ՏϴᏞᎪᎷᎬΝͲᎬ ᎪᎷᏆᏀϴՏ - narusasu

Propuesta.

—Mira lo que traje— dijo Naruto mientras lentamente levantaba una bolsa plástica en color negro frente a los ojos de Sasuke.

Sasuke lo miraba perplejo mientras él se dirigia a la mesa del comedor sacando algunas cosas de aquella bolsa.

<¿Que esta pasando?>

—Ta-da—Naruto volteo esta vez dejando la mesa a la vista de Sasuke en donde había puesto unas velas sobre unos candelabros de metal en color cobre y las encendió en un movimiento con unos fósforos que también aparecieron mágicamente dentro de la bolsa que aun colgaba entre sus dedos.

—Tambien traje la cena, hoy cenaremos afuera— dijo Naruto mirando a Sasuke.

Sasuke permanecio un momento mirando todo con detenimiento mientras en su cabeza se dibujaba la confusión y finalmente pronuncio palabra —Yo, bueno... no esperaba esto, ¿podrías explicarme que sucede?— dijo tratando de parecer calmado.

—¿Que es lo que quieres que te explique?— Naruto dijo ahora con los candelabros en sus manos —Mira ahorita no tengo tiempo de hablar, iré a preparar todo afuera y tu... por favor abrígate afuera hace frío y la tarde esta cayendo— Naruto comenzo a jalar la mesa en dirección a la puerta trasera y dejo los candelabros en el suelo suavemente haciendo un sonido sordo sobre la madera.

Sasuke no podia explicar este cambio tan repentino de humor de su parte, así como tampoco podía explicar como se estaba sintiendo, hace no más de unas 2hrs se encontraba empacando sus cosas para dejar el lugar esta noche mientras no podía recordar la cara del rubio un segundo por que no podía contener sus lagrimas, sabia que tenia que estar molesto y su corazón estaba destrozado pero esto, esto era algo con lo que no contaba... Por un momento se sintió como metido dentro de un recuerdo en la fotografía de su pared, como si solo hubiese estado soñando aquellas cosas que lo atormentaban.

Sasuke se sento un momento respirando pesadamente con sus heladas manos en las rodillas escuchando el ruido de afuera, el como Naruto estaba intentando prender algun fuego y el tintineo de lo que parecian cubiertos, su mente estaba nublada en recuerdos borrosos de días pasados, su corazón latía con fuerza al recordar los turbulentos momentos que estuvo pasando pero con mucha confusión en su interior por saber que era lo que estaba pasando ¿acaso se estaba volviendo loco? 

Por fin tomo la fuerza necesaria para levantarse de la cama y se dirigio nuevamente a la caja donde estaba guardando sus cosas hace un rato, no podía estar dudando ya lo había decidido hace un momento, se iba a ir.

—¿Aun no te pones un suéter?—La voz de Naruto lo hizo voltear sobre su hombro. Naruto estaba recargado sobre la puerta trasera junto a la cocina que daba hacia la fría tarde en donde se podía escuchar el sonido de madera ardiendo y el viento silvando entre los árboles. —Te prestaré uno de mis abrigos, los tuyos siempre son muy ligeros— dijo Naruto caminando al armario ignorando por completo el hecho de que la ropa de Sasuke ahora se encontraba en una caja, abrio el armario tranquilamente y con la mano movio algunos de los suéteres y sacos hacia un lado, pronto saco un abrigo que agilmente puso frente al pálido chico tras él.

Sasuke lo miraba sin creer lo que estaba pasando, se sentia muy confundido —Este es perfecto— Naruto se acercó hacia Sasuke y coloco un grueso sueter de lana en color café sobre los hombros delgados de Sasuke, en un movimiento lo puso frente a él y le cubrió el pecho con aquel sueter en el que Sasuke lucia pequeño —Así esta mejor —dijo Naruto mientras se acercaba para posar sus labios en la frente pálida de Sasuke no sin antes hacer su cabello hacia atrás.

Lo tomo de la mano con delicadeza y lo dirigio hacia la puerta lentamente. Los pies de Sasuke casi se enredaron torpemente al ir hacia delante y cuando por fin estuvo cruzando el marco de la puerta sus ojos se encontraron con la mesa de madera del comedor adornada con algunos cubiertos en colores calidos así como las velas derritiéndose lentamente sobre los candelabros en color cobre que iluminaban a su alrededor mientras bailaban con el viento, un poco más al fondo una fogata hacia crujir la madera ardiendo en sus adentros y el ambiente se sentia cálido sobre su cara ahora un poco enrojecida.