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Había permanecido tirado sobre ese viejo colchón durante los últimos días.

No había conseguido ordenar el desastre en su cabeza, tenía los ojos irritados por las lágrimas que de manera ocasional se escapaban al recordar todo lo sucedido.

<Sarada> ese nombre retumbaba en su cabeza y le estrujaba el corazón. <¿Qué vamos a hacer?> se preguntaba.

<¿Y si se entera todo el mundo?>

<Estamos perdidos>

Sabía que debía hablar con Naruto sobre todo lo ocurrido, pero no sabía cómo, no había querido poner un pie sobre aquella aldea desde el otro día, y no pensaba hacerlo hasta calmarse un poco, pues en ese estado sabia que todo lo que saldría de él serían malas decisiones. Además, Naruto estaba inundado de trabajo y no quería alterarlo aún más, tomando en cuenta cómo se puso la última vez que se vieron. <Le afectaría mucho>

<¿Y si Sakura se lo dijo a Hinata?> esa frase apareció en su cabeza. <¿Su matrimonio estará arruinado también?>

Se dio palmadas mentales sobre la frente al pensar en estas posibilidades. <¿Cómo pudimos ser tan descuidados?> se maldijo en sus adentros, sus puños se cerrándose con fuerza.

Este había sido su rutina los últimos dias: Despertar con el rostro hinchado y adolorido, el cabello completamente descuidado y la misma ropa del día anterior. Levantarse ligeramente, comer sin ganas las sobras de la reserva de comida que guardaban él y su amante en esa cabaña, y regresar al solitario colchón a lamentarse.

Ese era el único lugar en el que pudo pensar cuando Sakura cerró con determinación la puerta de su hogar detrás de él. Ese sonido hueco aparecía en su cabeza a cada momento, recordándole descaradamente lo mucho que su vida estaba arruinada.

En su mente estaba también el sonido de sus zapatos sobre los charcos en el suelo, el agua rompiéndose ante éstos. El cómo se esforzaba por mantener la compostura por las calles de la aldea y tratar de aclarar las imágenes borrosas ante él, debido a las lágrimas atrapadas en sus ojos.

Esto era precisamente lo que estaba tratando de evitar desde que llevaba esa relación con Naruto, había querido que tomaran una decisión sobre lo suyo mucho tiempo atrás, así él podría hablar con Sakura y nada de ésto estaría pasando. Ya no podría visitar a su hija, y aunque pudiera, no tenía forma de mirarla a los ojos, ya no más. <¿por qué?>

Su hija. Su hija era una de las cosas que más le dolían.

Recordaba con detalle el momento en que Sakura le había dado la noticia.
Ella presentaba algunos síntomas extraños desde hace un par de semanas, asi que hizo una rápida visita al hospital para revisar que todo estuviese en orden.

Ese día, Sakura había llegado a la casa con una sonrisa de oreja a oreja y algunos papeles en sus manos. Se paró frente a él y lo observó con los ojos brillantes por un momento.

—Te tengo una sorpresa — dijo, sin poder contener aquella felicidad.
Sasuke se imaginó miles de cosas al respecto, poniendo atención en los papeles que su esposa abrazaba con solemnidad. —¿qué traes ahí? — sonrió ligeramente, viéndola a los ojos.

—Creo que tendrás que hacer un espacio en tu agenda de vez en cuando — le respondió, mostrándole el contenido del papel entre sus manos. —Porque vas a ser padre — continuó.

Sasuke leyó con rapidez las letras impresas entre las blancas hojas, con un brillo naciente en sus ojos al encontrar la palabra "positivo" en estas.

ՏϴᏞᎪᎷᎬΝͲᎬ ᎪᎷᏆᏀϴՏ - narusasu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora