Shaman King (Manga)

Extra 2: Osorezan Revoir (Parte 1)

Hace 5 años.

Yoh había llegado temprano a casa, lo que su abuelo Yohmei bromeó preguntándole si se había escapado de clase, pero el joven lo negó y le respondió que habían empezado las vacaciones de invierno.

El anciano, le informó que Kino, su mujer y abuela de Yoh, había llamado esa mañana para informar de que la prometida de él había sido elegida y que ya que estaba de vacaciones, podía aprovechar la ocasión para encontrarse con ella. La noticia había sorprendido a Yoh.

En a habitación de Yoh, Ponchi y Conchi le pegaban ante la suerte y envidia que tenían del shaman, sin embargo, éste no estaba muy convencido, aunque los animales se molestaron al no verle feliz por la noticia. Tamao apareció para pedirles que lo dejasen tranquilo, pero ellos hicieron oídos sordos y continuaron molestando al joven. Yoh aún estaba sorprendido y confundido, no se sentía muy convencido sobre ir a encontrarse con su prometida, sin embargo, una voz les llamó la atención.

- Preocupándose uno no consigue nada. Es mejor actuar. No sirve de nada que sigas dándole vueltas al asunto. Simplemente ve. Ve al sagrado Monte Osore a conocer a tu futura esposa

Yoh se sorprendió ver un gato con ropajes tradicionales que hablaba y que nunca había visto, pero Tamao le dijo que se trataba de un espíritu. Éste, se disculpó y le comunicó que fue a visitarle y que le gustaría hablar con él, pero antes, le pidió que se deshiciera del zorro y el tanuki ya que le daba dolor de cabeza al estar cerca de espíritus de bajo nivel. Ante sus palabras, Ponchi y Conchi se ofendieron. Con superioridad, les informó que murieron hace 400 años y que ascendieron al nivel de espíritus elementales hace mucho tiempo, no iban a permitir que el espíritu de un simple gatito les faltasen al respeto.

- Muy interesante, pero hacedme el favor de vestiros primero.

- ¡Cierra el hocico, no llevamos ropa porque se nos cuecen las bolingas! - Exclamó Ponchi.

- Ay, ay. Que gracia me hace cuando los débiles se ponen desafiantes. No disfruto de las confrontaciones, pero si es por acabar con toda esta animosidad, tendré que demostraros mi poder. ¿Queréis luchar?

- ¡¡Tú lo has querido...!!

En un visto y no visto, ambos animales fueron derrotados por el felino. Éste se disculpó por no haberse presentado antes. Se llamaba Matamune, un nekomata, había servido a la familia Asakura durante más de 1.000 años y había vuelto de vagar por el mundo para acompañar a Yoh en su viaje.

"El nekomata Matamune... El misterioso gato que apareció de la nada... Llevaba, según dijo, más de 1.000 años al servicio de la familia Asakura. Parece que, por alguna razón, el abuelo decidió llamarlo. A pesar de ser un espíritu longevo, era un personaje bastante peculiar, y un amante de la lectura. Y como era de esperar de un espíritu que supera un milenio de existencia, era extremadamente poderoso. Ponchi y Conchi incluso comenzaron a llevar pañales. Y también se convirtió... en mi primer espíritu acompañante- Por supuesto que no era alguien que yo pudiese controlar, pero aún así... Matamune... fue mi primer espíritu acompañante."

Al día siguiente, Yoh y Matamune se encontraban montados en el tren para ir a Aomori. Ilusionado y feliz, el joven comenzó a contarle al felino todos los detalles que poseía ese tren, le confirmó que desde siempre le gustaron los trenes, sin embargo, en un tono serio, Matamune le preguntó si se sentía solo. Yoh se quedó en silencio un momento ante esa pregunta pero el gato no tenía la intención de preguntarle eso, pero era algo que había notado en su habitación teniendo cosas de su padre, su mochila que parecía nueva, llegando a la conclusión de que él no tenía amigos. El Asakura sonrió con tristeza mirando por la ventana dándole la razón, tenía a su abuelo, su madre y a Tamao, pero aparte de ellos, no tenía amigos