___ miró su vestido de novia con una sonrisa.
Estaba preciosa.
Pero, esa sonrisa triste en su rostro la delataba.
Se estaba por casar con un hombre al que no amaba y su cuerpo no la ayuda a reafirmar su decisión.
Es cierto que su hermano la presionó.
También era verdad que sus padres la habían inducido al sacramento del matrimonio.
A pesar de todo no podía culparlos.
Su futuro esposo era guapo, joven, carismático y lo que más le importaba a su familia....era millonario.
Todas sus deudas se esfumarían como si hubieran sido solo un mal sueño.
Ella no lo odiaba.
Era un hombre que estaba dispuesto a protegerla y cuidarla, incluso si eso equivalía a estar atado a sus parientes.
Pero, no era él.....
Nunca sería él.
Ella volvió a observarse en el espejo y solo vio desesperanza.
Había ocurrido tan rápido, que su corazón se le había arrancado del cuerpo y había ido a parar a su lado sin previo aviso.
¿Cómo podía abandonar todos sus planes de vida por él?
No sabía si la quería.
Ella había sentido ese click.....esa magia....
Sin embargo, nada le aseguraba que él la tuviera en igual estima.
Se conocieron de casualidad cuando ella fue contratada para rediseñar el interior del club profesional de voleibol en el cuál el era la estrella.
Y le quedaba ser la estrella.
Una sola sonrisa suya basto para tenerla a sus pies.
Pero, ella se iba a casar.
No había nada de malo en su prometido.....a excepción de que no era jugador de voleibol y no se llamaba Bokuto Kotarou.
Probablemente era solo algo momentáneo algo que pasaría con el tiempo.
Tenía que serlo.
Había escuchado de esos amores que pasaban una vez en la vida, pero nunca creyó que le ocurriría a ella. ___ era demasiado práctica para eso.
Pasó tiempo con el muchacho y mientras más lo conocía más claro se le hacía que no podría vivir sin él.
Pero, tendría que aprender a olvidarlo.
Solo estuvieron hablando cinco meses.
Cinco meses de risa.
Cinco meses de encanto.
No podía reconocer en voz alta que habían sido los mejores cinco meses de su vida. Si lo hacia se echaría para atrás.
¿Cómo podría casarse con un hombre que apenas conocía si admitía en voz alta que había alguien que la hizo inmensamente feliz?
Lo mejor era mentirse a sí misma.
No tenía otra opción.
Trató de sonreír nuevamente y esta vez le salió un poco menos forzado.
Agarró la falda de su largo vestido de novia para encaminarse al lugar donde se celebraría la boda.
Su padre la llevó al altar con una sonrisa radiante. Obviamente estaría contento, su hija se casaría con el hombre de los sueños de cualquier mujer.
A excepción de los suyos, lamentablemente.
-Sé muy feliz.-(le pidió antes de dejarla en el altar)
Tenía que hacerlo.
Sus padres la adoraban y por supuesto que buscaban lo mejor para ella.
Escuchaba como el cura hablaba de forma solemne, pero todo lo que decía le parecía vago y vacío.
Por Dios, ni siquiera era católica.
De pronto la puerta de la iglesia se abrió mostrando a un muy agitado Bokuto.
Todos se quedaron en silencio.
Él avanzó con seguridad hasta quedar en frente de la joven.
La miró a los ojos y ___ supo que estaba perdida.
-___.-(llamó con suavidad)-¿Qué estás haciendo?
Su voz sonaba extrañamente divertida, como si ella estuviera cometiendo una tontería que no tenía el menor sentido.
-Kotarou....-(su nombre salió como un susurró de sus labios)-Me estoy casando.
-¿Con un hombre que no soy yo?-(cuestionó con un puchero)-Eso no es justo. Te amo. Por favor no te cases.
A ella se le cortó la respiración.
Le dijo que la amaba.
Había soñado con ese momento, sin embargo, estaba en frente de sus familiares y amigos. Su prometido la miraba con confusión y su hermano tenía el ceño fruncido.
Bokuto tomó su mano mientras depositaba un casto beso en sus nudillos.
-No me dijiste que estabas comprometida y no te culpo.-(explicó con una sonrisa triste)-Pero, no podía dejarte ir sin intentarlo.Te amo con todo mi corazón.
Sé feliz ___. Debes ser la mujer más feliz de esta tierra. Aún si eso significa que tengas que estar al lado de otra persona.La joven estaba demasiado abrumada por la situación.
Solo pudo reaccionar cuando se encontró con su espalda y él se estaba alejando.
-¡Espera!-(gritó con demasiada fuerza)
Ahora todos la observaban fijamente.
-Lo siento.-
Las esperanzas del deportista se habían apagado cuando escuchó esa disculpa. Pero, de pronto comprendió que ella no lo estaba mirando a él, sino al hombre frente al altar.
Ella agarró su vestido con ambas manos y le hizo al hombre que amaba una seña con la cabeza.
-Ayúdame con la cola del vestido.-(pidió antes de empezar a correr)
Bokuto alcanzó a obedecer con confusión.
No se consideraba una persona muy inteligente, pero eso debía significar algo bueno.
Estaban saliendo de la iglesia.
Ella ya no se iba a casar.
Escuchó la risa de la joven que amaba y tuvo que reconocer que era su sonido favorito. Ella debía reír. Siempre.
-¡No puedo creer que nos escapamos!-(gritó emocionada)-Tenemos que tomar un taxi o algo.
Él asintió maravillado.
Luego entraron en el taxi y Bokuto calló en cuenta de que no le había respondido su confesión.
-¿Kotarou?¿Pasa algo?-(cuestionó ___ al ver su cara deprimida)
Ella lo conocía bastante bien.
No estaba alegre como siempre.
-¿Por qué?-(logró preguntar con un suspiro)-¿Por qué no te casaste?
___ soltó una fuerte carcajada que le hizo fruncir el ceño.
-No seas tontito. Es obvia la respuesta.-(replicó con alegría)-Yo te amo.
Y él sintió como su corazón saltaba.
Se acercó y la besó con una sonrisa.
___ no estaba segura de que pasaría a continuación.
Solo tenía la certeza de que si él estaba a su lado, le importaba muy poco el resto.
Nota da autora
Holaaa a todos. ¿Qué tal todo?
Espero que se encuentren bien y les haya gustado este capítulo.
¡Nos leemos luego!
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Haikyuu X Tú
FanfictionOne-shots de ti con los personajes de haikyuu y tipo de novio. Cada capítulo es independiente del otro. Ninguno tiene relación con el otro a pesar de que sea con el mismo personaje. Se aceptan peticiones, votos y comentarios. Espero les guste a lo...