Murmullos.

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El ambiente en el hogar de los Nara era siempre el mismo. Sonidos de una televisión encendida con algún videojuego del momento en la habitación del pequeño Shikadai, y la voz entrecortada de su gran amigo Boruto, proveniente de la video llamada que hacían todas las noches para llevar su partida en tiempo real.
En la cocina, Temari cocinando la cena para su esposo, que estaría muy pronto ahí, y lanzando regaños momentáneos al pequeño, el cual ya llevaba un rato así.

—¡Ven a poner la mesa para tu padre!— exclamó, siempre dejando en claro que no era la responsable de todo en esa casa. Actitud que imponía respeto en cada miembro de su familia.

El pequeño acudió a la cocina entre refunfuños y dejó la mesa lista de mala gana, procedió a tomar un vaso de leche del refrigerador y regresar a su habitación. —No tengo hambre hoy, buenas noches—.

Temari reaccionó dándole un leve golpe en la cabeza, y comenzando regañarle, cuando Shikamaru se hizo presente con un —No hagas cosas de las que después te arrepientas Shikadai, ya sabes como es tu madre— y procedió a sentarse en la esquina derecha del comedor. Tuvieron una pequeña discusión en la que Shikamaru, con tal de evitar un problema, lo dejo ir a su habitación, con una leve desaprobación de Temari. Algo muy común tratándose de ellos, nunca pasaba de eso, eran una familia unida y feliz a su manera.

Una vez que la pareja se quedó a solas, prosiguieron a comenzar su cena, y charlar como lo hacían todas las noches.
Shikamaru, siendo la mano derecha del hokage, llegaba un poco tarde a casa y casi nunca tenía tiempo de estar con los suyos, pero eso no perturbaba el hecho de que Temari fuera la persona más cercana a él, como su mejor amiga y la única en la que más confiaba.

—Hoy llegaste más tarde que de costumbre. Shikadai esta aprovechando esto para hacer de las suyas— comentó ella, soplando levemente a su bocado y prosiguiendo a comerlo.
—Naruto tuvo un asunto que atender fuera de la aldea, y algunos pendientes que tenía se acumularon, lo ayudé un poco a ordenar su desastre— tomo un sorbo de su té.
Su mujer frunció el ceño. —¿fuera de la aldea? Es la segunda vez en este mes...

Temari no era de callarse las cosas. Le hacía notar a su marido cualquier inconsistencia en las cosas que éste le contaba, sea cual sea el tema que traten. —A veces no se donde tiene la cabeza el muy tonto— contestó Shikamaru. —y fue todo de imprevisto, al parecer llegó un mensaje de Sasuke y cinco minutos después, ya me estaba diciendo que le tenia un mensaje importante y que regresaría al día siguiente. Sin más.— prosiguió a comer algunos bocados de su cena.

—No entiendo por qué no le llevo el mensaje directamente en su oficina, en otras ocasiones ha sido así ¿no? Creo que se hubiera evitado el dejar sus asuntos de lado. Y de paso, tu también estarías enterado— dijo mientras alejaba su mirada del plato sobre la mesa y veía a su esposo. —¿no te parece un poco raro que esos dos constantemente salgan de la aldea  con la misma excusa?

—Quizás son cosas más importantes, además, ellos son muy buenos amigos, supongo que de vez en cuando requieren un descanso de todo. ¿O te refieres a que planeen algo turbio referente a la aldea?— preguntó con incertidumbre.

—No tonto, sé que ellos jamás atentarían contra la aldea. Si no que me parece curioso que, tú, siendo tan cercano al hokage, no te puedas enterar de inmediato de cualquier cosa que suceda. Quizás ellos se traigan algo entre manos— sugirió.

—¿Algo como que?— replicó.

—Algo como su romance en secreto— le contestó, soltando una risilla de inmediato ante el rostro sorprendido de Shikamaru. —Obviamente estoy bromeando, tonto. Sólo no dejes que Naruto se aproveche tanto de ti, debe ordenar mejor sus deberes, ya que siempre le suceden estas cosas.
Shikamaru la miro por un momento y después dejo escapar una risa ligera.

ՏϴᏞᎪᎷᎬΝͲᎬ ᎪᎷᏆᏀϴՏ - narusasu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora