Haikyuu X Tú

Kageyama

____ sintió el dolor de la cachetada que le había dado su madre.

-¡Te pedí que no fueras como yo!-(gritó la mujer de ya cuarenta años)-¡Solo tenías que cuidarte! ¡Tienes que abortarlo! ¡Su padre no lo quiere, yo no lo quiero y tú no lo quieres!

La muchacha de veinte años cerró los ojos con fuerza, aguantando las lágrimas.

-Lo siento, ma.-(contestó con una sonrisa triste)-Tienes razón, fue un error. Ya terminé con el maldito de su padre. Pero lo voy a cuidar, es mi bebé. Dices que no lo quiero, pero no es cierto. Eres tú la que quiere otra vida para mí, lamento no haber cumplido.

Su mamá se puso a llorar descontroladamente.

-Tienes una gran carrera, un gran futuro.-(murmuró entre sollozos)-No hagas esto, ____. Aún estás a tiempo.

-Te quiero, gracias por todo.-(concluyó la joven con un suspiro)-Pero yo ya tomé mi decisión.

-¡Entonces no vuelvas! ¡No quiero verte arruinar tu vida!-

La chica fue a su habitación a buscar las cosas más fundamentales y las metió a una mochila. Paso por la puerta sin mirar atrás.

Se había decidido. No podía arriesgarse a ver a su madre y cambiar de opinión.

Todas las personas esperaban que fuera exitosa. Fue la mejor de su generacion, estaba en una universidad de prestigio y su novio iba a ser doctor.

Esa noticia le reveló mucho de la sociedad, de su pareja y de sí misma.

No pensaba estar hecha para ser madre, pero iba a proteger al pequeño o pequeña con uñas y dientes. Su corazón se conmovió al escuchar los latidos de la criatura y se enamoro inmediatamente.

De alguna forma, terminó encontrando un departamento de mala muerte con sus escasos ahorros. Y encontró un trabajo en un gimnasio, como personal de aseo. Tenía que limpiar todos los implementos y no aguantaría hasta el final del embarazo, pero por ahora era suficiente.

Pasó el tiempo y su vida no era magnífica, pero tampoco era miserable. Su trabajo era demandante, pero nunca tenía que encargarse de limpiar los balones de voleibol, lo que aligeraba su trabajo. Había un jugador profesional de voleibol que se quedaba a lustrar sus balones y le hacía una silenciosa compañía.

-¿Sabes que es mi trabajo limpiar eso?-(se decidió a preguntar un día)-Aunque no es que me esté quejando.

Se sentó junto al pelinegro en medio de la cancha y él solo se encogió de hombros.

-Me gusta limpiar los balones, me ayuda a enfocarme y no olvidarme de su forma, tamaño o textura.-(explicó mirándola levemente)-Eres muy joven para trabajar limpiando un gimnasio.

La pregunta tomó por sorpresa a la muchacha, pero terminó sonriendo.

-Eres muy joven para ser un jugador profesional.-(replicó divertida)

-Ah, no quería ofenderte. No soy muy bueno hablando con la gente, mucho menos con chicas.-(confesó mirando sus pelotas de voleibol)

-Pues no lo parece. Tienes una carrera estable siendo joven, eres guapo y además deportista.-(comentó con una suave carcajada)-¿Por qué tendrías problemas para hablar con chicas? Eres genial.

Él la observó como si hubiera visto a un alien, sin embargo, ____ pudo ver que una pequeña sonrisa se formaba en su rostro y algo se removió en su interior.

Desde ese día, el deportista que al parecer se llamaba Tobio Kageyama, comenzó a ayudarle a limpiar.

-Repito, me pagan para hacer esto. No necesitas ayudarme.-(lo regañó divertida)

-Lo sé, igual quiero hacerlo.-(repuso él pelinegro siguiendo con su trabajo)

El muchacho era sumamente amable y pasaban mucho tiempo juntos en sus descansos y a la hora del almuerzo. La joven empezó a notar como la miraba de reojo, como le sonreía.

Kageyama era de las personas más honestas y genuinas con las que se había topado.

Por lo que era su turno de ser honesta y genuina.

-Tobio.-(llamó un día mientras terminaban de limpiar)-Lamento mucho si me equivoco, pero.....¿Podría ser que yo te guste de forma romántica?

El armador no parecía ni sorprendido ni avergonzado.

-Si, me gustas. Muchísimo.-(confirmó con simpleza, sin inmutarse)

Ella no esperaba una respuesta tan directa, así que le costó un par de segundos recomponerse.

-No puedo salir contigo.-(terminó por decir con fragilidad)-No eres tú.....es solo que tengo mucho equipaje en mis espaldas. No quiero que te ilusiones y nuestra amistad termine mal.

Kageyama frunció un poco el ceño ante sus palabras.

-¿Entonces no te gusto?-

-No es eso.-(replicó ____ con nerviosismo)-Me gustas, es solo que....no puede ser.

Él soltó aire con expresión relajada.

-No importa, si nos gustamos mutuamente el resto no impor.....-

-Estoy embarazada.-(interrumpió  la joven con lágrimas en los ojos)-Seré madre soltera. Por eso trabajo limpiando, no tengo estudios universitarios y es lo mejor que encontré.

Tobio ni se inmutó por la declaración.

-¿Sales con el papá?-(fue su única pregunta)

-No, lo deje porque quería obligarme a abortar.-(murmuró con un  nudo en la garganta)

-Entonces todo bien. Eres una mujer libre que me gusta y a la que le gusto. ¿Cuál es el problema?-

Los ojos de la joven ya no pudieron contener la lágrimas y estás caían por sus mejillas.

-¿No vas a huir? Soy una mujer sin futuro. Abandoné todo para tener este bebé. No seré exitosa, no tendré un gran trabajo.-(dijo con frustración)-Tú eres maravilloso Tobio, te mereces mucho más.

El pelinegro la observaba confundido.

-¿Por qué tener un trabajo debe ser más valioso que ser madre?-(cuestionó con simpleza)-Aunque lo fuera, tú me aceptaste como soy. Todo rarito y antisocial. No tengo derecho a juzgarte y no lo haré.

____ se puso a sollozar con fuerza, como si la hubieran liberado de toda la culpa y el daño que recibió.

Kageyama se acercó y besó sus lágrimas con suavidad. El gesto fue tan bonito, que casi se puso a llorar de nuevo.

No pudo evitarlo y se lanzó a abrazarlo. La rodeo con sus fuertes brazos y se quedaron así, hasta que un guardia les informo que era hora de cerrar.

-Tobio......sé mi novio por favor.-(pidió cuando estuvieron caminando en medio de la noche)

El armador se acercó y la besó en los labios con cariño.

-Sera un placer.-(concluyó con una sonrisa)

Nota de autora

¿Cómo se encuentra la linda gente que Lee esta historia? Han pasado lunas desde que nos leemos.

Espero que les haya gustado el capítulo y tengan un bonito día, tarde o noche.