La Despedida.

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El rubio ponía especial atención a la rama de un árbol siendo agitada por el viento de esa tarde, y el cómo de esta caían hojas secas de vez en cuando. Llevaba ya un buen rato en ese mismo sitio, sólo esperando por él, mientras se preocupaba de que aquella margarita que sostenía en su mano siguiera tan viva como cuando la cortó de camino a la cabaña.

Habían quedado de verse en las afueras de dicha cabaña hace ya una hora, y Sasuke aún no aparecía.

< ¿Dónde estás? > se repetía una y otra vez, algo ansioso, ya que, como habían acordado, no se habían visto ni una vez durante esa semana, y la espera era casi eterna. Pero algo le calmaba, y era que, a pesar de todo, a partir de ese día lo vería todos los días de su vida sin duda.

Si que le entristecía abandonar ese lugar que había formado parte importante de su relación, pero si de algo estaba seguro, es que su nuevo hogar sería un millón de veces mejor, construirían un lugar propio desde cero, nuevas aventuras, nuevas vidas, vidas en las cuales no eran parte de matrimonios infelices, y mucho menos mentirosos, que pasaban todos sus días escondiéndose hasta de sí mismos. Sentía que estaba viviendo por primera vez, como si hubiese estado en algún tipo de sueño todos esos años, en el cual no podía respirar, no podía pensar, no podía ser completamente feliz.

Ponía atención a la flor en su mano, mientras su nerviosismo aumentaba, a pesar de tener cada detalle planeado, no podía evitar temer a lo que sucediera una vez se fueran, y claro, estaba nervioso de verlo de nuevo, casi como si se fuesen a encontrar para su primera cita, como dos adolescentes tontos.

Volteó por milésima vez hasta el camino que se formaba entre dos enormes arboles al fondo, a donde tuvo que forzar un poco la vista para notar aquella figura acercándose apaciblemente.

De inmediato se levantó de su lugar, sin ningún esfuerzo en esta acción y con la mayor velocidad que pudo alcanzó dicha figura, y la rodeó fuertemente, casi deshojando la margarita en sus manos. Sasuke lo abrazó de vuelta, aferrándose a él por un rato.

—¡Por fin llegaste! ¿Qué sucedió Sasuke? ¡Me tenías preocupado! — exclamó, aún abrazándolo de una forma casi asfixiante. Esta vez, este no se quejó, como acostumbraba, tardó un momento en responder, pero finalmente, lo hizo. —¡Me estabas volviendo loco! ¿ya estás listo?

—Naruto... — soltó, como si estuviese a punto de decir algo más.

—Vamos, no pienso esperar ni un momento más — le interrumpió, o quizás no lo escuchó, puesto que Sasuke habló un poco bajo. Tomó su mano y lo llevó casi a rastras hasta donde se encontraba la cabaña, a unos cuantos metros, sin embargo, este avanzó unos pasos, pero pronto se detuvo en seco.

Esto ultimo sorprendió un poco al rubio, pero aún con sus manos juntas, trató de poner atención en el rostro de Sasuke por un momento, éste encontrándose calmado, pero con un detalle que le hacía mucho ruido, las partes inferiores de sus ojos un tanto hinchadas y rojizas, como si hubiese estado llorando incluso hace un momento, y sus ojos negros vagando por el lugar. Naruto sabía de sobra, que cuando él desviaba la mirada, definitivamente algo estaba pasando, y no precisamente algo bueno, así que quiso romper aquel ambiente extraño con lo siguiente.

—Traje esto — extendió aquella margarita a unos centímetros de su rostro. Sasuke se quedó mirándola un momento, con esa misma expresión desde que llegó hasta ahí. —Si lo sé, no suelen emocionarte este tipo de cosas, pero no pude evitarlo, en cuanto la vi pensé en ti, y en que sería un buen detalle antes de irnos — sonrió ampliamente, tratando de contagiarle con esa emoción, mientras le miraba con un brillo muy especial en sus ojos azules.

Sasuke la aceptó, sin embargo, siguió mirándola, como si nunca hubiese visto algo igual, aunque, aquel semblante no se fue ni un momento. Naruto prosiguió a darle un beso espontáneo en la mejilla. Aquella escena se veía como si fuesen una pareja inmadura encontrándose por su primera cita, con el chico torpe haciendo lo posible por cautivar a la tímida chica que le gusta.

ՏϴᏞᎪᎷᎬΝͲᎬ ᎪᎷᏆᏀϴՏ - narusasu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora