le acercó. Tenía lágrimas en los ojos y mocos en su nariz. No podía tener más de veinticinco años.

-¡Eres una puta!-(gritó mientras le daba una fuerte cachetada que resonó por el patio de la escuela)-¿Cómo eres capaz de acostarte con un hombre casado? ¡Estamos esperando un bebé! ¡¿Cómo puedes destruir nuestra familia?!