MI CAOS [SeokJin] [TIMD] / Libro III

Capítulo 19

Más de 20 años atrás...

Dentro de una amplia casa. Una joven de 20 años vestida de hanbok caminada presurosamente por los pasillos.

— Yoona, apresúrate. — resondró a su dama quien caminaba detrás de ella

— Si señorita

— No puedo esperar. — replica deteniéndose a mirarla — Gong Yoo y yo hemos sido amigos desde niños. Mis padres arreglaron nuestro matrimonio. Ha llegado el momento por el cual tanto me preparé. Él será mi esposo.

— Esta muy emocionada aunque no lo ve hace mucho.

— Tuvo que irse a otras tierras, pero ya ha regresado. Ya se estaba tardando, hemos pasado la edad para casarnos. ¿Vendrá a pedir mi mano?

— Su padre dijo que solo sería de visita

— Mi padre ya debe estar diciéndole que será mi esposo. Sus padres ya le deben haber comunicado eso.

— Serán muy felices.

— Claro que si y te llevaré conmigo para que críes a mis hijos.

— Sería un honor acompañarla.

— Si. Basta de hablar. Vamos. Nos esperan en el salón

— Sí señorita TaeHee.

Ambas jóvenes, una con la cabeza gacha y otra con la sonrisa en alto, entraron al salón dónde dos jovenes más esperaban acompañados de sus mayores.

— TaeHee, hija mía, ven acompáñanos — la invitó su padre — Saluda a los señores Gong — TaeHee tomó su palabra y los saludo con una sonrisa — Él es Gong Yoo y su amigo SeonHo.

La joven amplió su sonrisa al observar a quien creía sería su futuro prometido a la cual el nombrado respondió con una más suave. Después de todo habían sido amigos desde pequeños. Sin embargo, la mitad de Gong Yoo se desvío hacia la acompañante de TaeHee que permanecía sin mirar a nadie, solo a sus propios pies.

Le causó gracia, porque esos protocolos eran para familias de la realeza, sin embargo la familia de TaeHee también las copiaba al ser adinerados y sentirse importantes.

Luego de una charla que fue mayormente por parte de los adultos. Los mayores dieron permiso a los jóvenes de retirarse al jardín para que charlen entre ellos. Gong Yoo fue acompañado por su amigo y TaeHee por Yoona, quien seguía con la mirada gacha.

— ¿Cómo fue estar en Japón? — le pregunta TaeHee a Yoo — Seguro aprendiste mucho y conociste mucho.

— No hay duda de eso — le respondió — Casi no extrañé Corea

— ¿Ni por mi?

— Fuiste parte de lo que extrañé. Después de todo aquí viví toda mi infancia.

Aquella respuesta hizo a la joven ilusionarse aún más. Apenas se volvían a rencontrar, pero para ella, él ya era el indicado.

— ¿Y usted, SeonHo? ¿Como conoció a Yoo?

A partir de esa pregunta, comenzaron una agradable charla entre los tres. Sin embargo había algo que incomodaba a Gong Yoo y no podía dejarlo pasar. Pensó que sería diferente entre ellos, pero no parecía cambiar.

Así que mirando a Yoona soltó:

— Señorita, ¿no le duele mirar siempre abajo? Su postura podría deformarse

La señalada saltó en su lugar y se avergonzó al instante bajando aún más la mirada. Ahora menos que nunca quería mirar hacia los jóvenes. Pensó que estaba siendo invisible como siempre lo era, pero resultaba que esta era la primera que alguien cuestionaba su postura. ¿Acaso no era lo normal? Ella era una empleada de esa casa y ellos sus amos. Según los protocolos siempre debía mirar sus propios pies frente a otros, salvo que esté en privado con la señorita TaeHee