Reencuentro.

705 89 69
                                    

El reloj marcaba las once de la mañana cuando Naruto se escapó a casa desde su oficina, tras terminar algunos pendientes en ésta.
Encontró una pequeña oportunidad para ir a tomar una siesta, luego de no haber dormido la noche anterior.
Los últimos días la lluvia había cesado, dejando un ambiente un poco húmedo y limpio por las calles de la aldea.

El hogar de los Uzumaki se encontraba en calma total, con un sol tenue bañando cada rincón de este. No había encontrado ni a su esposa ni a sus hijos en aquella enorme casa, seguramente habrían salido por compras de la semana, esto le dio un poco de alivio, ya que sabía muy bien que si llegaba a casa y se encontraba a Himawari ahí, su carita al pedirle que jugase con ella no le permitiría negarse, y su plan de dormir, quedaría en el olvido.

Había permanecido postrado sobre esa cama aproximadamente una hora, profundamente dormido y con los zapatos aún puestos, ya que al tener un contacto mínimo con el colchón, había perdido completamente la noción de todo.

Los vacilantes golpes huecos sobre la puerta principal se habían hecho presentes en sus sueños, alterando ese descanso profundo.

<ahora no> se dijo a sí mismo, sin mover un solo músculo.
Una vez más tocaron la puerta, ahora con un poco de insistencia.
<no, no bajaré> continuó.

Se acomodo en la almohada cuando este sonido volvió a repetirse, y pensó que quizás su esposa habría olvidado sus llaves. Se obligó a abrir los ojos, sus párpados se sentían pesados, pero logró despejarse luego de un momento.
Bajó las escaleras con la ropa un poco arrugada y un semblante aún cansado.
Abrió la puerta principal de su hogar y se encontró con una figura alta y esbelta ya alejándose un poco por el pequeño jardín de su casa, reconociéndole de inmediato...

—¿Sasuke? — preguntó a la persona de espaldas. De inmediato éste volteo un poco sorprendido.

—Ah, pensé que no había nadie en casa, lo siento— argumentó un poco tímido.

Naruto sonrió, mirándolo con esos ojos azules acompañados de ligeras bolsas. —¿Qué haces por aquí? — trató de disimular su emoción, había pasado un tiempo desde que no hablaban directamente.

Sasuke vaciló un poco. —Te busque en tu oficina y no estabas, pero... ya n-no importa — le dijo, aún un poco distante, y comenzando su viaje de regreso.

—Estás aquí por algo, suéltalo — su sonrisa no desaparecía.

Pronto el chico de pelo negro se volteo completamente para estar frente a frente, pero aún separados por el espacio entre la puerta principal y el inicio de dicho jardín. —Sólo quería agradecerte... por hablar con Sakura, no pensé que lo harías... y, significa mucho para mi, pude estar con mi hija ayer — sonrió ligeramente.

—Me da gusto, creo que era lo mínimo que podía hacer por ti— lo miraba con un brillo especial en su mirada.

—Bien, solo venía a eso. Nos veremos luego — se dio la media vuelta y comenzó a caminar.

—Espera — lo detuvo de inmediato el rubio. —¿no crees que deberíamos hablar?

Sasuke regreso la mirada con un semblante algo serio. —¿Sobre...
—Sobre lo nuestro, y-yo, quería pedirte una disculpa — Naruto desvío sus ojos a otro punto.

—No es el momento, tu familia podría escucharnos — casi le interrumpió.

—Ellos no están en casa, ¿quieres pasar? — ahora lo miraba con un semblante que era imposible de resistirse.

Sasuke se quedó un momento inmóvil. —Hablamos después — concluyó.

Aquella discusión del otro día había sido diferente a las demás, se había sentido como un fin definitivo a lo que tenían, y Sasuke no podía olvidar lo mucho que le dolieron las acciones de Naruto en ese momento. Claro, le había hecho sentir mejor el hecho de que se interesara por su bienestar, arreglando un poco las cosas con su esposa, pero creía firmemente que si volvía con él, nada de lo sucedido cambiaría. No le veía el caso a seguir con eso.
Se alteró un poco cuando sintió una fría mano tomar la suya con sigilo, haciéndolo llevar su mirada a esta dirección.

ՏϴᏞᎪᎷᎬΝͲᎬ ᎪᎷᏆᏀϴՏ - narusasu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora