Shaman King (Manga)

Parte 6 - Yoh Vs Fausto y el viaje a Izumo

Advertencia: Capítulos 39 - 53 del manga. Capítulos 7 y 8 del nuevo anime.

Habían pasado varios días desde el combate contra Horo Horo. Todos se encontraban en el lugar para el próximo combate de Yoh, el cementerio de Chokohama.

Mientras esperaban, apareció Silver y le pidió a Anna que fuera con él para hablar a solas. En aquel restaurante, Silver le pidió a la Itako que hiciera que Yoh renunciara ya que su oponente se trataba de un nigromante, aquel que controla el cuerpo de los muertos y era muy peligroso para Yoh, sobre todo, cuando el lugar de la pelea se trataba de un cementerio.

A pesar de las advertencias de Silver sobre ese peligroso nigromante llamado Fausto VIII, Anna confiaba plenamente en que Yoh ganaría.

Comenzó a llover, afortunadamente, tanto Mei como Hikari llevaban cada una un paraguas, así que podían cubrir a los chicos. Conversaban mientras esperaban. Hikari le dijo a Yoh que si luchaba como siempre lo hacía, sería capaz de ganar.

Cuando creían que Anna volvió, apareció una persona que se presentó como Fausto VIII siendo el oponente de Yoh. Los chicos pensaron que era un hombre un poco raro, pero Hikari tenía un mal presentimiento, sentía algo desagradable viniendo de él. Amidamaru apareció advirtiendo que no se confiase porque ese hombre traía consigo olor a muerte y los ojos de un asesino sediento de sangre.

Fausto se disculpó con ellos y les explicó sobre su origen: su familia, que antes era médico, que cuando no pudo vencer a la muerte sintió una gran desolación, que por eso su meta era seguir con sus investigaciones para lograr vencer por fin a la muerte y que su aspecto ha sido causado por investigar durante mucho tiempo.

Manta descubrió que aquel llamado Fausto fue un erudito que estudió la alquimia y la magia descubriendo que Fausto VIII era descendiente de ese hombre. El médico participaba en el torneo para descubrir el secreto de la vida que estaba buscando además de continuar el trabajo de su antepasado.

Fue entonces que comenzaron a escuchar un extraño ruido que se acercaba, apareciendo el esqueleto de un perro, y luego él se quitó su abrigo mostrando así un esqueleto humano que guardaba bajo éste sorprendiendo a los jóvenes.

Fausto hizo que el esqueleto se moviera provocando que se asustaran, sobre todo a Manta que acabó por salir corriendo del miedo. El nigromante se fijó en el pequeño sintiendo curiosidad, por lo que invocó a los muertos haciendo que decenas de esqueletos salieran de la tierra tras él. Yoh trató de ir a ayudarle pero el esqueleto que usaba Fausto se lo impidió.

Hikari y Mei querían ayudar, pero unos esqueletos les cortaban el paso.

– Lo siento señoritas; aunque el combate aún no haya empezado, no podéis interferir.

A Hikari no le agradaba esa situación, el ver a los esqueletos moviéndose le daba miedo, por lo que se abrazaba a Mei, y ésta trataba de mantener la distancia de ellos por si eran atacadas, estando aún pendiente de la situación de Manta.

Varios esqueletos retenían a Yoh mientras que otros sujetaban a Manta. Fausto se acercó al pequeño, sacando un bisturí que acabó usando para cortar una capa de piel y ver así el interior de su cuerpo. Hikari, al ver tal escena, su rostro se puso pálido, con las manos en la boca como si tratase de no vomitar y al final acabó por desmayarse mientras que Mei la atrapó antes de que cayese al suelo, pero la escena también le afectó y en vez de desmayarse solamente se mareó y quedaron ambas sentadas en el suelo.

Tal escena, viendo a su amigo con miedo, que podría morir, acabó enfureciendo a Yoh, liberándose de los esqueletos y golpeando a Fausto con la vaina de la espada en la cabeza, enviándole lejos de su amigo.