Capítulo 4

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De vuelta a su no agradable escritorio, luego de la salida a la playa con sus amigos, SeokJin esperaba la agenda del día y la cita a ciegas de ese lunes.

Oh, porque sabía que su madre ya le había conseguido una nueva mujer como futura prometida y quizás, esta vez no asistiría, porque por su cabeza solo corría la imagen de la mujer que conoció ese fin de semana y sentía que ir a esas cenas ya no se sentirían igual que cuando iba sin nadie en mente, sin estar enamorado o atraído a alguien.

Alexandra le gustó y quería tener tiempo para conocerla más, a ella, no a más  mujeres. Tomaría eso como excusa, se lo quería decir a su madre, tenía una pequeña esperanza de que ella la aprobaría y le podía permitir acabar con las citas a ciegas cuando le diga que estaba interesado en alguien.

Para conversar con su madre debía hacerse un espacio en su agenda por lo que esperaría a Sunni rogando que el día no fuera tan pesado.

Espero y espero...

Espero más

y no aguantó

¿Por qué rayos Sunni no entraba a su oficina?

Salió de su despacho y notó que su secretaria no se encontraba en su escritorio de afuera. Extrañado pensó qué tal vez bajo por el desayuno de ambos y caminó por los pasillos siendo saludado en media reverencia por los empleados, bajó por las escaleras hacia la cocina de la cafetería, fue saludado por el chef, pero ahí no estaba.

Sunni era imposible de perder, al menos para él, era la única que poseía cabellos rojizos, ojos color avellana, un rostro pequeño, era solo unos centímetros más baja que él, siendo la mujer más alta de sus trabajadoras y además ella portaba un uniforme distinto.

Siguió caminando entre saludos de muchos y llegó a recepción, donde también podía estar, pero no, tampoco se encontraba ahí. Fue a los vestíbulos del hotel buscando con su mirada a quien podía ayudarlo.

— Young Mi — la llamó— Cierto. Señorita Lee — eran horas de trabajo, debía mantener el respeto. La castaña ahora trabajaba en los vestíbulos y no más de mesera, cada que podía la subiría a un puesto mejor, ella en verdad se esforzaba. — Venga un momento por favor

Las personas alrededor se miraron confundidos por el tono serio de su jefe y más extrañados de que él esté buscando por su cuenta a alguien y no hubiera mandado a su secretaria.

— ¿Pasó algo señor Kim? — preguntó Young Mi una vez frente a él

— Mientras no nos escuchen háblame informalmente,me siento más cómodo— la vio asentir — ¿Has visto a Sunní? Nunca suele atrasarse y si lo hace deja algún recado o avise un día antes

— No lo sé, la última vez que la vi fue en la playa y ella no me dijo nada. Tal vez solo despertó un poco tarde— contestó—  ¿Preocupado?

— Es que ella no suele atrasarse, es muy responsable— bufó— Haré su trabajo en lo que aparece

Sin más se despidió de Young Mi y subió hasta el tercer piso donde se encontraba su oficina. No quería pensar que algo malo le había pasado, porque de ser así, entonces no estaría tranquilo, si no llegaba en una hora iría a buscarla.

— ¿Se puede saber por qué no veo a tu secretaria en su puesto? — una vez irrumpió en su despacho sobresaltandolo — ¿Es que acaso no puedes controlar ni a tus propios empleados?

— Madre — dijo y saludó una vez de pie— Apenas la vi esta mañana. ¿Qué se le ofrece?

— Endereza la espalda Seokjin — regañó y este le hizo caso — Le diré a la empleada de la casa que planche mejor tus trajes, te ves horrible

MI CAOS [SeokJin] [TIMD] / Libro IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora