Parte 10 - El futuro Rey

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Días más tarde, Manta y Yoh se encontraban en la tienda de música, con el Asakura escuchando a Bob; Manta seguía algo tenso por cómo Yoh se encontraba tan despreocupado cuando faltaba tan poco para la siguiente etapa. En el colegio, Yoh confiesa estar algo preocupado tras haber recibido un mensaje en su Oráculo Virtual, aunque no se lo veía preocupado en absoluto; a Manta, por el contrario, se lo veía triste porque no sería capaz de ver a su amigo. Al día siguiente a las 2 PM sería cuando el grupo se reuniría con los demás Shamanes en la Base de Vuelo Americano Yokocha, en Tokyo.

Tamao, Hikari y Anna se encontraban en la posada comentando que Yoh volvería tarde, a lo que Anna comentó que se estaba despidiendo de las pequeñas cosas, caminando cerca del lugar, Horo Horo y Pilika se encontraban en un hotel descansando y la Ainu le dio a su hermano mayor un Ikupasui como regalo de despedida y Ryu se encontraba en el templo Shinto que era su lugar ideal, mirando las frases que habían escrito todos sus amigos para él. Tokageroh y Amidamaru se encontraban hablando en el tejado del templo sobre cómo sólo uno podría ser el Rey Shaman, además de que a Tokageroh le pareció extraño que Amidamaru no estuviera con Yoh, a lo que el Samurái respondió que era la última noche.

Hikari había salido antes de que anocheciera avisando de que se quedaría a dormir en otro lugar y ya volvería por la mañana para poder despedirse de sus amigos. Fue Taki quién se lo recomendó para dejar solos a Yoh y Anna ya que posiblemente no iban a volverse a ver. La joven sacerdotisa no entendía bien qué ocurría, pero podía sentir ese sentimiento de que quizás no puedas volver a ver a alguien importante para ti, ésto lo pensó mientras sujetaba su collar y miraba el cielo nocturno.

En la posada, Anna estaba molesta pues Yoh se había ido a la cama sin decirle adiós; le dejó allí su traje de batalla y el Senbei que su abuelo le había enviado. Sin embargo, Anna habló de cómo Yoh se había vuelto fuerte y aún podía mantener la calma, además de que era la única que no quería verle marchar; tras eso, ambos terminaron durmiendo juntos.

Al día siguiente, Yoh se reunió con Horo Horo y Ryu, acompañados de Manta y Pilika, y los tres partieron a la Base Yokocha. Cuando llegaron allí, pudieron ver que ya había muchos Shamanes reunidos en el lugar, además de un puesto de comida en el que encontraron a Silver y Kalim vendiendo, además de a Ren comiendo acompañado de Mei.

– Jejejeje... nos encontramos más pronto de lo que esperaba – Dijo Ren al ver al trío que acababa de llegar.

– De ti tiene sentido, pero Mei, ¿qué haces tú aquí si no pasaste las preliminares? – Preguntó Horo Horo algo confundido.

– Bueno, desde que partimos de China hasta ahora sólo he pasado tiempo con Ren, así que pensé en al menos despedirme de todos aquí – Explicó la Ainu – ¡Además, pedí permiso y ayudé con algunos puestos!

– Qué amable es la señorita Mei – Comentó Ryu.

– Aun así, comiendo cosas de un puesto tan tranquilos... esto no es serio – Añadió Horo Horo.

– ¿Y por qué no vinisteis a mi casa? – Preguntó Yoh.

– ¿De verdad crees que deberíamos haber ido? – Preguntó el Tao, a lo que Yoh se sonrojó confundiendo al resto del grupo, pero provocando la risa del chino.

Tras su animado encuentro, y después de que Silver y Kalim fueran a preparar el siguiente evento, los cinco se marcharon al MadNalt y estuvieron hablando fuera del local mientras comían, debatiendo sobre por qué los Apaches escogieron ese lugar y qué evento podrían estar preparando. Fue entonces cuando otro Shaman apareció frente a ellos, diciendo que era patético preguntarse cosas tan insignificantes. Ante las palabras de Horo Horo, quien asumió que estaba provocando al grupo, ese Shaman le golpeó con su Over Soul, alegando que eso era una autentica provocación.

Shaman King (Manga)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora