Oikawa

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____ se encontraba trotando un sábado en la mañana alrededor del parque. Todo iba de maravillas hasta que una mano se poso con brusquedad en su hombro.

Y todos los que la conocian eran conscientes de que era una nefasta idea sorprenderla. Sobretodo cuando estaba en modo entrenamiento.

Se detuvo, agarró la mano de la persona y se giro pasando su otro brazo bajo su axila. Luego se agachó hasta que sus rodillas tocaron el piso y la inercia del movimiento mandó a volar a un lindo chico de cabello castaño.

El muchacho cayó de espaldas al piso y se puso a toser por la falta abrupta de aire.

-Se te cayó tu teléfono....-(explicó con una sonrisa adolorida)-Creo que es la primera vez que me rechazan a golpes.

La joven se espanto al darse cuenta de que había agredido sin justificación a una persona en la calle. Además, una persona que le estaba haciendo un favor.

-Lo siento muchísimo.-(se disculpo mientras lo ayudaba a levantarse)-No pensé.....lo siento. Mi cuerpo se movió solo.

-¿Prácticas algún arte marcial?-(preguntó con curiosidad entregándole su teléfono)-Esa fue una llave increíble. Además, no fue tan doloroso como parece en las peliculas. No tienes que disculparte.

-Si......práctico taekwondo, judo y un poco de jiujitsu brasileño.-(confeso avergonzada)-Aunque no debería utilizarlo para atacar a gente en la calle. De verdad lo siento.

El castaño le sonrió con calidez antes de dar un paso y comenzar a fingir una cojera.

-Creo que me rompiste una pierna, mi querida y bella acompañante.-(actuó de forma exagerada)-Pero podría perdonarte si me invitas un café.

Ella soltó una risita divertida antes de rodar los ojos.

-Ni siquiera sé tú nombre.-

-Eso se resuelve fácil. Soy Oikawa Tooru.-(se presentó con una sonrisa coqueta)-Pero tu puedes llamarme el amor de tu vida.

____ soltó una carcajada comenzando a caminar.

-Te llamaré el señor de las frases cutres.-(replicó con calma)-Vamos por tu café antes de que el dolor siga influyendo en tu imaginación.

-Acabo de encontrar a una deportista, muy guapa y simpática para acompañarme a beber café.-(repuso él alegre)-Mi imaginación nunca le gana a la realidad.

-Si tu lo dices.-

La chica le compro su café, conversaron un poco y luego se dirigieron a su casa.

-No necesito que me lleves a mi casa.-(dijo ella sin mala intención)-Soy bastante bruta, como ya pudiste observar.

-¿Me creerías si te digo que vivo en el mismo barrio?-

La joven solo rodó los ojos mientras se reía un poco. Siguieron hasta su departamento e impresionantemente de verdad eran vecinos.

-Nunca te había visto antes por aquí.-(comentó Oikawa sorprendido)-Me acordaría de ti.

-Me mudé hace una semana.-(explicó con tranquilidad)-De nuevo, lamento haberte golpeado. Hasta luego, vecino.

Y de esa forma se volvieron algo parecido a amigos. Cómo mínimo, el castaño le prestaba bastante atención  a la chica y como ambos eran deportistas, se entendían mutuamente.

Ese día, ____ volvía de su dojo. Eran las once de la noche y todo estaba oscuro, ni siquiera se veían las estrellas. Empezó a sentir que algo andaba mal cuando una persona vestida de negro ya llevaba más de seis cuadras atrás suyo. Incluso dió una vuelta a la manzana solo para asegurarse de no estar siendo paranoica.

Cuando el hombre estaba a menos de diez metros se puso a correr. La regla número uno de la vida es no enfrentar a alguien en la calle sin saber si está armado. Y el sujeto era muy tétrico, asi que esa posibilidad no estaba descartada.

Al menos ella era mas rápida. Entro a su edificio y tomo las escaleras en vez de esperar por el ascensor. Corrió cinco pisos y tocó la puerta de su vecino. Miraba hacia atrás de forma desesperada, rezando para que no la alcanzará.

La puerta se abrió mostrando a un confundido Oikawa. Ella entro sin pedir permiso, cerro la puerta detrás suyo y se puso a llorar con nerviosismo.

-¿____? ¿Qué rayos paso?-(preguntó preocupado mientras se acercaba y apoyaba una mano en su hombro)-¿Estás bien?

Negó tratando de controlar su respiración, estaba jodidamente asustada. Tooru la abrazo con fuerza a la vez que trazaba círculos en su espalda con su mano.

-Creo......que me estaban siguiendo.-(consiguió decir luego de un tiempo)

El muchacho se tenso y se alejó con un rostro indescifrable.

-¿Alguien.....te siguió hasta acá?-(preguntó con un furia helada)

Ella asintió. Oikawa la dejo en el sofá y salió con decisión por la puerta.

____ nunca lo había visto tan molesto, normalmente payaseaba o se deprimía e incluso era un poco llorón. Esa vez parecía dispuesto a golpear a alguien.

Volvió luego de un par de horas. Ella seguía en donde estaba planteandose todas sus dudas existenciales. ¿Por qué practicaba autodefensa, si a la hora de la verdad, no servía de nada?

-____, ya está. No volverá a molestarte.-(le susurro con paciencia)-Esta en manos de la policía ahora.

-¿Cómo.....?-

Él le sonrió travieso. Al parecer no tenía intenciones de decirle lo que le hizo al sujeto. El voleibolista se acercó y limpio sus lágrimas con cariño, se detuvo y la abrazo con fuerza.

-Fui una cobarde.....debí haber hecho algo por mi misma.-(se lamento aceptando el contacto)

-____, fuiste sensata. Ser valiente no significa darle una paliza a cualquier rarito que te persiga.-(replicó Oikawa con seriedad)-Solo la gente valiente es capaz de pedir ayuda.

-Tooru......-(murmuró ella asombrada)-A veces eres una persona bastante sabia.

-¿Cómo que a veces? Yo siempre soy genial.-

Ella solo se rió en desacuerdo. Oikawa aflojó su abrazo y quedó de frente a ella. Se acercó lentamente hasta que sus narcies se rozaron. Luego, abrió los ojos sorprendido y se alejó de un salto.

-¡Lo siento! No quería aprovecharme de ti. Estás vulnerable, y me pediste ayuda.-(se disculpó manteniendo su distancia)-Soy un imbécil, te diré lo mucho que me gustas otro día. Así que finge que esto no ocurrió.

____ rodó los ojos y acortó la distancia entre ellos, para poder besarlo. Se separó dejándolo anonadado y no pudo evitar reírse.

-Tooru, tu también me gustas mucho.-(confesó con tranquilidad)-Hace mucho que me gustas, así que no te estás aprovechando.

-Gracias al cielo.-(comentó aliviado, antes de acercarse a besarla nuevamente)-Siempre había querido hacer esto.

Haikyuu X TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora