Haikyuu X Tú

Hinata

____ sintió el ardor del golpe y las lágrimas saltaron de sus ojos con facilidad. Se agarró el rostro sorprendida y aguantó el aire con dificultad.

Su novio acababa de pegarle un puñetazo con toda su fuerza.

Bueno, su ex novio a partir de ese momento.

El joven de veinte años cambio su expresión de enojado a arrepentido, luego de comprender su acto. Se acercó a abrazarla, pero la muchacha dió un paso atrás para evitarlo.

-____, lo siento tanto. No debí pegarte, fui un estúpido.-(se disculpó entre lágrimas)-No volveré a hacerlo, pero no debiste hacer eso.

-Solo salí con una amiga.-(replicó ella con frialdad)-Salí con mi amiga, no me acerque ni hable con ningún muchacho porque sabía que te molestaba. Deje de salir con mis amigos por ti, me pelee con mis padres por defenderte......y tú acabas de tirar todo a la basura.

-____, no es normal salir sin notificarme.-(se justificó con tristeza)-Empecemos de nuevo, no volveré a golpearte, lo prometo. Solo....debes decirme dónde estaras y con quién con anticipación y algo así no volverá a pasar.

-Claro que no volverás a golpearme, terminamos. A partir de este instante somos desconocidos. Y si vuelves a acercarte a mi para hacerme daño voy a denunciarte.-(declaró con decisión la joven)-Puedes quedarte con el departamento y esa pintura fea en la pared. No los necesito.

Su ex trató de hablarle, pero ella se alejó con paso seguro a buscar sus cosas para no volver.

Ahora el misterio era, ¿A dónde rayos iria?

Justo en ese instante recibió una llamada del destino.

-¿Hitoka-chan?-(respondió con sorpresa)-¿Pasa algo?

-Nada, es solo que Yamaguchi y Tsukishima están de visita y quería saber si querías venir a pasar el rato.-

-Honestamente, seré una aguafiestas si voy en este momento.-(declaró con un suspiro)-¿De casualidad sabes de algún lugar para mudarme?

-¿Un departamento vacío? Mmmmm....tengo un amigo que tiene una habitación libre para compartir.-(comentó la rubia pensativa)-Es muy buena persona y no tienes que preocuparte por él. Pero es un chico, no creo que tú novio este de acuerdo, ¿No era muy celoso?

-Esta bien, ya no tengo novio.-(confesó con una sonrisa triste)-¿Puedes llamar y preguntarle si puedo quedarme ahí hoy? No importa si ni siquiera tiene colchón, necesito un lugar urgente.

-No te preocupes, no creo que haya problema. Confirmo y te mando la dirección.-(declaró la rubia con amabilidad)-¿____? Cuando estés lista podemos hablar.

-Gracias, me salvaste.-(contestó antes de cortar)

Un par de horas después se encontraba en frente de unos departamentos de apariencia tranquila y segura. Tocó la puerta con un poco de nerviosismo.

Esperó unos segundos y nadie aparecía. Volvió a tocar por si las dudas y la puerta se abrió mostrando un un musculoso muchacho sin camiseta.

Su cabello era anaranjado y a pesar de su físico notable, su rostro se veía juvenil e inocente.

-¿Eres ____? Yachi-san me habló de ti, ven pasa. No tengas vergüenza.-(la invitó con una sonrisa)

La muchacha despegó los ojos de sus abdominales y se adentro ocultando su sonrojo.

-Tú habitación es la segunda a tu izquierda, el baño es esa puerta de ahí. Puedes usar la sala de estar y la cocina cuando quieras.-(le enseño con amabilidad)-Normalmente, tengo entrenamiento matutino así que paso las tardes aquí. Y no estoy cuando tengo algún partido en las noches. ¿Alguna pregunta?

-¿Cómo te llamas?-

El joven se sonrojó hasta las orejas y se rasco la nuca con nerviosismo.

-Claro, debía presentarme primero.-(se rió con timidez)-Soy Hinata Shoyo.

-Un gusto, espero que nos llevemos bien.-(concluyó ____ feliz)

Pasaron los meses y la convivencia era bastante fluida. Hinata tenía unas habilidades de comunicación notables y era muy considerado.

Una tarde, se encontraban viendo una película cuando alguien comenzó a tocar la puerta con violencia. Ambos se miraron confundidos y el deportista se levantó a abrir la puerta.

-¡Sabía que eras una puta!-(escuchó una voz desgraciadamente conocida)-¡Tenías a otro, por eso me dejaste! ¡Perra!

Se levantó sobresaltada cuando su ex se lanzó contra ella. El pelinaranja lo agarro del cuello de su camisa antes de que pudiera hacerle daño.

-Vamos amigo, todo es conversable.-(dijo Shoyo arrastrándolo a la puerta)-Hablemos como gente civilizada.

-¿Policía? Hay un lunático en mi casa, quiere golpearme y ahora está forcejeando con mi compañero de cuarto.-(informó ____ con rapidez)

Cuando llegó la policía su ex seguía maldiciendola y trataba de golpear a Hinata. Se lo llevaron y ____ se encerró en su habitación con rapidez.

Unos minutos después, el voleibolista tocó la puerta y abrió al no recibir respuesta.

-¿____? ¿Estás bien?-

-No quiero irme.-(confesó entre sollozos)-Me gusta vivir contigo......pero si deseas que me vaya.....me largare. Lamento que hayas tenido que lidiar con eso, lo siento mucho Hinata.

-Ey, no llores. No pasa nada.-(replicó él con cariño)-Puedes quedarte aquí todo lo que quieras. También me gusta estar contigo, no quiero que te vayas.

-Yo.....no quiero volver a verlo.-(dijo con las lágrimas cayendo por sus mejillas)-Tengo miedo y es mi culpa. ¿Cómo pude salir con alguien así?

El deportista se lanzó a abrazarla y se aferró a ella con preocupación.

-No es tu culpa. Tú entregaste tu amor, tu tiempo y tu dedicación. Él no supo recibirlo de forma adecuada.-(replicó Shoyo con suavidad)-Cualquiera sería afortunado de recibir tu afecto.

-Hinata, eres demasiado amable.-(murmuró la joven con afecto)-Gracias por siempre estar a mi lado.

-____.-(llamó Shoyo con seriedad)-No soy nada bueno. Estás aquí a mi lado, vulnerable y lo único que pienso es que abrazarte se siente demasiado correcto. Y no sabes las ganas que tengo de besarte.

____ abrió los ojos sorprendida para apartarse un poco del joven. Lo miró a los ojos y pudo notar que hablaba completamente en serio.

-Yo creo.....que deberías hacerlo.-(contestó con un gran sonrojó en las mejillas)-Yo también quiero besarte.

Él le sonrió con ternura y se acercó a besar su mejilla con amabilidad.

-Dejemoslo para cuando no estés tan triste y asustada.-(declaró Hinata antes de volver a abrazarla)-Tenemos mucho tiempo por delante.

La muchacha asintió mientras se aferraba a Shoyo. De alguna forma, tenía el inevitable presentimiento de que está vez si corazón había escogido muy bien.