Ilusión.

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Temari terminaba de reacomodar la cocina luego de aquella cena que había tenido con su pequeño hijo, el cual ya se encontraba en su habitación. Sonidos de algún videojuego salían de ésta, acompañados de una conversación ruidosa que llevaba con otro niño, seguramente Boruto.

Su esposo llegaría algo tarde esa noche, así que le tocó lavar los platos y arreglar todo antes de dormir. Llevaba un delantal un poco sucio alrededor de sus caderas, y el cabello recogido despreocupadamente, mientras limpiaba uno de los utensilios con cuidado. El sonido del timbre en la puerta principal la hizo cortar ligeramente su dedo pulgar cuando perdió la concentración en sus acciones. Sintió de inmediato un ardor agudo proveniente de este. < ¿quién puede ser a esta hora?> pensó, mientras buscaba algo para secarse las manos.

Se dirigió a la puerta de su hogar, mientras llevaba aquel dedo lastimado hasta su boca, intentando aliviar un poco el ligero ardor. Al girar el picaporte se encontró con un rostro conocido, que la hizo soltar un pequeño grito agudo y lanzarse sobre esa figura para rodearla con sus brazos.

—¡Ya estás aquí! ¡Creí que llegarías hasta mañana! — le dijo a su hermano menor, el cual correspondía ese abrazo con una sonrisa.


—No podía esperar para venir y saludarte, hace tanto que no nos vemos — sus dedos acariciaban su espalda con cariño.


—¿Dónde está Shinki? ¿no lo trajiste contigo? — preguntó, ahora mirándolo con una sonrisa, aún entusiasmada.


—Él se quedó en el hotel, está un poco desinteresado por las cosas de esta aldea — soltó una ligera risa. —Ya sabes cómo son — continuó.


Temari rodó los ojos ligeramente, con un semblante divertido. —Pasa, déjame ofrecerte algo — lo tomó del brazo y se dirigieron a la ahora cocina ordenada.


—¿Y tu esposo? — preguntó de pronto, mientras su mirada examinaba el lugar con rapidez.


—Sigue trabajando, últimamente él y Naruto tienen mucho trabajo en la oficina — le dijo, mientras servía aquella humeante agua en una taza.


—Si, me imagino — su mirada continuaba perdida, observando un punto indefinido entre los cajones de aquella cocina. Al mencionar el nombre de Naruto, Temari no pudo evitar recordar su conversación con Shikamaru, en la cual, su esposo había implicado que algo muy sospechoso había sucedido entre este ultimo y su hermano. ¿sería prudente sacar ese tema a flote? Pues, creía que las especulaciones de Shikamaru eran un poco exageradas, realmente no se creía que ellos hubiesen tenido algo más allá de la amistad que llevaban. —Y... ¿Cómo han estado las cosas por aquí? Te echamos de menos, de hecho, no le dije a Kankuro que vendría, pues, necesitaba un momento a solas contigo — continuó el pelirrojo, ahora llevando su mirada azul hacia su hermana, quien soplaba ligeramente su taza humeante entre manos.


—¿Por algo en especial? — pregunto, sosteniendo su mirada fijamente, claro que había algo que quería decirle, lo conocía de sobra y aquella mirada en él no era algo normal. Gaara jugueteó rápidamente con sus dedos, lo cual le dio un claro signo de nerviosismo que Temari pudo notar fácilmente gracias a sus habilidades de percepción, siendo estas tan agudas.


—No, es sólo que estoy con él todo el tiempo, quería librarme por un rato de Kankuro para visitar a mi querida hermana — le mostró una sonrisa ligera, tratando de alejar esas ganas de contarle sobre lo que había pasado, sabía que, con eso, estaría traicionando a Naruto luego de prometerle ser discreto.

ՏϴᏞᎪᎷᎬΝͲᎬ ᎪᎷᏆᏀϴՏ - narusasu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora