Capítulo 9

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SeokJin no tenía idea de a dónde ir. Sus amigos apenas acababan de irse y no quería molestarlos con sus problemas.Prácticamente estaba en la calle, pero se contuvo a ahogarse en sus pensamientos, no era el momento, no cuando una Sunni parlanchina a su lado trataba de animarlo a toda costa mientras él la llevaba a su casa en el auto, lo único que sus padres no le arrebataron.

Luego de que se abrazara a ella como la única persona que podía sostenerlo y haber llorado en su hombro, se separó sin decir ni una palabra y solo le pidió que lo siguiera al auto. Al principio el silencio fue tan desgarrador que fue Sunni quien decidió cortarlo y hablar para aligerar el ambiente.

— Y así fue como casi fui un sacrificio para una secta solo por ser pelirroja — finalizó Sunni para la sorpresa de su jefe, quien se había perdido en el relato y abrió sus ojos desmesuradamente por la la oración dicha fan a la ligera.

— ¿Cómo que casi fuiste un sacrificio!? — soltó

Y entonces detuvo el vehículo de golpe

— Jin! — gritó la secretaria y golpeó su hombro — Deja de detenerte así! Se me saldrá el corazón! — exaltada tocó su pecho — Oh por dios! — en un instante pareció quedarse sin aire — Siento un ataque cerca, me voy a morir!

El castaño cambió su expresión a una burlona. Pronto se encontraba riendo mientras veía el rostro aterrado de su secretaria.

— Eres un maldito insensible! — le reprochó ella y él reía con más fuerza

— Es que.. — no pudo vocalizar otra palabra más por la risa

Se oía tan contagioso que pronto Sunni también reía con él, ambos hasta terminar con pequeñas lágrimas en los ojos. Las personas que los escuchaban o caminaban cerca del auto los tildaban de locos y los miraban extrañados, sin embargo nadie sabía que reír era lo que ese par más necesitaba luego del agrio momento que uno vivió y la otra presenció.

Sunni sobre todo, por unos segundos se perdió en el rostro alegre de su jefe.Le gustaba, le gustaba mucho verlo con una sonrisa y deseaba escucharlo reír toda la vida si fuera posible.

No podia decir que conocía a SeokJin desde hace mucho o que había crecido con él, pero el tiempo que llevaban trabajando juntos, permitió que lo conociera a la perfección o tal vez porque a sus ojos su jefe era una persona muy transparente con sus sentimientos. Por eso, a sus ojos enamorados, Jin tenía un corazón tan blandito que no debía ser lastimado porque corría el riesgo de desmoronarse. Él era una persona hermosa y a veces se preguntaba si en verdad alguien como él existía.

— ¿Por qué me miras tanto? ¿Te gusto? — preguntó divertido su jefe

Y ella solo quería responder un "Si", pero su miedo era mayor.

— Ya sé que te encantaría que alguien como yo se fije en ti, pero tengo expectativas más altas — respondió mientras una vocecita en su cabeza le decía una y otra vez lo mentirosa que era. — Solo te miraba porque te ves feo

No la juzguen, tenía una imagen de chica fría que debía mantener.

— Eso me dolería si no supiera que soy un gran partido — contestó SeokJin — Gracias, Sun

— ¿Por qué?

El castaño resopló, se quitó el cinturón y giró para mirarla a ella. La secretaria tenía una de sus manos apoyada en los asientos, por lo que Seokjin la tomó para acariciarle.

Sunni no supo cómo se controló para no gritar

— Porque me salvaste de esa cita a ciegas y me permitiste quedarme a disfrutar con mis amigos. Si me lo recordabas, me hubiera perdido todas las risas de hoy y lo más probable es que ahora si estuviera comprometido o rechazado una vez más. — dijo sin quitarle los ojos de encima

MI CAOS [SeokJin] [TIMD] / Libro IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora