Shaman King (Manga)

Parte 22 - Emeth

En la posada se encontraban Chocolove y Horo Horo junto a los Icemen, éstos se recuperaban de las heridas mientras Chocolove salía fuera mientras recordaba el pasado; fue enviado cuando sugirió a Mic ir a visitar a sus viejos amigos, tras lo que el jaguar los buscó con su olfato. Sin embargo, lo que encontró fueron los cuerpos de sus amigos: alguien los había matado. Al preguntar quién lo hizo, Redseb se mostró detrás de él junto al Golem, admitiendo que lo hizo él como venganza por haber matado a su padre hace 3 años en Navidad.

En el bosque, Mikihisa se encontraba herido en el suelo; el Golem se había marchado con los niños y éstos le habían dejado allí. Mikihisa entonces llamó a sus espíritus y envío a Imari y a Shigaraki a buscar a Anna y a Yoh respectivamente.

– Hikari-chan... lo siento... – Se disculpó con la joven mientras miraba al cielo, recordando la advertencia de la joven antes de que se desmayase y Hao se la llevase.

En el lugar donde se encontraba Chocolove, éste seguía evitando los ataques del Golem; supuso que el hombre que mató en aquel entonces antes de conocer a Orona era el padre de esos niños. Sin embargo, Chocolove no se iría sin pelear y logró asestarle un zarpazo al Golem. El neoyorquino admitió que mató un hombre hace 3 años y que quizás era el padre de ellos, pero tras morir Orona, juró construir un mundo lleno de alegría y sin violencia, además de no volver a matar.

No obstante, mientras se disculpaba, el Golem atravesó el pecho del muchacho con un rayo; Redseb y Seyrarm no estarían satisfechos con eso y el Golem se estaba reconstruyendo ante ellos. Chocolove estaba malherido y perdía mucha sangre, había sido un disparo fatal.

Ah, es verdad... Hikari ya me lo había advertido... El pecado que cometí hace 3 años en Navidad... esos niños me buscaron para vengarse... Tendría que... haber tenido... más cuidado...

Pensó Chocolove al recordar las palabras de su amiga. Éste se tambaleó hasta que perdió la consciencia, pero no cayó al suelo... Yoh, Mei y Ryu habían llegado al lugar y el Asakura lo había atrapado antes de caer.

– Jefe, yo me encargaré de Chocolove – Dijo Ryu.

– Ryu, por favor, llévales con Sati-san – Sugirió Mei – ¿Podrás hacerlo tú solo?

– ¡Déjamelo a mí! – Afirmó dando un pulgar arriba.

Yoh entonces se dispuso a pelear contra Redseb si éste aún tenía sed de sangre, a lo que Mei se unió. Redseb afirmaba que ellos eran los amigos de un asesino y de que lo suyo fue una justa compensación, tras lo que Yoh preguntó si se sentía mejor. Redseb entonces miró a Seyrarm y se dio cuenta de que no había vuelto a ser como antes. El niño echó la culpa a ambos jóvenes y el Golem disparó a matar; sin embargo, ambos pudieron evadir los ataques. Siguiendo el razonamiento de Redseb, ambos debían pelear para vengar a Chocolove pero eso no convencía al niño, pues estaban demasiado calmados tras la muerte de su amigo... además de decir que no les importaba demasiado, cosa que hizo a Mei fruncir el ceño.

– ¡Jamás has perdido nada valioso para ti, por eso hablas de esa manera! ¡No trates de comportarte como un santo!

– Cierra la maldita boca de una vez, estoy perdiendo la paciencia contigo, niñato – Comentó Mei entre dientes con un tono furioso – ¿No nos importa? ¿No hemos perdido nada valioso? ¡Tú no nos conoces en absoluto!

– Sea quien sea quien tenga razón, te dije esto por otro motivo – Dijo el Asakura – Te dije esto porque aún puedes detenerte... Ahora, por el bien de tu futuro y el mío...

Ambos jóvenes formaron sus Over Soul; Yoh formó el Espíritu de la Espada y el Tláloc de Mei cambió de forma para atacar: tal como el Over Soul de Horo Horo cambiaba al Neike Fuike Kiroro con forma de espada, el de la rubia cambiaba a una lanza con punta, la cual se fragmentaba y se extendía a su alrededor.