Shaman King (Manga)

Parte 37 - Plantas del desierto y del valle

Tras el encuentro con Silver y los Apaches, Lyserg trataba de descender para buscar una vía más corta al Santuario del Rey, pero era imposible, ya que el Over Soul de los Apaches hacía imposible el uso de la radiestesia.

– Y además, la búsqueda en una estructura tan grande y complicada como esta llevaría una eternidad – Explicó Lyserg.

– Es como Lyserg dice, el Over Soul de los Apaches se puede sentir en todo el lugar... es como las interferencias de una radio, nos fuerzan a seguir el camino sin más remedio – Añadió Mei, quien trató de encontrar alguna brecha en el Over Soul junto al camino, sin éxito.

– Está bien Lyserg, ya puedes volver y los demás también – Indicó Fausto al inglés y a los espíritus.

Amidamaru, Tokageroh y Bason trataron de encontrar otra vía o un atajo, pero tampoco habían tenido éxito en su búsqueda. Mientras sugería seguir avanzando, Ren pensaba en Silver, cosa que Yoh había notado: ambos comprendían que el corazón de Silver estaba de su lado, pero pelearía por los Apaches porque no podía traicionarles; después de todo, es un buen tipo.

Era responsabilidad del grupo derrotar a Hao, por lo que debían volverse fuertes antes de enfrentarse a Silver y llegar al Santuario del Rey o no tendrían oportunidad. El Asakura le preguntó entonces a Avaf cuánto duraría el período de pseudo muerte de Hao, pues dedujo que el inca ya había estado en Mu antes. El espíritu le respondió que duraría unas 10 horas, sumando las 5 horas que tardaría en realizarse el ritual Kami Oroshi y el tiempo que tarden en llegar al Santuario, pues Hao debía recorrer ese mismo camino como parte de la ceremonia. Además del tiempo que tomaba recorrer las 10 plantas, tenían 15 horas para llegar al Santuario del Rey, derrotando a los Apaches en el proceso.

– 15 horas... – Pensaba la Ainu en voz alta – No va a ser fácil, los Apaches no son precisamente unos enclenques...

– ¿Ahora tienes miedo? – Comentó Ren, tratando de molestarla.

– Te pienso patear el culo por eso, Tao – Respondió la rubia con molestia – ¡No vine aquí para echarme atrás!

– No te preocupes, nos preparamos para esto – Confirmó Yoh – Ninguno de nosotros va a echarse atrás ahora.

– En ese caso, ¡¡pasemos a través de la primera compuerta!!

El grupo pasó por la primera compuerta y se encontraron con la primera planta: el Desierto. El lugar era enorme y hacía calor, tal como en un verdadero desierto. Allí se encontraba Namari, quien enseguida lanzó una advertencia con su espíritu, Red Rope. Estaba listo para pelear.

Debido al cabreo de Ryu, Yoh explicó a Ren que le conocieron en la costa Este de la isla, además de ser el responsable de los Gandara.

– ... Ese tipo me desespera – Comentó Ren.

Tras aquel comentario, Namari trató de atacarle con Red Rope por sorpresa, pero el chino bloqueó el ataque gracias a que su electricidad le permitía saber su posición.

No sólo eso, Mei ha estado siguiendo con sus ojos cierto punto del suelo desde que ese tipo hizo su advertencia... no sería bueno decir eso en voz alta, su sensibilidad podría ser un as bajo la manga en alguna ocasión.

Pensó el Tao mientras miraba de reojo a su amiga, quién no le quitaba los ojos de encima a Red Rope.

Ren tenía la oportunidad perfecta para atacar al espíritu de la serpiente pero, al momento de realizar su Kuten Ougen Raisen Fukatenson, éste no funcionó... o más bien, el ataque ni siquiera se manifestó, cosa que confundió tanto a Ren como a los demás.

– Los rayos y truenos se producen porque, en las nubes, los cristales de hielo chocan  y crean energía que se convierte en electricidad – Explicó Namari – Eres un verdadero idiota... ¿En serio creíste que podrías provocar un rayo en un desierto árido como este?