Shaman King (Manga)

Parte 27 - Una prueba difícil

En el muelle, Sati le había contado a Fausto y a Ryu sobre los Cinco Guerreros y también les confirmó que la meta de los Gandara en el torneo era la de obtener los Cinco Espíritus de la naturaleza y entregárselos a los Cinco Guerreros; querían salvar a todos los habitantes de la Tierra, sin importar quién se convirtiese en Shaman King. Mientras esto ocurría, alguien escuchaba su conversación a escondidas, tras lo cual Sati pidió que se mostrase: se trataba de Namari, el Oficial Apache asignado a los Gandara. Ryu preguntó por qué estaba allí, pero Namari dijo que era neutral y que no le gustaba pelear.

– Los Cinco Espíritus elementales son el tesoro de los Apaches – Dijo Namari mientras se acercaba a Sati – Un Shaman de nivel divino como tú no debería ir diciendo esas cosas en voz alta. ¿Qué habrías hecho si otra persona lo hubiese escuchado, eh?

Sati ni se inmutaba pero Daiei estaba preparado para defender a la mujer; Ryu por su parte, ya había saltado a defenderla pero el espíritu de Namari, Red Rope, los inmovilizó al instante. El Apache entonces advirtió a la budista que no metiera su nariz en todo o habría consecuencias, tras lo que anunció que el Equipo X-II había sido destruido y el equipo Nyorai se enfrentaría a Kabbalahers en el tercer encuentro, tras lo que se marchó.

Mientras tanto, en el infierno, los Asakura compartían una conversación entre ancestro y descendiente. Yoh le había contado a Yohken que llevaba 500 años en ese lugar, tras lo que admitió que, cuanto más orgulloso estaba de haber derrotado a Hao, más se atormentaba por haberlo hecho. El joven había aprendido sobre las técnicas de Yohken y sobre el Matamune de hace 500 años, a la vez que el ascético jamás pensó que conocería a su descendiente de 500 años adelante. Pero entonces...

– Yoh... ¿tú también tienes hijos?

Esa pregunta hizo que el joven se sorprendiera y que pusiera rojo como un tomate, estaba muy avergonzado con esa pregunta. Amidamaru entonces apareció junto al ascético y le susurró algo al oído, tras lo que sonrió. Yohken se levantó y repasó lo que sabían: Hao se había reencarnado como el hermano de Yoh y seguiría reencarnándose eternamente por muchas veces que le maten, por lo que había dos opciones. Una de ellas era destruir su espíritu, pero el joven había escogido la otra opción; No sería fácil, pero era lo que su corazón había escogido.

El ascético les contó a ambos sobre el símbolo de la familia Asakura: originalmente era la estrella de cinco puntas, símbolo de las técnicas del Yin y el Yang y elegido por Hao, líder de los Asakura; sin embargo, más adelante los Asakura renacieron para derrotar a Hao y a la estrella de cinco puntas, surgiendo el símbolo de un árbol. Yohken pensaba que Yoh sería capaz de cambiar el corazón de Hao... y tras esa afirmación, un martillo descendió sobre el ascético, aplastándole. Un Cho-Oni trepó del acantilado y clamó ser el próximo oponente del joven, había sido él quien había aplastado a Yohken; en ese lugar mandaban los Cho-Oni, por lo que, tras ser destruida, un alma desaparecería. Eso había molestado al Asakura, pero mantuvo la compostura y cortó el brazo del Oni que sostenía el martillo mientras éste reía y señalaba el mazo con sangre.

Yoh preguntó cómo salvar el alma de su ancestro, a lo que el Oni simplemente atacó al joven, molesto por haberle herido; el Asakura, sin embargo, atrapó el otro brazo del demonio antes de que pudiera golpearle, volviendo a preguntar cómo salvar el alma de Yohken, a lo que respondió desesperado que sabía cómo hacerlo, tras lo que Yoh le soltó... no sin antes destrozar su otro brazo. Sin embargo, el Oni esta vez se dispuso a atacar con un cabezazo.

– ¡Ja! ¡Mentí! – Dijo el Cho-Oni mientras se lanzaba hacia el joven, apuntándole con los pinchos de su cabeza – ¡El alma de aquellos que mueren en el infierno jamás podrá ser salvada!

Esa fue la sentencia de muerte del Cho-Oni, quien fue derrotado al instante por el Mumumyoyakumu de Yoh. Éste miró con tristeza la sangre que Yohken había dejado atrás con tristeza y frustración, pero ese momento no duró mucho, pues el torso del muchacho había sido atravesado por una flecha que le había disparado otro Cho-Oni; no era el único sin embargo, había muchos más, todos ellos dispuestos a eliminar el alma del Asakura. Yoh entonces se sacó la flecha del torso gracias a su Over Soul.