Habíamos tardado más de lo pensado, me había detenido varias veces para recuperar el aliento.
- Voy a comprar los boletos, espérame aquí – me dice dejando mi mochila en mis pies.
Lo veo marcharse y me imagino una vida con él.
En una casa hogareña, lejos del Reino y de mis responsabilidades. Teniendo a un esposo que sé que me ama y que da la vida por mí, con niños a nuestro alrededor diciéndole papá y él jugando con ellos. Me imagino contándoles a nuestros hijos como nos escapamos, como rompimos con toda ley y responsabilidad que teníamos.
Y luego vuelvo al ahora. Con mi mochila rosada en mis pies, con mis piernas adoloridas y mi cuerpo frío.
Veo a Jake de lejos comprando los boletos. Siento mariposas en el estómago, no puedo creer lo que estamos logrando.
Lo veo de perfil. Tiene manchada la frente, algunas ramas le pegaban cuando cabalgábamos. No se le nota que lleva 7 horas de viaje, se ve con la misma energía.
Lo noto agitado. Se agarra la cabeza y corriendo vuelve a llegar a mi y me dice:
- Tu padre ya sabe que estamos aquí
- Pero ¿cómo? Nadie nos ha visto Jake, fuimos muy cuidadosos - le dije exaltada tomando mi cabeza
Esto no puede estar pasando, no justo ahora.
- Ya no podemos hacer nada
Y era cierto, no hay para donde correr, es el punto más lejos del Reino. Pero lo que me preocupa no soy yo, sino Jake. Puede perderlo todo. No sólo el respeto del Rey, también su empleo como soldado del Reino, la admiración de todos en el pueblo y si llega a las últimas consecuencias mi padre puede llegar a quitarle la vida. De ninguna manera voy a permitirlo, mucho menos sabiendo que todo esto es por mi culpa.
- ¿Qué estás esperando? Corre lárgate de aquí ¡No puedes permitir que te vean conmigo! - le digo desesperada
- Sabes que no haría eso. No pienso dejarte sola tú y yo estamos juntos en esto - me dice con una sonrisa triste
- Pero Jake...
Yo en el fondo sabía que no me dejaría. Que no le importa perderlo todo. Que le importa un carajo si mi padre lo corre del reino o si el pueblo lo deja de admirar o si se queda sin trabajo. Jake es mi incondicional y por eso mismo no puedo perderlo.
- Tengo un plan
- Soy todo oídos
- Primero contesta dos preguntas
- Dime...
- ¿Sabes hacer nudos? y ¿crees que podrías esconder tu mochila en algún lugar cerca donde nadie la pudiera encontrar?...
...
Estaba sentada en el piso, hacía mucho frío y me sudaban las manos. Llevamos un rato esperando a las tropas llegar. Jake me tenía atada de las manos y los pies. Él pensaba que los pies era demasiado, pero mi padre estaría muy feliz de saber que Jake tenía todo bajo control cuando me encontraron. Ese maldito hijo de puta.
Jake estaba nervioso. No me decía nada pero lo notaba en su caminar de un lado a otro, en su constante movimiento de cabello y en sus ojos cuando buscaba los míos para asegurarse de que estaba bien.
Yo no estaba nada nerviosa, sabía que iba a funcionar. Era muy creíble.
Escuchamos a lo lejos unos caballos relinchar.
- Ya vienen ¿Estás bien? - me pregunta Jake
Me había preguntado lo mismo durante los últimos 20 minutos. ¿Estás bien? ¿Te estoy lastimando? ¿Debería de hacer el nudo más flojo? ¿No piensas que es demasiado? ¿Tienes frío?
Y fue justo lo necesario porque se la creyeron toda.
Que Jake estaba haciendo guardia en el castillo y se dio cuenta cuando me fui, que me siguió sin saber a dónde me dirigía y que cuando me vio entrar a la estación inmediatamente me detuvo y me dejó inmóvil.
De nada Jake.